Nada es como parece. (Niall Horan y tú)

Epílogo

_____

Nada más me desperté, me di una ducha y me puse a leer. Las chicas quisieron quedarse a dormir, pero ya llevaban una semana entera conmigo, no quería retenerlas ni "obligarlas" a estar todo el día conmigo.

Estaba sola.

Y, en parte, me parecía más tranquilo, peor no me gustaba estar sola, porque me ponía a pensar más y más en todo lo ocurrido. Sólo tenía una pregunta, y era simple. ¿Por qué? Me encantaría saber la respuesta. Se supone que me quiere, se supone que me quería. ¿Por qué tuvo que besarla? ¿Por qué tuvo que quedar con ella? ¿Es que le daba igual como me sintiera yo? Cerré los ojos y suspiré. Hay veces que no merece la pena pensar en esas cosas, pero, no puedo evitarlo.

Mi madre evitaba hablar del tema más que yo, puede que por su odio a Niall, o puede que por lo mal que le ha sentado que él saliera conmigo y que después de todo me rompiera el corazón... Tampoco es que ella estuviera mucho en casa, así que no tenía que estar sintiendo continuamente su mirada de pena encima de mi. 

En el momento menos inoportuno, mi teléfono sonó. Si es Niall no lo cojas. Me decía mi subsconsciente. Vale, no lo haré. No si es él. Me acerqué a mi móvil y lo cogí, mirando el nombre de la persona que me estaba llamando.

Liam.

-¿Liam? 

- ¿____? -parecía preocupado y tenía la voz entrecortada.

- ¿Pasa algo? -pregunté con miedo, me estaba asustando.

- Niall se va. -¿qué?

-¿Cómo? ¿A dónde? ¿De qué hablas?

- Se va a Irlanda. No quiere vivir más aquí. Dice que tiene demasiados malos recuerdos.

Las lágrimas estaban empezando a formarse en mis ojos, noté un nudo en mi garganta y como me temblaban las manos. 

- Liam, dime que esto es una broma. -supliqué mientras notaba como mis mejillas se mojaban cada vez más.

- Su avión sale a las cinco. No es ninguna broma ____. 

- Voy en seguida. 

No puede irse, no puede dejarme aquí. Le amo. No puede desaparecer. No voy a dejar que lo haga, ni de broma.

Rápidamente me vestí y cogí dinero para llamar a un taxi. No iba a llamar a las chicas, no tenía tiempo, eran las cinco menos cuarto. 

Notaba los latidos de mi corazón cada vez más deprisa, las lágrimas no dejaban de caer por mi cara, el pulso me temblaba y tenía la boca entreabierta al mismo tiempo que sollozaba.

Se va a Irlanda.

No quiere vivir más aquí.

Demasiados malos recuerdos.

Sí, me ha roto el corazón, pero, si tuviera que elegir en quedarme en España o volver a revivirlo todo, elegiría la segunda opción sin pensarmelo dos veces. Tal vez porque los recuerdos buenos compensan a los malos, tal vez porque estoy tan enamorada de él que no me importaría volver a intentarlo, tal vez porque no puedo soportar que nadie me separe de él. Nunca. A pesar de todo, y una cosa tengo clara.

No puedo dejar que se vaya.

Me encontraba en el coche del taxista pensando en como podría haber llegado a tal punto de querer irse. ¿Por qué? No puede irse, no puede huir de los problemas.