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Después de la fiesta

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     Con pereza abrió los ojos, aturdido por la luz se revolvía en su cama con las sabanas algo sucias y desordenadas. Tardó en notar que sólo estaba él en aquella cama, con desgano se levantó, y a paso lento se dirigió la puerta.

     Al salir de la habitación, vio que en la sala se encontraban Springtrap y Meg, la chica costada en el sofá arropada con la chaqueta del amante de los tomates, mientras Springtrap, él se durmió en uno de los muebles individuales y bestia estaba con él.

     No le tomó mucha importancia y siguió su camino hasta la cocina donde encontró a Golden preparando café.

— Buenos días. — saludó Foxy sentándose en una de las sillas del comedor, quedando en frente de Golden.

— Buenos días. — le correspondió el saludo, se acercó al comedor con una taza de café en mano, un vaso de agua y una pastillas para el dolor de cabeza, las dejó en la mesa y se sentó al lado de Fox. — ¿Cómo amaneciste?

— Con resaca, obviamente, me estalla la cabeza, tengo unas terribles ganas de vomitar. — tomo la pastilla, se la puso en la boca, tomo el vaso con agua y se la bebió toda — Dios, no quiero volver a tomar en lo que me queda de vida.

— ¿Será tu propósito para esté año?

— Tal vez.

— Entonces no será un propósito, sino una promesa vacía. — bebió un poco de su café — Lo digo porque la mayoría de la gente dice eso, y al final no lo cumple, menos lo haremos tú o yo.

— En eso tienes razón.

— Tal vez, tu propósito de año nuevo sea bajarle dos a tus erecciones.

— ¿Qué tienes en contra de mis erecciones?

— Que estoy agotado, me duele el trasero, necesito un descanso.

— Si te sirve de consuelo, a mi también me duele el culo. Parece que nos divertimos mucho anoche ¿no? — rió levemente intentando acordándose de lo ocurrido después de la fiesta.

— Sí. — confirmó también riendo.

     A Foxy le pareció adorable aquella risa tan simple del rubio. De sorpresa todo con delicadeza la cara de Golden para acercarle a él, y besarle. Pero el contrario retrocedió cubriéndose la nariz.

— Mejor no. — murmuro Golden aún cubriendo y con algo de pena por lo siguiente que iba a decir — Tienes mal aliento.

— ¿¡Qué!? — el pelirrojo se sorprendió con indignación, él creía que NO le apestaba la boca, así que decido verificar si era cierto. Y sí, tenía mal aliento. — Oh mierda, es verdad, ¿acaso estuve fumando anoche?

— De hecho, — Golden dudo si decirlo o no, pero al final se decidió que sí — sí. Anoche le quitabas los cigarrillos a Deuz de la boca y te los fumabas tú.

     La cara de Foxy se deformó en una mueva de total asco y confusión. — Mierda, ahora sí quiero vomitar. — hasta que Golden podría jurar que su rostro se tornó verde de las náuseas. Lo cual le dio algo de gracia.

— Te aguantas, acabas de tomarte una pastilla. — fue lo único que dijo Golden y siguió bebiendo su café.


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『🍮』 ❝g̶o̶l̶x̶y̶ ❞ ☼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora