Tu puedes

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Taihei había tenido unos sueños melancólicos últimamente, recordaba cuando no tenia preocupaciones, era libre, se divertía y estaba seguro que de grande seria un gran chef, pero ¿Que paso?, es lo que siempre se preguntaba al despertar de esos sueños. ¿Como había llegado de ser alguien alegre lleno de metas a ser un simple empleado mas?, sabia que si Umaru no estuviera viviendo con el posiblemente su vida seria muy aburrida.

Algo cansado salio a tirar la basura, todavía no amanecía debido a que se despertó muy temprano, no podía conciliar el sueño después de haber pensado en esas cosas.

-¿Porque estoy sacando la basura a estas horas?-

Pensó mientras amarraba bien el nudo de la bolsa, tenia el habito de ponerse a alzar cuando estaba inquieto, alegre, enojado,preocupado, o para ser exactos siempre. Suspiro al darse cuenta nuevamente que su vida solo seguía el mismo ciclo.

-¿O..Oni-san?-

Taihei volteo al reconocer aquella voz. Al voltear pudo ver a una chica de grandes ojos escarlata, esbelta figura, y unas mejillas notoriamente sonrojadas.

-Ebina-chan!-

Exclamo contento de toparse con aquella chica.  Dejo la bolsa en un pequeño contenedor y se acercó a la joven.

-¿Que haces despierta a estas horas?-

Al escuchar aquella pregunta Ebina contesto con su característico tartamudeo, del cual Taihei ya se había encariñado.

-E..eso debería preguntar yo, O..Oni-san que ha..ce despierto a estas horas?-

Taihei se quedo en blanco, seria muy tonto decir que se despertó de la nada a sacar la basura, no tendría sentido.

-.....Iba a correr!-

Se arrepintió en el instante de que lo dijo, el no es alguien muy deportista que digamos.

-C..correr?, en piyama?-

Dijo Ebina mientras ladeaba la cabeza, haciendo que Taihei se pusiera rojo de la vergüenza.

-P..pues es que yo....
Perdón Ebina-chan, te mentí-

Admitió rascándose la nuca, la chica se sorprendió ante tal aclaración «¿Porque Oni-san mentiría? » se preguntaba.

-La verdad solo venia a sacar la basura, se que suena raro, pero suelo ponerme a alzar inconscientemente cuando estoy preocupado-

-¿¡L..le...p..preocupa algo?!-

Taihei se dio cuenta que había hablado de más, no le gustaba contarle a la gente de sus problemas, no quería preocuparlos y para el no eran gran cosa.

-¿Dije preocupado?, perdón Ebina-chan no es nada-

Esquivo su mirada y opto por retirarse, pero fue detenido por la joven Nana que no podía dejar las cosas así.

-S..si no le molesta-

Ebina agarró aire mientras buscaba el valor.

-Podría contarme.......por favor?-

El chico se sorprendió ante la iniciativa de Ebina, lo dudo un tiempo, pero después de ver aquellos decididos ojos, decidió contarlo. Taihei se sentó en las escaleras de los apartamentos e invito a Ebina que se sentara, esta se sentó a su lado mientras humo salia de su cabeza de los nervios.

-Sabes?, siempre he estado muy agradecido con la vida que tengo, tengo a la gente que quiero conmigo y he estado recibiendo muchas bendiciones. Se que suena muy avaricioso, lo se, pero últimamente he estado pensando, si realmente estoy donde quiero estar-

Ebina escuchaba atentamente sorprendida de ser aquella que estaba oyendo esas palabras.

-No es que no sea feliz, claro que no es eso, pero yo me imaginaba viviendo en una casa propia, bonita, con jardín, con.....

Ebina pudo ver como Taihei se sonrojaba.

-Con mi propio restaurante-

El silencio inundó el lugar por un tiempo, pero antes de que la chica pudiera decir algo el joven Doma dijo nervioso.

-P..perdona Ebina-chan, te estoy molestando con estas cosas, ya no tarda en despertar Umaru así que me gustaría tener el desayuno hecho para cuan....

-¡O..Oni-san!-

Taihei dejo de hablar y la miro entre sorprendido y nervioso.

-Deberías hacerlo-

-¿He?-

Dijo en muestra de no saber a que se refería.

-D..Deberías abrir tu propio restaurante, s..se que Oni-san piensa que no e..es posible, yo pensé lo mis..mo cuando me fui de Akita para buscar a mi hermano, p..pero, .......O..Oni-san me dijo que si podía y que me ayudaría, por eso....yo ahora te devolveré el f...favor-

Ebina junto sus manos para calmar sus nervios y miro al chico que tanto quería a los ojos, muchas veces evitaba verlo a los ojos, pero esta vez era diferente.

-!Tu puedes,Y..Yo creo en ti!-

Ebina miro al suelo y se percato de lo que acababa de decir, volviendo su rostro completamente rojo.

-!L..lo siento-

La chica salió corriendo directo a su apartamento, mientras el chico se había quedado congelado. Después miro aquel apartamento donde ella acababa de entrar y sonrió, después subió las escaleras entrando a su apartamento.

-Oni-chan!, ¿Donde estabas?, Umaru tiene hambre-

Dijo una pequeña Umaru con ojeras en los ojos, era raro que se levantara antes de que el desayuno estuviera listo, así que el despertarse y no ver nada en la mesa era un mal comienzo para ella.

-¿Oni-chan?-

Umaru ladeó la cabeza para poder ver mejor el rostro de su hermano.

-¿P..pasa algo Umaru?-

-¿¡Hee?!, ¡tu cara esta roja!, pescaste un resfriado?-

Taihei no pudo responder a nada de lo que le preguntaba su hermana, su mente se había llenado de aquella chica de Akita y de sus dulces palabras.

-Sin duda Ebina-chan es amable-

-¿He?, ¿Dijiste algo Oni-chan?.......!!Oni-chan!!-

Para la suerte de la poblé Umaru, su hermano estuvo todo el día en las nubes, pensó que como era domingo y no tenia clases podía holgazanear a gusto, pero ver a Taihei así le inquietaba, no le gustaba admitirlo, pero realmente se preocupaba por el.

Los sentimientos de ambos (TaiheixEbina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora