INKERI "La Salvación de los Ángeles Caídos"

Capítulo 1

Muerta en vida

No puedo contener los nervios. Empecé a comerme las uñas, mis manos tiemblan como nunca antes, por momentos olvido como respirar. Soy la próxima al entrar al consultorio del Oncólogo, inhalo fuertemente y entro conteniendo la respiración.

— Buenos días, Inkeri, tengo tus resultados, se dirige a mí —Cuanto tiempo me queda, pregunte sin rodeos— un año, me dijo en seco.

— Pero con la radiación podemos alargar ese tiempo— trataba de convencerme que vuelva a la terapia—Doc., usted sabe que llevo 5 años luchando contra esto y ya no quiero más—Le dije todo lo que sentía en ese momento, mis ganas de vivir eran nulas.

Tome aquel sobre blanco, en efecto el tumor que habían extirpado de mi cabeza hace un par de meses se había extendido a mi sistema respiratorio, salgo de la clínica como un zombi sin rumbo alguno.

Llegue al muelle que solía visitar junto a mi madre, era muy cerquita de casa, me quite los zapatos y metí mis pies al frio lago. Vagos recuerdos se apoderaban de mi mente, aquella navidad donde cambio todo, aquel desmayo que fue el pretexto de mi enfermedad. Mi padre al poco tiempo que se enteró que tenía un tumor maligno en la cabeza se fue, mi madre desde entonces se hizo cargo de mí pero hace un par de años, su débil corazón dejo de funcionar correctamente, y ahora depende de un marcapasos incrustado  en su pecho.

Muchas veces pensé en acabar con el sufrimiento yo misma, pero siempre tenía el pensamiento de que no era lo correcto, no sería capaz de hacerle daño a mi madre. Vi mi reloj de  muñequera, me levante, llevaba mis zapatos en las manos y el sobre lo doblé y guarde en mi bolsillo trasero.

Tomo el camino de vuelta a casa, al doblar la esquina me encontré con mi mejor amigo Elías, quien sin pensarlo dos veces me acompañó.

— Puedo saber que te ha dicho el doctor hoy, me pregunto —pues me ha dicho que..., me quede pensando si decirle o no — Lilo, así lo llamo de cariño, el cáncer se extendió hacia mis pulmones, el oncólogo me dio un año de vida, se lo dije tratando de no llorar —eso no puede ser verdad, tú no te puedes morir, tu eres lo más bueno que existe en este mundo no mereces morir—nos abrazamos muy fuerte. — como se lo dirás a tu mamá, me pregunto mi buen amigo—no le diré nada, ella no puede saberlo, podría morirse con la noticia y eso es lo menos que quiero, lo dije limpiando mis lágrimas para entrar a casa.

Lilo entro primero, mama estaba sentada en el sofá viendo las noticias; saludo a mi amigo como era de costumbre. Me senté a su lado y la abrace.

—Inkeri, como te fue en el doctor hoy, que no me olvide que tenías cita, me pregunto esperando una respuesta— me arme de valor y le dije una mentira— pues me fue bien me ha dicho que voy mejorando— deseaba que todo lo que le estaba diciendo fuera real.

— ¿Inkeri? — mi amigo me llamo, mi mirada choca con la de él, —no te olvides que tenemos que terminar  el proyecto final de curso. — no se me olvida, me pare y fuimos hasta mi habitación a terminar nuestro trabajo.

No podía concentrarme en lo que me decía Elías, como arte de magia empecé a recordar un sueño en particular, una luz brillante y una voz tranquilizante que me decía que pronto acabaría todo mi sufrimiento, mama me decía que el que me hablaba era Dios, y mi psiquiatra creía que era producto al tumor cerebral.

— Ink, creo que yo termino con esto, así que descansas, propuso mi amigo — ok, pero mañana te ayudo con lo que sea, quería sentirme útil — tu solo descansa, dijo mi amigo cerrando la puerta al salir.

Eran las ocho de la noche, agarre mi computador, revisando mí email encontré un mensaje extraño:

"Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que arrojándolos al infierno los entregó a prisiones de oscuridad, para ser reservados al juicio"

Intente ver el remitente, pero me salto a una página averiada, actualice mi correo y aquel mensaje había desaparecido. Se me hizo muy extraño, pero aquella frase me dejo una sensación de buscarle significado.

