Regalo

*** **Domingo 31 de diciembre** ***

Abrió los ojos lentamente ante el sonido del celular, estaba recostado en su cama, miro el techo fijamente, sabía quien le escribió, era demasiado obvio quien le escribió, cerró los ojos "¿qué no somos mejores amigos? Creí conocerte a la perfección... ¿Cuál es ese regalo que es imposible darte? Y esa última expresión que me mostraste... maldición" pensó con tristeza mientras que un nuevo zumbido lo interrumpió, estiro la mano para alcanzar el celular que reposaba en el escritorio junto a su cama.

Y: Tsukki donde te veo para ir a la fiesta sorpresa de Daichi-san?

Y: Iras... ¿cierto?, siento mucho lo que dije ayer.

T: Iré Yamaguchi, paso por ti a las 7.

Y: Esta bien, Tsukki.

Se fue a bañar para después elegir una de las Yukatas que su madre le dejo preparadas antes de su viaje para visitar a Akiteru.

-Esta servirá- comento ante una azul fuerte eligiendo el obi gris, "maldita la hora en que acepte todo esto"

*** ***

Cuando llego a casa de Yamaguchi lo encontró ya a la puerta hablando con su madre, al percibir la presencia del rubio que se había detenido a unos pasos, se despidió de su madre y camino a prisa para encontrarse con él. Sin cambiar su rostro inexpresivo Tsukishima sintió su corazón palpitar más fuerte de lo normal "es fascinante que independientemente de la ropa que vistas me puedas alterar" miro fijamente a su amigo, quien portaba un Yukata azul de una tonalidad mucho más clara que la suya y esta incluía unas particulares estampas de montañas en tonos blanco y azul fuerte, la Yukata era sostenida por un obi color blanco, el chico portaba un pequeña bolsa negra que casi no hacia juego con su atuendo.

-Buenas noche Tsukki, ¿vamos?

-Buenas noches Yamaguchi-comento mientras se dirían al restaurante cerca del templo, aparentemente Yamaguchi omitiría el incidente del día anterior.

El plan del club era simple y lógico, pero cansado, insufrible e inhumano ante la perspectiva de Tsukishima, irían a una cena por el cumpleaños del capitán, luego era libres de pasar su tiempo recorriendo el templo en lo que la noche moría para juntarse de nuevo luego de las 12 de la noche, siendo ya 1 de enero, es decir el cumpleaños del As de Karasuno.

-Sera una noche larga, ¿estás seguro de participar en todo? –cuestiono su acompañante al notar como fruncía ligeramente el ceño, intuyendo que pensaba en las futuras actividades.

-Más largos serian los sermones de Nishinoya-san si no nos quedamos a la fiesta de Azumane-san.

Tadashi soltó una bella carcajada- waaa y visto como se comportó toda la semana antes de navidad?- expresó Yamaguchi con voz cantarina- estuvo más inquieto de lo normal, incluso se vio desesperado.

-Es patético, si quieres algo, solo debes hacerlo.

-Como era de esperarse de Tsukki- Sonrió Yamaguchi, miro sus pies que se movían al caminar – Pero sabes Tsukki, ¿no crees que tenía miedo? es decir, se trata de la persona que más ama en el mundo.

Tsukishima miro por el rabillo del ojo a un sonrojado Yamaguchi, quien no apartaba la mirada del movimiento de sus pies y jugaba con la cinta del bolsito negro entre sus manos, volvió la vista al frente – Supongo que lo entiendo.

Cuando llegaron al lugar se encontraron con la mayoría de los miembros presentes, exceptuando al cumpleañero que sería llevado por Sugawara sin saber que lo tramaban, Daichi sabía que perderían tiempo en el templo en lo que amanecía para celebrar el cumpleaños de Asahi, por otra parte; Asahi sabía que celebrarían el cumpleaños de Sawamura y luego era libres para pasar su tiempo en el templo y de allí cada quien para su casa.