*~Never too late~* (Destiel)

Caminaba sin rumbo y sin propósito alguno, suciedad por todos lados, tanto por fuera que por dentro. Lo último que recuerdo es que escapaba de los leviatanes en el purgatorio, corría por mi vida, la vida que empezaría ya que me quedaría en el purgatorio, día tras día sobreviviendo en aquel lugar. Había dejado que Dean se fuera al portal sin mí, sabía que podría cruzar con él, pero si yo pasaba del otro lado del portal con él aún así seguiría recordando aquellos pecados realizados por mí. Fue mi deseo egoísta por el cual esto estaba sucediendo, por mí culpa muchos murieron, tanto humanos como ángeles, no podría olvidar lo que le había hecho a mis hermanos y hermanas, a mi familia, a mis compañeros.... a mi amor.... ¿como pude haberle hecho esto? con más razón a él, ¿porqué a él? lo he defraudado, decepcionado, como quieran decirle. Pero le fallé a él, le mentí, lo utilicé, lo herí y todo por querer tener el poder.

Lo que dicen sobre que "el poder te ciega" es cierto, yo lo viví. yo lo sentí, admito que se sintió por un tiempo bien, pero cuando mas lo pienso y lo dedujo, hice un mal. Así que supe que si me alejaba de Dean podría dejar de herirlo, lo evitaba para que no estuviera cerca de mí y sintiera el sufrimiento de lo que es estar conmigo. Antes de que cruzara el portal supe que jamás lo volvería a ver y cuando alguien sabe que jamas volverá a ver a su amado, la mejor forma de despedirse es ser honesto, lo aprendí al ver una película en la televisión. Antes de que soltara a Dean para que él cruzara sin mi le confesé mi amor hacia él.

Me encontraba caminando por lo que se suponía ser una carretera, una desierta y solitaria, perfecta para mí supuse. caminaba sin rumbo de a donde ir, ya que solo aparecí aquí. Supuse que ya no estaba mas en el purgatorio, por que ninguna me ha perseguido o tratado de aniquilarme.

Me paré en frío por ver un auto muy familiar alado de mí. Era un impala negro, podría jurar que aquel impala es muy parecido al que conduce Dean...

Aquel auto se paró en seco de la carretera y se vino de reversa. Ho rayos! si es el impala de Dean! y ahí esta él manejándolo! Antes de que Dean se percatara de mi presencia desaparecí para que no supiera que "sigo vivo". Me fui al lugar donde se supone que es la casa de Bobby. Voltee a mi alrededor y al parecer seguían los carros acumulados alrededor ordenadamente tal y como Bobby los tenía.

Me senté en una caja que ya se le podía nota oxidada y reposé mis manos sobre mi cara dejando caer gotas de agua salada que simbolizaban mi lamento y tristeza que resbalaban por mis mejillas. El no te quiere Cass, lo traicionaste, me lo repetía una y otra vez para que quedara en claro que era una amenaza para los hermanos Winchester.

Pasé el mayor momento lamentándome y torturándome con los recuerdos de mis pecados, pero mis pensamientos fueron interrumpidos al sentir gotas caer sobre mí. Alcé mi cabeza para mirar como la obscuridad de la noche era acompañada por una nube que deja caer las gotas que llamaron mi atención y que también me hicieron reflexionar que debo enfrentar los hechos. no puedo quedarme lloriqueando como un bebé haciendo un berrinche por que le quitaron su chupón.

Aparecí en el motel donde Sam y Dean estaban descansando. parece que aquí también anda lloviendo, pero aquí había truenos y rayos. Estaba todo empapado pero eso no importaba por ahora, me asomé por la ventana para poder verlos a ambos. Sam estaba recostado parecía que estaba durmiendo, no podía ver mucho gracias a la obscuridad del cuarto que lo cubría. Enfoqué mi mirada en lo que sería el rostro de Dean siendo iluminado por la pantalla de la computadora portátil de Sam, si no estoy mal estaría investigando cosas sobre algún caso que tengan.

Me le quedé viendo hacia los ojos, gracias al brillo del aparato podía ver aquellos ojos de color verde acaramelado que hacía perderme en un lugar donde no podrías encontrar al menos que sea viendo directamente hacia sus ojos. me le quedé admirando un tiempo mas hasta que un rayo hizo salirme del trance de sus ojos, al igual de el con lo que sea que deba estar leyendo en la computadora para después apuntar aquellos ojos verdosos hacia mi. Aproveché la luz y estruendo del rayo para desaparecer del lugar, luego de un rato volví a aparecer discretamente de nuevo por la ventana para que no me vieran directamente. Mire por una esquina de la ventana, capté que Sam y Dean estaban hablando, parecía que Sam quería que Dean reaccionara en algo en específico, por lo tanto Dean tenía una mirada triste y preocupada, casi parecía que.... ¿quería llorar?

