Legion de Guivernos.

Viaje al pasado I .

Sugerencia musical:  Ain't no grave- Johnny Cash.

Francia, 1082.

Una noche tormentosa, tan oscura que solo se podía ver con la luz de los truenos, se veían a lo lejos tres jinetes con capas y capuchas que se dirigen a un pequeño pueblo. Sus caballos iban a un paso tranquilo. Ven que en el interior de la casa todavía las luces están prendidas. Una casa de madera y ladrillos que al parecer era de unos agricultores.

Uno de los jinetes  toca la puerta,al poco de unos segundos una mujer respondió:

-Ya es algo tarde para tocar la puerta. ¿Que es lo que necesita señor?

El señor ríe y responde de manera educada:

-Je, buenas noches, se que es tarde señorita pero de verdad necesito que nos habrá. No le haremos daño, se lo prometo.

Era un hombre joven de voz joven, de pelo rubio corto,de barba cerrada de ojos color verde, estatura promedio y un cuerpo fuerte y esbelto.

-De verdad señor no quiero ser grosera pero puede venir en la mañana.

Otro de los jinetes, se quitó la capucha. Era una mujer  joven, bellísima de tez blanca, labios carnosos y rosas, de ojos blancos  tan brillantes como las estrellas, pelo quebrado castaño oscuro, de cuerpo esbelto. Ella se dispuso a razonar con la mujer, se presentó educada con su hermosa voz.

- Disculpe sabemos que es tarde y es imprudente venir a tocar a tan altas horas de la noche pero es necesario que nos deje pasar Beatriz. 

La señorita iba a responder pero le extrañó que supieran su nombre sin que ella se los dijera.

-¿Espere; cómo sabe mi nombre ?. ¿Quienes son ustedes?

-Yo soy Loretta, los dos hombres con los que vengo son el señor Everard y el señor Cornelio. Por favor dejenos pasar, la verdad hace algo de frio.

-¡¿No me importa que haga frio; quien me asegura que no vienen hacerme daño?!

-Se lo explicaremos al pasar, no se lo podemos decir mientras estamos afuera.

-¡Si no me explican cual es la razón de su visita no los dejaré entrar!

-Muy bien, es sobre su hijo . Sabemos que es un niño muy especial, que no es como los demás, dice ver ciertas cosas como criaturas ficticias que solo se hablan en historias y cuando le cuenta; usted no le cree.

Hubo un silencio prolongado, los jinetes se veían los unos a los otros esperando alguna respuesta de parte de la señorita Beatriz, hasta que al fin la puerta se abrió.

-Pasen, pero no hagan ruido; mi hijo esta dormido.

Loretta, Everard y Cornelio pasaron; como iban entrando dejaban sus pertenencias en la puerta.

-Gracias por dejarnos pasar, se que no es buena señal que llegue gente a esta hora sin ningún aviso.

-Deben estar muriendose de frio.

Beatriz tomó la ropa de las visitas, para así ponerlas junto a la chimenea y que se secaran. Se sorprendió que los dos hombres llevaran armas de filo y la mujer llevara frascos en la cintura, una bolsa mediana que se veía que contenía cosas y un arco largo.

Los tres se dieron cuenta de que la señorita se veía confundida al ver sus armas,Cornelio se adelantó y le explico por que las portaban. Era un hombre joven de gran estatura, torso ancho, piel apiñonada, pelo largo quebrado castaño oscuro, barba cerrada y ojos color miel.

- Nuestras armas las tenemos a causa de saqueadores o animales peligrosos que pueden cruzarse en nuestros viajes, esperamos no incomodarla.

-No se preocupen lo entiendo.