Listo, ya era oficial.
Todo el colegio sabía que tanto Jimin como yo éramos unos malditos desviados y por fin, después de mucho tiempo nadie parecía tener conflicto con ello. Jimin había hecho que el equipo ganara la final de rugby con esa magnífica patada y todo el mundo parecía amarlo nuevamente. El director, que recordemos es un amante del juego y de la temporada, me readmitió tan sólo porque había encontrado a la estrella del equipo y lo regresé a donde pertenecía.
Todas las dificultades habían desaparecido casi por arte de magia.
No más sonidos molestos por parte de ningún alumno hacía mi persona. No más insultos ni ese sentimiento de no encajar, ya nadie usaba la voz de otras personas porque comenzábamos a ser nosotros mismos, después de generaciones y generaciones en ese colegio.
La única dificultad que yo había encontrado nuevamente dentro de mi vida en el colegio eran mis sentimientos por Jimin. Porque sí, era fácil aceptar que ambos éramos completamente gays, pero el hecho de sentir algo uno por el otro era algo bastante distinto y yo me sentía realmente estúpido por amar su voz al cantar juntos mientras los acordes de nuestras viejas guitarras nos acompañaba entre las paredes de nuestra habitación.
Una semana después de que el juego finalizó las ansias me carcomían por dentro. Jimin había vuelto a ser mi amigo y podría decir que ahora era más expresivo con su afecto hacía otras personas. No quería hacerme ideas equivocadas, pero no a todos los abrazaba cada que se emocionaba por obtener una buena nota en los ensayos de literatura, o cada que rompía su record con las patadas en el rugby, o cuando su madre le mandaba cartas para saber cómo iba su vida sin ella.
Sí, yo era el enfoque donde la emoción de Jimin se concentraba, y eso me estaba matando lentamente. Muy lenta y dolorosamente.
– Jungkook...
Su perfecta voz llamándome, mientras me miraba con aquellos ojos.
– ¡Jungkook! –Demonios.
– Lo siento, ¿qué me decías? –Ni siquiera recuerdo sobre qué estábamos hablando.
– Te pregunté cuándo es el tiempo límite para entregar la investigación de biología, pero tú pareces muy concentrado en mi rostro. No tengo un barro gigante y por eso es que no apartas la mirada, ¿cierto? –Me miraba divertido mientras su bonita sonrisa aparecía.
Somos amigos, maldita sea. El primer amigo de verdad que tengo y debo cagarla al empezar con estos sentimientos hacía él. Yo sin duda no he dejado de ser un mal amigo, desde aquella vez.
– Oh bien, creo que tenemos dos semanas más, puedes estar tranquilo. –Le resté importancia y fingí de nuevo poner atención en mi desgastada guitarra. Debí ponerle la suficiente atención para notar que una cuerda estaba por reventarse. Por desgracia, me di cuenta hasta que chocó en mi mejilla abriéndola un poco.
Genial.
– Te advertí que debías comprar cuerdas nuevas de repuesto. –Se apresuró a decir Jimin mientras caminaba hasta sentarse a mi lado, sobre mi cama.
– Debo hacerte más caso.
– Déjame ver eso... – Tomó mi guitarra en sus manos, pero simplemente la cuerda estaba rota desde la mitad, era imposible tratad de arreglarla.
– Está bien, en el siguiente viaje a la ciudad iré a la tienda de música más cercana. – Traté de sonar despreocupado. El perfil de Jimin era muy estético, me ponía nervioso que fuera tan malditamente atractivo.
Desvié la mirada hacia os libros apilados de la esquina de la habitación.
Entonces sus dedos rosaron mi mejilla, justo sobre la pequeña cortada que la cuerda de metal había dejado en ella, limpiando las escasas gotas de sangre que emanaron en ese momento.
Odio mi tez pálida y el rubor en mis mejillas en este preciso momento.
– Oye Jungkook... –me llamó– ya pasó una semana desde la final y...
Oh no, no menciones el accidente, ¡por favor!
– ¿Aún quieres seguir festejando? –Cambia el tema, no llegues a lo más vergonzoso de mi vida después de revelarle a todos tu orientación sexual.
