La fastidiosa de mis sueños.

ERES TÚ.

Salí a recojer mis cosas y escuché a alguien llamar, conozco de sobra a los pubertos idiotas que solo quieren algún objeto a molestar pero alguna vez lo fui y me concentre en cosas mejores que molestar gente, así que ignore ese insistente ¡Shhh! Tomé mi tabla y luego mis tenis.

-¡Hey!-Escuche un susurro, de la tabla que estaba en frente.

Me pareció ridículo que la voz a penas audible no hiciera un mayor esfuerzo por pedir más atención, hice como que no escuché nada.

-¡Oye!-Siguio hablando bajo, distinguí la voz-Oye te hablo a ti-Dijo ya con un tono más fuerte.

-¿Yo?-Me hice el desentendido, ¿Quien habla?-pregunte fingiendo desconfianza.

-Aquí-Se quedó un momento en silencio como resistiéndose, con orgullo-. Necesito ayuda

Me acerque más por curiosidad, con más intenciones de burlarme que de ayudar. Estaba abrazada a la tabla y tensa, tanto que respingo al instante que me acerque

-Alto ahí-Dijo alterada-, No te acerques tanto, no se que clase de pervertido puedas ser-Comento nerviosa

Hasta donde estaba podía ver su rostro encendido, y aunque quería reírme hice un esfuerzo por no hacer nada.

-Has sido tú quien me has llamado-Musite en tono burlón-¿Entonces que quieres de mi?.

-No es que me plazca haberte encontrado sólo a ti, pero necesito ayuda-Sus mejillas de encendieron aún más, y se quedó callada un momento-. Me ocurrió un accidente al salir del agua y ahora no puedo salir fuera del alcance de mi tabla.

Me reí un momento, a gusto-¿Que ha sucedido?

-Las olas me han arrancado la parte de arriba del bikini -Contesto apresuradamente.

-¿Y que puedo hacer yo por ti?-Tenía que aprovechar la ocasión, no todos los días puedes reírte de las desgracias de esas personas

-¡Ni siquiera se por que te he pedido ayuda!-Suspiro frustrada.

Acerque mi camisa y la extendí en silencio-Si quieres yo puedo ponértela-Dije con voz picara.

-Ni en tus sueños-Respondió bastante rápido. Aún así tomo la camisa y se la coloco por encima del hombro sin mucho éxito.

Me acerque y se la coloque sin mirar más de lo que ella me dejó mirar, pero claro que mire. No soy un idiota pero claro que tampoco un maldito pervertido que se aprovecha de las situaciones, menos con alguien que no me agrada.

-Esto es tan vergonzoso- Suspiro

-Bueno, No es que yo sea la hermana de la caridad y tampoco es que me complazca ayudarte, no eres la persona más agradable pero mostraré algo de buena fe y te ayudo por que ya me has dado suficiente satisfacción con este espectáculo vergonzoso.

-Tampoco a mi me complace pedírtelo precisamente a ti, no eres ni siquiera simpático-Dijo en tono mordaz-, Pero algo es algo y necesito ayuda, así que gracias.

-Puedes devolverme el favor presentándome a algunas de tus amigas, aunque desconozco si alguna vez tengas la suficiente empatía para hacer algo por los demás-Comenté con cierto desdén, pero menos del pretendido.

Tanto así que me regalo una mirada airada.

-No muestro interés por la estupidez infundada, aunque quiero esperar más de ti-Sonrió y se despidió de con un gesto de mano-Hasta luego Sr. Schmidt.

Desde luego que no me afectó en lo más mínimo sus comentarios, a menudo no me tomo los comentarios bastante a pecho, no es que sea un insensible, es que reconozco cuando una persona merece mi memoria selectiva. Tome mis pertenencias y decidí volver a casa, ya había buena música y compañía en el bar, pero me había quedado con esa sensación graciosa e irónica que sostuve hace un momento y no estaba dispuesto a cambiar mucho mi humor por más que pudiera pasarla bien.

Consume hasta casa de la manera normal, deje las llaves donde siempre y entre a casa, me encontré a Kevin de camino a mi cuarto.

-¿Te hablo Bruno para lo de fiesta?-Se puso una sudadera-,Me dijo que Lei piensa ir, ¿la has visto?

Sonreí al recordar hace un rato.

-Si-Me reí con disfrute-De hecho de allá vengo, hace unos minutos me la encontré en el centro, y ¡Se puso tan impertinente que me llamó idiota!

-Y a ti te encanta el drama, deja ya el sarcasmo y la ironía, no te ha nombrado por nada que no sea verdad. Ayer la acompañe a la escuela, ya no tiene 7 años, se ha puesto tan guapa últimamente.

-¡Por favor Fedra termina con este acto de agonía, jamás te Amara ese Hipólito!, no sanara tus heridas, no corresponderá a tu amor-Dije teatralmente.

-Es tu caso el de drama griego, no fui yo quien termine sólo-Se fue riendo, y me dejó sólo.

-¡Ese Narciso jamás te mirara como esperas!-grite.

-Arreglate princesa y nos vamos, no te amargues por que a ti no te miran chicas guapas-cerró su cuarto de un portazo.

Entre en mi cuarto y vi los múltiples mensajes de Logan, peor que cualquiera de mis anteriores novias.