Persiguiendo al Diablo. (Completa). Saga "Intensos"

13

Nick

Es inusual tener a una Elena tan receptiva, debería preocuparme su actitud, pero solo observo sus intenciones, tal vez me sorprenda o termine de arrepentirme. Quién podría suponerlo con lo reservada que es Elena Grawd. Llegamos a su casa y la sigo hasta su departamento, ella va hacia su cama y busca algo debajo.

Tomo asiento en el pequeño sofá cuando ella se acerca con un estuche negro, ahora recuerdo haberlo visto antes, en la presentación salió volando cuando tropecé contra ella.

—Solo mantente callado —sugiere mientras abre el estuche, su expresión presenta mucho dolor

—Si es difícil solo déjalo...

—Maldición —parece frustrada ante esta situación— esto es patético —sus manos van hacia su rostro

—Podemos hacer otra cosa, además no tengo buen oído musical —trato de aligerar las cosas, ella me observa y sonríe

—No era un regalo para ti, sino para mí, soy muy egoísta para pensar en alguien más—confiesa sacando una botella de vino detrás de la almohada del sofá— . No me mires así, me lo regalaron algunos de tus fans

—¿Te hicieron algo? —puedo confirmar la locura de algunas personas por eso deseo saber si ha pasado por algunas cosas malas

—Ser acosada, tener un club de anti fans, recibir regalos como anti regalos son cosas que he pasado, pero es algo normal al ser la novia de una celebridad —está muy concentrada en abrir la botella

—¿No te molesta eso? Ser acosada por gente quien no conoces, quienes están atentos a todos tus pasos

—Eso te molesta —había dejado de prestar atención a la botella, ahora ella tiene la mirada en mí— , comprendo el sentimiento, no es divertido tener la vida privada en modo público, pero son detalles de las cosas por la cual sigues tu pasión 

Mi pasión... es una bonita palabra, hace años no había escuchado esa palabra

Escucho el pum del corcho y veo a una feliz Elena saltar mientras le da un sorbo a la bebida. Bebe un gran trago antes de pasarme la botella

—Esta buena zanahoria, pruébalo —sus mejillas están muy rojas, sus labios sonríen mucho y su mirada nunca ha sido tan brillante

—Esta bien —tomo la botella y le doy un sorbo, no soy fan del vino seco, pero esta bien probar algunas cosas

—No te gustó —declara tomando con apuro la botella— , no importa, más para mí —sin más sigue bebiendo

—Tranquila —ella empieza a saltar sobre el sofá— te puedes caer —antes de acabar corro hacia ella porque se tropieza

—Gracias zanahoria 

Al menos las almohadas amortiguaron mi golpe contra el suelo

—Solo ha sido una botella y ya estás encima mío 

—¿Quieres quitarme de encima zanahoria? —su dedo índice golpea mi nariz

—Así que esto te produce el alcohol —será algo de conveniencia— , es interesante 

—No lo es —sus manos están sobre mi pecho, y su mirada es fija— , deja de decirme interesante, me hace sentir como una rata de laboratorio 

—De acuerdo... entonces dime qué decir

—Ahí está —sus dedos están sobres mis labios— , deja de hacer estas cosas