Natalie había establecido una relación con todo el estudio, una que otra noche se quedó dormida sobre sus bocetos en alguna mesa.
Sammy, sin duda uno de sus mejores amigos; Susie era su confidente en sus aventuras por el amplio estudio; Joey… Joey seguía siendo el mismo de siempre.No dejaba a un lado su sueño, su ilusión, sin embargo su insistencia ya no era tanta. Natalie estaba formando su carrera, a pesar de llevar un par de semanas en el estudio, su nombre ya aparecía en los créditos de los nuevos capítulos de “Bendy & Boris”.
–¿Crees que se enoje conmigo?
–No, Sammy entenderá que fue un accidente– le decía Natalie a Susie, quién había estropeado algunos instrumentos musicales de Sammy.
–Eso espero, creerá que ya me cansé de su piano.
–Natalie, ¿puedo hablar contigo un segundo?– Joey había llegado a donde ellas. Nunca despegó la mirada de unas hojas que llevaba en las manos.
–Ah, claro– Nat le sonrió a Susie en forma de despedida y siguió a Joey hasta su santuario.
Habían pasado varios días en los que Joey había estado trabajando en un nuevo personaje, sin embargo su inspiración no era suficiente.
–¿Crees que sean demasiado cuatro personajes? –preguntó tras cerrar la puerta.
–Hoy todos me preguntan qué es lo que creo… –contestó Nat.
–Esto es serio, Drawing. Quiero cumplir todos los pendientes pero solo no puedo…
–Tranquilo Joey, manejas un estudio con decenas de empleados que trabajan para ti.
–Para Bendy… –Joey se sentó en su silla, esa silla que siempre había estado ahí, frente a una mesa.
«No de nuevo»
–¿Has pensado en buscar a Henry? Tal vez pueda ayudarte, quiero decir, tantos años trabajando juntos… seguramente lo extrañas.
–Lo buscaré, pero no ahora, no ahora que tengo las cosas claras.
–¿Cosas claras? ¿Qué cosas?– Natalie temía que Joey hubiese encontrado una forma de crear a Bendy, aunque en su cabeza no dejaba de sonar la frase: “Es imposible”.
–Te lo contaré después, no quiero que te emociones tanto como yo, ya que esto podría llegar a desilucionarte, pero te prometo que serás la primera en saberlo– Joey se levantó de su silla dejando todo a un lado. Se acercó a Natalie tomándola de los hombros y besando su frente –Serás la primera en saberlo.
Natalie se quedó sola en esa pequeña habitación, algo oprimía su pecho. Quería a Joey, era un gran hombre, divertido, inteligente y apasionado por su trabajo, odiaba ver que eso último opacaba lo demás.
«Esto ya es una obsesión »
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El Demonio Danzante || Bendy y la máquina de tinta ||
ContoNatalie Drawing recibe una agradable oferta por parte de Joey Drew, crear una caricatura revolucionaria. Natalie, gracias al amor que le tiene al arte de dibujar, acepta la oferta. Esto la llevará a una aventura siniestra y peligrosa, que involucr...