Dean entró al baño en lo que Sam se volvió a meter entre las sabanas para recuperar su sueño perdido. ¿Dean sufre mas por que yo no estoy? ¿será por eso? no lo sé pero se veía devastado. Tenía que hacerle frente, no podía quedarme ahí viendo como Dean sufría sin ninguna razón.

Aparecí detrás de él justo cuando se estaba lavando la cara, levantó su rostro y se quedó perplejo mirando mi reflejo para después mirar mi rostro sin tener que verlo en el espejo, parecía no poder hablar así que decidir el primero en tomar la palabra....

-Hola Dean- solté al fin

Él solo se me quedó viendo, revisó todo mi cuerpo de pies a cabeza con una mirada como si pensara que es un sueño. Después de un tiempo Dean ya se encontraba abrazándome y apretándome contra su cuerpo con una fuerza como si no quisiera soltarme. Respondí su abrazo enredando mis brazos en él, luego me soltó para mirarme directamente a mis ojos.

-Cass... co-como es...- aparentemente no podía encontrar la palabra correcta para poder seguir. Lo ayudé respondiendo a su pregunta no finalizada -No tengo la menor idea pero... ya estoy aquí-

-Por dios, por supuesto que estas aquí- se notaba una lagrima resbalar por su mejilla izquierda -pero... ¿desde cuándo andas por aquí? yo... yo juro haberte visto en la carretera esta mañana..... - arrugó su cara sin entender lo que sucedía

-pues...- agaché mi cara apenado por no querer contestar aquella pregunta

-¿Cass? ¿Qué sucede?- Dean tomo mi barbilla obligandome a verlo directamente a sus ojos, se podía ver en aquellos orbes verdes el reflejo de preocupación.

-Bueno... en sí no pasa nada... es solo que tenía miedo...- pude ver que seguía confundido -tenía miedo de que me odiaras o de que sintieras rencor conmigo- agaché mi cabeza dejando soltar unas cuantas lagrimas

-¿Qué? eso no es cierto- agachó el igual su cabeza para que pudiera encontrarse con mis ojos.

-Fue mi culpa por la cual fuiste al purgatorio y que sucediera todo lo pasó con el asunto de los leviatanes- comenté. y antes de que pudiera él hablar expliqué -por mí culpa los leviatanes salieron del purgatorio, después de eso tendríamos que arreglar el problema con ellos matando a Dick, lo cual nos enviaría directamente al purgatorio, te abandoné en aquel lugar indefenso sin algo con qué defenderte. Te abandoné y te defraudé. No merezco misericordia de nadie, Ni siquiera de Dios mismo... - con cada palabra que decía soltaba lagrimas y sollozos. cada cosa que dije era verdad, no merezco misericordia de nadie, lo que hice no tiene un perdón.

Tenía mis parpados cerrados con fuerza, al igual con todo mi cuerpo tenso por la carga de furia que tenia hacia mí. Cada musculo se relajó cuando sentí unos brazos fuertes rodear mi cintura y una mano posicionando mi cabeza sobre algo duro. Abrí mis ojos, lo primero que vi era un cuello, levanté mi vista, era Dean quien me estaba abrazando. Lo único que pude hacer fue llorar, quitarme esa furia y rencor que cargaba sobre mí, yo lloraba como un pequeño niño indefenso en lo que Dean me abrazaba y acariciaba de mi cabello. Yo estaba quebrado y él estaba ahí para mi.

-shhh tranquilo Cass no pasa nada- seguía jugando con mi cabello al haber dicho esto -te quiero mucho Cass, y no quiero que jamas lo olvides ¿okay?- me apartó poco para poder verlo hacia sus ojos.

me quedé impactado con lo que había dicho, no podía creerlo, Dean si me quería y no me odiaba. -jamas lo olvidaré, yo también te quiero Dean- dicho aquello, Dean solo posó sus labios en mi frente durante un tiempo depositando un beso en el y regresándonos a la posición que actualmente estábamos, en los brazos del uno al otro.

En ese momento Dean me hizo saber que me quería, que no me odiaba, que no estaba enojado por lo que había hecho, sino que estaba preocupado por mí, todo este tiempo, cuando pensaba que estaba enojado o molesto conmigo era solo por que se preocupaba por mi. Pensaba que era muy tarde tener el perdón de alguien, que no podía tener misericordia de nadie. Pero para tener misericordia o el perdón de alguien que sea o no sea especial para ti se gana con el tiempo y con las buenas acciones o decisiones que tomas. Y para eso... Nunca es tarde...