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—¿Y esa pareja interracial las adopto?

Si Lehitan, esa pareja nos adopto aunque si te digo la verdad hubiese preferido que nunca lo fuesen hecho. Fue un infierno todo lo que vivi con esa gente, me recordaron a mis padres biológicos en muchas ocasiones.

—¿Que te hicieron mamá?

La primera semana que nos adoptaron y llegamos a su casa fue perfecto, aunque no tenían mucho de que alardear vivían bien, eran dueños de una mini pastelería en el centro de la ciudad pero no tenían mucha clientela.

La segunda semana nos pusieron a trabajar en la pastelería, Sophia no quería pero no le quedo de otra que resignarse y comenzar con su trabajo, a su tía le dieron el puesto de cajera y a mi me enviaron directo a limpiar los baños. Era algo muy desagradable pero Sophia siempre me daba fuerzas para seguir.

Una noche estaba con Sophia en nuestra habitación y comenzamos a oír ruidos extraños proveniente de la habitacion de nuestros nuevos padres adoptivos, curiosas nos fuimos acercando cada vez más, la puerta de la habitacion de ellos estaba a medio cerrar y nos acercamos tanto que la puerta comenzó a rechinar, quisimos correr pero si lo haciamos ellos podrían escuchar nuestros pasos, nos acercamos un poco más a la puerta y enfocamos nuestros ojos en un escenario bastante particular, algo que jamás habíamos visto en nuestras cortas vidas.

Mis ojos se engrandecieron al ver aquel espectaculo, con mis dos manos tape mi boca por que sabia que cualquier ruido que emitiera nos iba a meter en serios problemas.

Fue la primera vez que vi aquella habitación, cuando llegamos de la casa hogar solo nos mostraron el resto de la casa pero nunca nos mostraron aquella locura que ellos llamaban habitacion.

Mire a Sophia y algunas lagrimas bajaban con lentitud por sus mejillas pero aquellas cristalinas gotas no eran por tristeza o por miedo, sino por risa al ver a esas dos personas mi hermana comenzó a reír sin parar hasta llorar, yo la verdad no entendía que era lo que le daba tanta risa, más bien a mi me provocaba nervios y algo de pánico.

Ellos habían creado un gran circulo con velas negras justo en medio de la habitacion, mi nueva madre estaba desnuda haciendo un baile extraño dentro del circulo y el rubio estaba en la cama teniendo sexo con otras dos mujeres muy parecidas a su esposa. Luego de una puerta pintada de negro salio un hombre completamente desnudo y entro al circulo con mi madre adoptiva siguiendo aquel baile.

Sophia seguía riendo yo solo le pedía que nos fueramos a dormir, la verdad tenia miedo. De pronto escuchamos un grito y yo sin querer di un pequeño salto, seguimos viendo por el espacio abierto que quedaba en la puerta y una de las mujeres que estaba teniendo sexo con el rubio tenia clavado un cuchillo en su estómago, la sangre comenzó a fluir rápidamente, parecia un río rojo descendiendo desde lo más alto. La mujer se puso de rodillas dentro del circulo y comenzó a hablar pero en otro dialecto, un idioma muy raro el cual nunca supe que era.

Todos entraron al circulo y comenzaron a tener sexo unos con otros, yo no quería ver eso pero un impulso sobrenatural me obligaba a permanecer de pie viendo aquel espectaculo. De pronto comenzaron a pasar sus lenguas por el cuerpo cubierto de sangre de la mujer, sus miradas lascivas y esas caricias que se daban no eran algo normal por lo menos no para mi.

El rubio y su esposa se dieron un ultimo beso y las luces de las velas se apagaron enseguida excepto una, un escalofríos recorrio todo mi cuerpo erizando mi piel. Sali corriendo sigilosamente hasta mi habitacion, enrrollandome con mi cobija como una serpiente asustada.

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