Abrí el buscador de mi portátil, puse aquella frase y se desplegó la información extensa, puedo decir que pasaron más de dos horas leyendo sobre el tema, hasta que llegue a un portal muy inusual, lo abrí, leyendo despacio volvió abrirse una ventana externa, al parecer era un adicional de la página que había abierto hace unos instantes; en negrita estaba resaltado el siguiente texto:

"Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que arrojándolos al infierno los entregó a prisiones de oscuridad, para ser reservados al juicio". Pero también sabemos que Dios ama a todos sus hijos sin excepciones, aquellos que se rebelaron rompiendo a medias las reglas y están arrepentidos tendrán la misericordia de recuperar sus alas para volver a casa. Et elegit anima mea, reus erit dare alis eorum ostende eis viam ad caelum.

Para mi sorpresa aquel párrafo terminaba en una frase en Latín, recordé que Lilo estudio latín unos años atrás, aproveche y le envié la frase para que me diga lo que quería decir. No pasaron ni diez minutos que ya tenía a mi amigo enviándome la respuesta:

Mensaje:

Lilo: Significa que el alma elegida les devolverá las alas y les enseñara el camino a casa. ¿Puedo saber que estás leyendo?, no te olvides que mañana hay un examen importante así que ya duerme.

Inkeri: Gracias por tu traducción, no te preocupes no voy a invocar a ningún demonio si es lo que te preocupa, y ya me voy a dormir, tú también estudia nos vemos.

Bloquee mi celular, acomode mi portátil en el escritorio, distendí la cama y me acomode, el reloj de la mesita de noche, marcaban 22:35, sin batallar mucho cerré mis ojos y conseguí el sueño.

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Podía sentir una brisa en mi rostro, abrí mis ojos y me encontraba en un lugar hermoso, reinaba el color verde a mi alrededor, podías escuchar el cantar de los pajaritos, camine hacia un túnel decorado con flores que nunca antes había visto, al llegar al final pude ver a lo lejos dos siluetas una más brillante que la otra, una de ellas abrió sus brazos y con ellos se extendieron unas enormes alas, las cuales brillaban, la silueta que lo acompañaba lo hizo hincar hacia él, obedeció, lo vi porque él se arrodillo, la otra silueta le toco la cabeza y sus alas desaparecieron dejando ver a un hombre, fue algo impactante, aquella luz brillante le señalo un portón muy grande, el cual sin pensarlo dos veces cruzo. De pronto sentía como me faltaba el aire, aquella tranquilidad se convirtió en ruido absoluto, me encontraba en mi habitación, pero algo era diferente, me encontraba en mi cama, al querer incorporarme note que estaba suspendida en el aire, no existía suelo alguno, solo un vacío profundo dejándote ver un gran punto rojo fuego.

Alce mi vista y vi a alguien suspendido 4 metros más arriba que donde estaba, tenía una túnica color carmesí, no podía ver su rostro, ya que lo tapaba con la capucha, pero pude divisar unos ojos color rojo intensos, abrió sus manos y dijo:

"Él siempre quiere ser el bueno, el correcto, pero aún estoy aquí"

Sabía que estaba soñando pero era tan real, quería despertar, aquel punto rojo que vi desde un principio estaba subiendo, aquel hombre misterioso bajo de golpe sus brazos gritando algo en alguna lengua muerta me supongo, cuando termino de decir la frase mi cama cayó al vacío, y desperté inmediato en mi habitación yo muy agitada y sudada, sentí algo en mi nariz, era sangre, me limpie, fue una maldita pesadilla, fue tan real me dije a mi misma tratando de tranquilizarme. Vi el reloj y faltaban 10 minutos para que sonara mi alarma, me incorpore y fui hacia el baño, puse a calentar la ducha, me metí en la bañera, cerré mis ojos, corrí la cortina, estaba tan relajada que sentí como alguien abría la perilla del lavamanos, Salí de la bañera me acerque y alguien había escrito en el espejo: ESTAS MUERTA EN VIDA, limpie el espejo y vi los mismo ojos rojos reflejados en el espejo el cual a dar un pequeño grito exploto, mi alarma sonó de inmediato, me levante asustada era solo un sueño, un mal sueño.