Dejémonos llevar

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Disculpen la demora, pero aún no lo corrijo.

Lamentablemente, el momento fue arruinado y la posibilidad de reiniciar nula. Por lo que Boruto trató de buscar una oportunidad para reanudar su acercamiento a Sarada, sin éxito, claro está. En los últimos días un movimiento inusual surgió entre los Uchiha, pero no sabía el motivo. En fin, lo dejaría pasar, ahora tenía un objetivo: lograr poco de tiempo a solas con Sarada.
Él, que iba caminando por la calle, reconoció la voz de la mujer que le ha provocado insomnio las últimas noches. Sarada reía mientras caminaba entre ChouChou y Yatori - así que ya salió del hospital- la presencia de la chica Akimichi no le molestó, pero la del tipo.... le hizo hervir la sangre. Trató de pensar en una forma de separarla del grupo, hasta que finalmente camino hasta ellos y les cortó el paso.

- Boruto! - ChouChou lo veía de arriba a abajo.

- Hola.... necesito hablar con Sarada.

Sin darle tiempo a responder, la chica empujó a Sarada hacia Boruto y arrastró a Yatori lejos, el pobre chico tenía una expresión furibunda en el rostro y trataba de regresar.

Boruto aprovechó que Sarada fue arrojada -literalmente- a sus brazos para acariciar sus antebrazos.

- Vamos a conversar.

Sarada movió la cabeza de forma afirmativa y lo miró con seriedad. La noche anterior se dejó llevar por el momento, pero ahora era racional y quería aclarar unas cosas con Boruto. A ella nadie la agarraba de juguete. Erróneamente supuso que él la llevaría a un lugar privado, para tratar de finalizar lo de la otra noche, por eso se sorprendió cuando la guió a una cafetería y solicitó una mesa.

Ya sentados, ambos ordenado algo para beber y comer. Sólo cuando la mesera trajo su orden se animaron a conversar.

- Mmm....sobre lo que pasó la otra noche.....- trató de empezar Boruto.

- Lamento mi comportamiento, pero también fue tu culpa!- habló Sarada.

- Yo no digo lo contrario, pero no me arrepiento.

- No? -

- no me arrepiento, y quiero intentarlo.

- intentar qué?

Sarada no entendía bien, sólo quería asegurarse de qué buscaba Boruto.

Ella no se lo está poniendo nada fácil, Boruto sentía muchos nervios. Era el momento de hacer una declaración, pero cómo? Sólo hizo una hace mucho tiempo; empujó ese recuerdo hacia atrás, no iba a sentir culpa. Él estaba vivo y quería vivir junto a Sarada.

- esto...- se aclaró la garganta- estoy pidiendo una cita.

Sarada desencajó la quijada por la sorpresa. Qué significa eso? Él quería pasar el rato? Le gustaba? Sólo quería terminar lo de la otra noche?

- me gustas Sarada- aseveró Boruto- y quiero intentarlo.

- Sí- respondió de forma escueta Sarada, aún impactada por la situación.

- sólo...dejémonos llevar....

Tal como habían acordado, Boruto y Sarada dejaron las cosas fluir. Poco a poco fueron incorporando en sus vidas al otro, para integrarse en la rutina. Sarada pasaba más tiempo con Midori y Yukiho, y viceversa con Boruto. El Uzumaki ,a veces, salía a comer con Choucho, Shikadai y otros ex-compañeros de la Academia. Aunque él prefería los momentos a solas con Sarada, por ese lado le fue más sencillo a Sarada estrechar relaciones con los amigos de Boruto. En ese mismo momento iba de compras con Midori. La pelirroja atraía las miradas, posiblemente, por las ropas poco comunes que vestía. Tal vez demasiado occidental para una aldea ninja, pero la muchacha había argumentado que hace mucho no se vestía de aquella forma y extrañaba su antigua ropa, por lo que aprovechando la salida a comer con la Uchiha se decidió a lucir su traje.

