Un Buen Inicio de Año

Notas de autor al final de capítulo.

Advertencias: Escenas sexualmente explícitas.

.*.*.*.

Un Buen Inicio de Año

La luz del día se colaba por el gran ventanal que había en la habitación. Habían olvidado cerrar las cortinas al llegar de la fiesta de año nuevo, y ahora ese pequeño descuido le estaba pasando factura.

Una fuerte punzada atravesó su cabeza. Lentamente se giró sobre la cama, chocando suavemente con un cálido cuerpo.

Su prometida se encontraba dándole la espalda, su respiración era apacible. Hasta celos sentía de que ella estuviera tan tranquilamente durmiendo cuando a él la resaca le estaba taladrando la cabeza. A pesar de ello, trató de centrar su atención en la lozana piel expuesta por el camisón de tirantes que Mikasa tenía puesto; Comenzó a acariciar y hacer dibujos imaginarios sobre ella. Su piel tan suave lo estaba tentando.

Sintió como su pequeño amiguito daba un respingo ante la idea de iniciar un buen año entre las piernas de esa belleza exótica.

Se fue acercando más al cuerpo femenino, mientras que su mano se aventuraba a bajar uno de los tirantes y escabullirse hasta atrapar uno de los tibios senos de su mujer.

Lo palpó suavemente, pero no conforme, lo estrujó un poco más fuerte, teniendo como respuesta un suave murmullo inteligible de Mikasa.

La temperatura en su cuerpo comenzó a subir ante las imágenes sugestivas que se acumulaban en su mente de encuentros anteriores que ha iban tenido entre ellos.

La deseaba en ese justo momento. Su hombría no soportaría postergar aquel encuentro.

Decidido tomó el pezón entre sus dedos y lo pellizcó rudamente mientras se pegaba lo más posible al cuerpo de su novia.

—¿Mmm? Le-vi—. El susurro adormilado y aterciopelado de Mikasa logró encenderlo aún más.

—Buenos días mocosa— dijo mientras mordía el lóbulo de la oreja de ella y refregaba su pene en el gran trasero que su mujer poseía.

Tomó el cuerpo de Mikasa y lo volteó sobre el colchón, dejándola boca abajo, levantó rápidamente el camisón hasta la cintura de ella, colocó su mano derecha sobre la espalda baja ejerciendo un poco de presión para que no se moviera, mientras que con su mano restante deslizaba por una de sus piernas las braguitas de encaje guinda que tenía puestas, dejándolas enganchadas en una sola pierna.

Mikasa estaba cansada, la fiesta había sido un total descontrol, había bailado todo lo que sus pies le permitieron y tomó todo el alcohol que se cruzaba frente a ella. Claro que ella gustaba de tener sexo en la mañana, pero en esa ocasión lo único que su cuerpo pedía a gritos era dormir.

—Quiero dormir

—Después podrás dormir todo lo que quieras.

La voz ronca de Levi sobre su oído le erizó la piel. Su aliento cálido le acarició la nuca y ella maldijo su gran debilidad frente a él. Tratando de ignorar al hombre encima suyo, fingió quedarse dormida. Sin embargo eso hizo que las ganas de él se atizaran aún más.

Sin mover su mano que tenía en la espalda de ella, se recargó levemente sobre ella, y con sus piernas se abrió espacio entre los muslos femeninos. Con su pierna izquierda comenzó a subir la pierna de Mikasa unos cuantos centímetros.