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Transcurridas las diez de la noche, la acogedora vivienda de los Jeon era una vastedad de carcajadas y entretenidas charlas, pues ya eran los plazos Navideños y habían hospedado a sus camaradas en su hogar para conmemorar. La familia Park, la familia Kim y Jeon acarreaban una parrafada hace un buen rato, detallando sobre lo que ha sucedido en sus vidas estos últimos meses. Ya todos habían finalizado de probar la exquisita cena que Taehyung había esmerado en guisar y agradecieron por tan dadivoso gesto.
— Estoy demasiado contento por mi esposo.— añadió Kim Seokjin.— Se ha esforzado demasiado en conseguir el puesto como presidente de la empresa y la semana pasada le dieron la espléndida noticia de que ese era su nuevo puesto de ahora en adelante.— terminó de hablar con una enorme sonrisa. Alzó su copa llena de la burbujeante bebida y la colisionó con las de las otras figuras.— Salud por el nuevo puesto de mi esposo.
Jin y Namjoon se dieron un mimoso abrazo y un beso destacando su amor. Los demás se hallaban de espectadores; conmovidos y felices de verlos de tan apasionada manera.
— Es mi turno.— rió suave Jimin.— Bueno, antes que nada, Kook y Tae muchísimas gracias por habernos considerado, les quedó todo maravilloso y no hablemos de la comida.— dejó fluir sus palabras en dirección a la familia Jeon, estos solo sonrieron y dieron las gracias haciendo una pequeña reverencia.— Como ya saben, Yoongi y yo llevamos seis años de un matrimonio ideal, y bueno verlos tan agradecidos y felices con sus pequeños nos dieron las ganas de elegir una importante decisión...— tragó un poco de saliva.— Yoongi y amigos, llevo tres semanas de embarazo.
Todos delinearon sus labios en una perfecta y cilíndrica "ó" asombrados por la confesión de Jimin.
— ¡¿Cariño, por qué no me lo dijiste antes?!— preguntó un Yoon con lágrimas amenazando a salir de sus pupilas y un pequeño nudo dentro de su garganta.— Dios mío, soy el hombre más feliz.— se lanzó sobre su esposo, lo mantuvo en un fuerte abrazo y llenó todo su rostro de tiernos besos.
Progresaron unas cuantas horas más y los invitados se adueñaron de sus pertenencias para conducirse a la entrada y pudieran retirarse. Se colocaron sus prendas extras para arroparse de la tormenta de nieve y fuerte brizna que se aproximaba.
— ¿Ya se tienen que ir?— preguntó melancólico Taehyung.— Pueden quedarse unas horas más, no tenemos ningún problema.
— Muchas gracias cielo, pero nosotros debemos ir con mis padres y los de Nam para enterarlos sobre la noticia de su nuevo trabajo.— dijo Jin entrelazando su mano con la de su esposo y su diestra con la de su pequeño Jinhwan.— Aparte, mamá nos invitó a revivir una tradición de generaciones en nuestra familia: tejer calcetines.— rió suave.
— ¿Ustedes?— preguntó Jungkook, dirigiéndose hacia los flechados, pues desde que Yoongi fue informado de que sería padre, no se ha desglosado ni un centímetro de Jimin.
