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Busan, Corea del Sur, 2000.

Hace frío, observo con hastío desde la ventana como cae la nieve afuera. Cada copo cristalino casi imposible de verlo como son en dibujos, caen, Si los veo individualmente se ve como si cayera en tiempo lento. Con mis dos manitas hundidas en mis mejillas me llama la atención el auto pequeño negro que llega a la casa de al frente, que toda mi todavía corta vida siempre había estado desocupada sin habitar, tan solitaria a como estoy ahorita.
No despego mi vista curiosa de ese auto negro jamás visto rodar por éste circuito. De él se bajan cuatro personas, primero una mujer con un bebé en brazos, luego un niño parecido de mi edad con una olla grande para él, abrazada entre sus brazos y de último un Señor. Pocas palabras – Una Familia nueva– musito canturreando.


Del carro bajan equipaje. Sumida observando, sin nada que hacer, el niño desconocido se acerca desprevenidamente a mi casa. Tocando las rejas del patio exterior de la entrada. Mi mamá abre la puerta, voy detrás de ella, haciendo el mínimo ruido posible, en puntillas de pies. Ella abre la reja y yo me escondo detrás de mi única persona de confianza presente. El niño con la olla es acompañado de una mujer alta y elegante, vestida de rojo y cabello negro por los hombros. Estoy receptiva a la conversación que tienen.
– ¡Somos sus nuevos vecinos! Le traemos pastel de arroz, espero que lo disfruten y nosotros ser más cercanos de ahora en adelante– dice la Señora, resplándeciente y sonriente.
Mi mamá se presenta dando su nombre y estrecho de manos con ella, además de que saluda al niño todavía desconocido para mí.


– ¡Oh! Él es Jimin, mi hijo, tiene cinco años– La señora apunta hacia el niño mientras me mira, tomando en cuenta mi existencia – Espero que se lleven muy bien y jueguen juntos– dice con tono meloso la mujer de rojo.
Con tono bajo de timidez respondo a su comentario – Yo soy HyeBin...
Mi mamá sonríe y me arropa con sus brazos mientras me da palmadas suaves por la espalda –Ella es mi hija Hyebin, también tiene cinco años, ¡Tienen la misma edad, Espero lo mismo!
Suspiro, me sentí aliviada, mi mamá me presentó, había entrado en pánico cuando la mujer empezó a hablarme de la nada.


Dejo de escuchar la conversación de dos madres y Miro al piso, tomando en cuenta lo tan presentable que estoy en éste justo momento, con una pijama de color rosa pastel y blanca con Cerezas dibujadas, pies descalzos y un intento hecho por mí en mi cabello corto- mis dos coletas a los lados infalibles que están mal hechas- Hago un puchero de niña caprichosa, por no estar satisfecha de mi intento fallido de dos coletas que había tratado de imitar como las perfectas que me hace mi mamá.


Subo la mirada y me doy cuenta que aquel niño llamado Jimin me observa, abre la olla y de ahí saca una tarta de arroz, sonrío y él me la da sin ninguna expresión en la cara, con aires de seriedad. La tomé sin pensarlo dos veces y empecé a dar saltos emocionada. Los dos se despidieron, dando reverencia y mi mamá dándoles la bienvenida. Dejo la tarta en manos de mi madre y cuando se están yendo llega mi papá, doy un gritillo agudo y corro saltando hacia los brazos de él, me abraza y en eso que abro mis ojos veo a Jimin, mirando hacia atrás con la cabeza volteada mientras camina. También lo observo, sin pestañear y lo señalo –Papá, ¡él va a ser mi nuevo mejor amigo!– Rio melosamente y parece que Jimin también.

Todo está helado pero estuve tan feliz que esas cosas las olvidé por completo.

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Éste capítulo es el principio de la amistad-infancia de Jimin y Hyebin.
Digamos que éste viene siendo mi primer fic ahre, pero no lo es, tenía un fic muy adelantado pero no me gustó lo cual quedó en el lado oscuro de borradores KLAJSLS
Espero que... Le den mucho amors y gusten del fic.
Soy nueva en esto alv.
Salu2

~Fresa

ANEMOIA⇢ ParkJimin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora