Si lo que buscas es una historia de amor adolescente y descontrolado, estas en el lugar equivocado. Porque aunque cada uno ha tenido su propia historia sin contar, esto es diferente. No son amigos de infancia ni tampoco amores pasajeros, sólo es alg...
Quizá a algunos no les importe, y ni se molesten en leerlo, pero desde hace tiempo tenía esto guardado y no me gustaba la idea de decir que Damien se tira a su hermano menor así nada más Xd
Y no podía publicar esto antes porque quería hacer que esa noticia incestuosa impacte aunque sea un poco :v
So, he aqui, la segunda y última parte de la perspectiva de Damien
(Cabe aclarar que esta un poquis atrasado a lo que seria el cap actual, pero igual)
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Era casi de no creer, su vida había dado un giro total en tan solo poco más de un mes. Y aunque la mayoría eran idas y venidas de entrevistas de trabajo fallidas finalmente un día llegó a casa y su hermano le tenía una buena noticia.
— ¡A que no adivinas lo que hice hoy! —le dijo emocionado cual niño.
— ¿En el trabajo? No, no me doy ninguna idea. —contestó mientras apenas se quitaba su chaqueta de forma cansada.
— No seas amargado, es algo bueno.—sonrió ladeando la cabeza. Luego de un bufido del mayor y una mirada expectante, el menor continuó— Convencí al encargado de darte una oportunidad para trabajar. —guiñó un ojo aún sonriente y fue cuando al fin obtuvo una mirada brillante de parte de su hermanastro y adicionalmente unas emocionadas palabras de agradecimiento.
— Por todos lados me dicen que casi no necesitan personal... —habló algo triste— ¿Cómo lo convenciste?
— Tengo mis cualidades persuasivas. —sonrió orgulloso—Como sea, pensé en pedir algo de pizza o quizá comida china ¿Qué opinas?
Damien sonrió un poco pensando que era una conversación casi diaria hablar de qué comida pedirían o prepararían ese día, siendo que aún faltaba tiempo para poder cenar. Aunque aún no hallaban un tema en común del cual hablar constantemente, ambos hermanastros se esmeraban en conversar durante el tiempo que compartían ya sea durante las eternas tardes de fin de semana o las noches en las que tenían que compartir cama.
— Oye...—habló el mayor, justamente en la oscuridad de la noche y la cercanía de sus cuerpos. En el momento que el rubio quitó la mirada de su celular y le vio por un momento, continuó— Cuando ahorremos algo de dinero, compraremos una cama más.—anunció suavemente.
— ¿Por qué? ¿Acaso te molesta dormir conmigo? ¿Es porque ronco mucho? —soltó afligido, pero más en broma que en serio.
— No es porque ronques. —sonrió un poco y rodó los ojos— Sólo es para mayor comodidad, privacidad, o lo que sea.
El menor soltó una risita— ¿Privacidad? No es como si se pudiese aquí, en un monoambiente tan pequeño. —habló y luego de otra desviada de ojos de su hermanastro, continuó—Además, no me molesta dormir contigo. Eres cálido y prácticamente ni te mueves, me sentiría demasiado solo si es que comienzo a dormir sin sentirte a mi lado. —dijo mientras pasaba su mano por el pecho de mayor en un intento de abrazo.