 Tal vez demasiado occidental para una aldea ninja, pero la muchacha había argumentado que hace mucho no se vestía de aquella forma y extrañaba su antigua ropa, por lo que aprovechando la salida a comer con la Uchiha se decidió a lucir su traje

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Mientras caminan por una de las zonas comerciales de Konoha, Midori arrastra a Sarada a varias tiendas y platican amenamente.

-me alegra que Boruto y tú se dejaran de dar tantos rodeos- soltó Midori de repente.

- jejeje bueno.... él y yo solo estamos dejando fluir las cosas- contestó Sarada.

-Pues igual me alegro, en la fiesta la sobrina del señor Feudal me puso los pelos de punta, practicamente se le lanzó encima- ella siguió hablando sin percatarse de la expresión sombria de la Uchiha- es insoportable. Yo sé que Boruto es atractivo y todo, pero esto fue demasiado.

Cuando volteó a verla vio una sombra sobre el rostro de Sarada, sus palabras la molestraron y ella trató de alegrarla. -Pero a él le gustas tú. Sarada eres genial, inteligente y fuerte.....

- Ella es rubia, pálida y muy bonita....- soltó la Uchiha.

- Tu eres muy bonita, también.

- Es del mismo tipo que Hikari. Vi su foto en el cuarto de Boruto.

- No te inquietes. Él te quiere a ti, no importa si esa chica tiene similitudes con Hikari, él nunca la querrá. De hecho lo irritó bastante.

- Por qué no vamos a comer.- Sarada zanjó la conversación y se encaminó a un restaurante.

En medio de la comida, Midori desvió la Mirada hacia atrás de Sarada, justo cuando un toque llamó su atención. Aquella mano cálida la hizo estremecer.

- Sarada ....
Él tomó asiento junto a ella, acariciando en el camino todo su brazo. Sarada ya lo había notado con anterioridad, Boruto disfrutaba de tocarla y de que ella lo toque a él, aunque nunca llegaban tan lejos como aquella última vez en la habitación de este. Sin embargo, era algo que ella esrepaba que sucediera en cualquier momento. Con fe no se pondría nerviosa y podría responder de buena manera, tal como deseaba.

- Boruto.....

- ey! Era día de chicas.

- Ella es mi chica. Sólo te la presté.

- vaya....cuánta seguridad.

- Quiero almorzar con ella- Boruto le dirigió una mirada significativa a Midori, pero ella no se movió.

Más bien iniciaron una discusión muy divertida, que Sarada observaba divertida a ambos jóvenes. Aunque la diversión murió de un momento a otro, cuando una joven irrumpió en la mesa sentándose al costado de Boruto.

- Boruto- esa voz los hizo saltar.

El aludido giró el rostro, y le dirigió una mirada indiferente. - Eres tú, qué quieres?-

Ella le lanzó una mirada melosa- Estoy pensando en contratar una escolta, ya sabes como soy familiar del señor feudal.....

- Y eso a mí qué- Boruto se pegó más a Sarada acortando la distancia- acto que no pasó de ser percibida para la sobrina del señor feudal.

- Cómo te llamas?- fue Midori quien habló.

- HiJin.

-Bueno HiJin,  si deseas seguridad personal ve a la oficina del Hokage, aquí no podemos ayudarte.

HiJin le dedicó una mirada hostil- Pero Boruto es muy fuerte, seguro que su nivel está por encima de la de cualquier ninja. - atacó batiendo las pestañas, pero el aludido ni la vio.

- No me interesa, yo no cuido a nadie, sólo a Sarada- con delicadeza colocó un mechón dé pelo tras la oreja de la joven Uchiha- sólo a ella- repitió para recalcar.

- Ya oiste.

Pasmada por la actitud del joven HiJin salió del lugar indignada por aquel rechazo ya  directo. Esto no se quedaría así, se prometió.

Cuando el sol dejó de brillar- BorusaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora