–¡Piano, Susie, PIANO!– gritaba Sammy –Cuando escuches el piano es cuando empiezas a cantar ¿entendido?
Se encontraba grabando la nueva canción de Bendy, ahora con la voz angelical de Susie.
–Sammy, oye, Joey te llama –Nat se acercó a él. –Dice que es importante.
–Está bien, ahora vuelo, ¡ah! Susie, ¡piano! –gritó enojado y salió de ahí.
–¿Qué le sucede? –le preguntó Nat a Susie.
–Se molestó por que canté antes de lo debido, y ya sabes que, cuando se enoja, no se le entiende nada.
Nat se escogió de hombros para no afirmar aquello. Le gustaba ver a Sammy enojado.
–En fin, ¿qué has hecho hoy?– preguntó Susie.
–Mi día ha ido de lo peor, mis bocetos, los que tanto me costó que Joey aceptara, se macharon, una desventaja de la tinta.
Mientras hablaba, un papel cayó de la mano de Natalie.
–¡Oh! Había olvidado esto.
–¿Qué es?– Susie preguntó.
–Logré conseguir la dirección de Henry, así cuando llegue, le enviaré una carta para que vuelva.
–¿Una carta? ¿No es mejor llamarle?
–Le llamaré por carta –Nat sonrió sin mostrar los dientes.
–Genial, ni siquiera un “gracias”– Sammy entró al departamento de música y azotó la puerta.
–¿Qué sucede, Sammy?– preguntó Nat.
–¡¿Qué importa?! Que importa que YO me rompa el culo trabajando día y noche si no obtendré siquiera un agradecimiento.
–Tranquilo, Sam… –la cantante trató de calmarlo, pues Sammy podría ser muy agresivo cuando se molestaba.
–Lo odio, odio a Joey y su estupido rostro.
–Eso es, desahógate –Susie lo tomó del brazo– Vamos a grabar la parte del piano ¿si?
Sin decir palabra Natalie salió del departamento y fue directo con su amigo.
Abrió la puerta sin preguntar, con tal brusquedad que sobresaltó a Joey.
–¿Nat? ¿Qué haces? Sal de aquí…
–¿Qué pasó con Sammy?
–No actúes como si te importara– le dio la espalda y se sentó en su silla a trabajar.
–Me importa, no puedes enojarte con Sammy.
–¿Por qué no? Soy su jefe.
–Lo hiciste enojar demasiado…
–¿Y?– el tono de Joey era frío.
Nat se posicionó frente a él, tapando con su mano la hoja de papel donde Joey escribía.
–¿Qué pasó con Sammy?
–Nada, una estupidez, sólo eso…
–¿Qué pasó con Sammy?
Se miraron directamente, con odio.
–Le pedí a Sammy que hiciera una canción donde Bendy… una canción donde cumplía mi ilusión, mi propósito.
–No Joey, ¿cómo le pides eso?
La cabeza de Nat era un mar de ideas. Siempre que creía tener todo bajo control, Joey salía con otra estupidez ligada a su “sueño” de ver a Bendy vivo.
–Sal de aquí Nat, debo trabajar.
–¡¿En una idea para traer esos malditos demonios a la vida?!
–Llámalo como quieras…
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El Demonio Danzante || Bendy y la máquina de tinta ||
ContoNatalie Drawing recibe una agradable oferta por parte de Joey Drew, crear una caricatura revolucionaria. Natalie, gracias al amor que le tiene al arte de dibujar, acepta la oferta. Esto la llevará a una aventura siniestra y peligrosa, que involucr...