– No. Jungkook, yo en serio quiero hablar de eso. – ¿por qué de pronto estaba tan cerca de mi rostro? ¿Por qué quería hablar del beso accidental que resultó gracias a un abrazo bastante asfixiante? ¿Por qué se empeñaba en recordarme lo mucho que me gustaría repetirlo?
– Oh, no fue gran cosa, la euforia se apodero del mundo, y al querer deshacer el abrazo, un empujón llevó a otro y tu rostro y el mío terminaron casi fundidos en uno sólo, no es como si lo quisiéramos en realidad. – No sé de dónde me sale tanta mierda. ¿Qué carajo acabo de decir?
– ¿Y qué si yo si lo quería?
¿Qué?
– ...
– Respóndeme – Se estaba acercando demasiado, su respiración casi chocaba en mis labios.
¿Qué quería que le dijera? ¿Que yo estaba tan ansioso después de ese beso que no dejo de ver su bonita boca cada que se distrae? ¡Ja! Sí claro.
– Yo...
– Jungook, creo que no hemos tocado este tema, pero, el verdadero motivo por el cual me alejé hace unas semanas, fue porque tenía miedo de no controlar mis sentimientos. Mis sentimientos hacia ti.
Bien... ¿qué?
– Yo no entiendo...
– ¿Qué no entiendes? ¿Es tan difícil ver que me muero por besarte de nuevo? – Y sin más volvimos a fundirnos en uno mismo, pero esta vez, como debía ser.
Sus esponjosos labios se cernían de manera delicada alrededor de los míos y no pude evitar cerrar los ojos y disfrutar de la sensación. Simplemente estaban pasando muchas cosas buenas en muy poco tiempo y yo no quería que nada se estropeara.
Sus manos pasaron a mis mejillas, acunando mi rostro, enmarcando más el momento. No pode evitar poner mis manos sobre las suyas para creerme lo que pasaba, pues su lengua comenzaba a abrirse camino entre la mía, y, ambas inexpertas, intentábamos acoplarnos al contrario.
Terminé por separarme un momento y tomar aire. Nuestras frentes seguían juntas y yo necesitaba procesar todo esto, porque estaba pasando demasiado rápido.
– Los siento – Dijo soltando mis mejillas. Mis manos se fueron junto con las de él, e inconscientemente apreté sus dedos. No quería que se alejara.
– ¿Qué sientes? Por favor, no te disculpes, sólo, bésame de nuevo para saber que no es otro sueño.
Ya está, lo había dicho y no había marcha atrás.
Sus ojos subieron a los míos y su mano izquierda entrelazo los dedos a mi mano derecha. Volvió a besare, pero esta vez tan lento, que sentía cada uno de mis latidos acelerados a la perfección. Hasta ahora me percataba de que su boca sabía a los chocolates de menta que habíamos comprado esta tarde en el almuerzo.
– Me gustas mucho Jungkook –Dijo y yo me paralicé en mi sitio.
– Sigo sin creerlo. Te veías tan inalcanzable...
– ¿Inalcanzable? Soy quien soy ahora gracias a ti, tu me hiciste abrir los ojos y yo te traté tan mal. Tengo que compenzar aquel golpe que recibiste gracias a mi cobardía... –Mencionando el golpe, acarició mi mejilla. Ya no había rastro de mi ojo morado y la mejilla inflamada.
Recosté mi cara en su mano cálida y suspire. Tal vez, por fin, en mis 16 años de vida, las cosas comenzarían a salirme un poco mejor, comenzaría a encajar, comenzaría a sentirme plenamente bien al ser lo que soy y como soy.
Tal vez sólo necesitara que él legara a mi vida.
– Me gustas mucho más, Jimin.
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👀
Sólo vengo a decir que hace una hora y media vi la película de "Handsome Devil" y bueno, no me pude quedar con ese final así que mi cabecita creó otro y lo adapté al Jikook. Je.
Para que entiendan un poquito más el OS les recomiendo que vayan a verla, está en Netflix. :D
Nos leemos, lxs amo. ♥
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Serendipity - OneShot (Jikook)
FanfictionContinuación/Final alternativo de la película Handsome Devil. Bc se me ocurrió.