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Semana difícil.

1. Noticias amargas.

La mitad de mi vida es tan aburrida como no tienes idea, no vale la pena contarla, pero la otra parte de mi vida esta tan llena de desesperación que quizás llegue a interesarte, no soy muy bueno narrando de hecho apenas y termine la escuela secundaria. No me siento muy orgulloso de eso, pero no importa.

Todo empezó con una noticia, si, una simple noticia. Por ese tiempo yo tenia 17 años y por fin llegaría a la mayoría de edad en un par de meses, estaba emocionado de que por fin podría comprar un poco de alcohol, no es que me gustara, pero quería parecer genial frente a mis amigos. Si mi memoria no me falla en ese entonces la gente aun leía el periódico, pero no fue el periódico el primero en informarnos el hecho del que hablo, pero pienso que es importante que lo sepan.

La mañana era de lo más normal, lo único "Anormal" era el insoportable calor que mi cuerpo sentía, deseaba con tantas fuerzas de que llegara el invierno y eso que no me gusta tanto, pero, en fin. Ese día en particular fue completamente un caos, no tengo mucha información al respecto aparte de la fecha, 20 de julio, oh como olvidar el día en que mi internet cayo, si solo eso, no es que saliera mucho, aunque tenía amigos, bueno, si podrían considerarlos amigos.

- ¡¡Maldición!! – maldije entre en dientes – Lo único que me faltaba, mi internet a muerto – parece un simple berrinche, pero en ese momento estaba viviendo la mejor partida de mi vida ¡¡Por dios estaba en primer lugar!! Eso no pasa a diario, o tal vez sí, pero para un principiante con pésima puntería como yo era como ganar un premio nobel.

Pero dejando de lado mi vida, estaba dispuesto a quejarme con mi madre sobre tal hecho, así que bajé con prisa las escaleras que se dirigían a la cocina y la vi, sus ojos color miel y su hermoso cabello rojizo, estaba cocinando la cena para celebrar su aniversario con mi padre, como ya dije yo no era de salir así que cuando me vio se sorprendió bastante pero inmediatamente me dedico una sonrisa y con algo de amabilidad me dijo: "Es bueno verte, Samuel."

- Mamá dime Sam por favor, y por cierto se acaba de arruinar la partida de toda mi vida, todo por culpa de que a alguien se le olvido pagar el recibo – por ese tiempo era algo así como el tipo de persona a la que querrías darle un buen golpe. Lo sé, pero en aquel tiempo ¿Cómo podría cambiar mi actitud? Me quiero ahorrar el ¿Qué hubiera pasado sí? porque no soy de los que se arrepienten por sus acciones.

- Oh, lo siento olvide pagar el recibo – sonrió nerviosa a lo que yo solo suspire. Yo no era pelirrojo como mamá, era mas como mi padre, castaño de ojos azules, es bastante incomodo, decir que mis ojos son de color azul, siempre quise que fueran de un marrón oscuro, pero no debemos quejarnos por los rasgos que heredamos de nuestros padres.

- No importa mamá, solo no olvides pagarlo mañana – me rasqué la nuca y me dirigí de nuevo a mi cuarto.

- ¿No quieres cenar con nosotros hoy? – ella hablo interrumpiendo mi andar, voltee y camine de nuevo a la cocina, en cuanto llegue fui al refrigerador y saque las sobras de ayer, mi madre me miro extrañada y al notar eso le respondí: "Esta es mi cena" y dicho esto camine hacia las escaleras.

- Además no quiero arruinar tu aniversario – la miré de reojo y al parecer agradeció mi consideración, esa fue la ultima vez que vi felicidad en su rostro.

Al llegar a mi habitación puse las sobras en el escritorio, me puse mis audífonos y escuché música, después de eso comencé a cenar, solo. No me molesta la soledad y tampoco es como si detestara a cada ser vivo de la Tierra, es solo que me gusta el silencio. Ese día había mas silencio del habitual, me refiero a que no estaba escuchando el típico ruido de mi consola, era sin lugar a duda extraño. Una vez termine de cenar, que por cierto me llevo como una hora,me quite mis auriculares y prendí el televisor, "¿Qué sucedió en el mundo mientras estaba aquí?" dije en un murmullo, las noticias no es que me importaran mucho, pero igual no hacia ningún mal informarse de vez en cuando.