ONE SHOT

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Las cosas últimamente no le estaban saliendo muy bien que digamos, el trabajo en Catco, los patrullajes  como supergirl, Mon el que insistía en ser su amigo, Morgan Edge que no paraba de armar líos y Lena,.... Lena Luthor, esa mujer estaba metiéndose demasiado en su cabeza, quizás  había descubierto que el color de su lápiz labial la hipnotizaba por eso tenía el hábito de usarlo diario, la sonrisa con que la recibia cada ves que se miraban en los pasillos era tan contagiosa que ella siempre terminaba por corresponder con una sonrisa tonta, esa manera coqueta en que se mordía los labios y rayos, sus faldas ajustadas eso no tenía perdón.

Debía concentrarse en su trabajo pero su mente estaba tan dispersa que lo único que había hecho durante tres días fue abrir su laptop y ejecutar el programa de texto, nada más... su jefa se lo había advertido hacia unos días atrás...

- No compre esta compañía en 750 millones como favor a una amiga...-

Habría jurado que volver a ver a Mon-El con Imra, le había producido una angustia tremenda sin embargo, su atención estaba completamente centrada en Lena, en como la merodeaba diario en Catco, los días de depresión tras la vuelta de su ex, pasaron extrañamente rápido, quería hacer un buen trabajo para que Lena se sintiera orgullosa pero... joder... siempre había un pero. De qué demonios iba a escribir, de la cantidad de horas en que observaba a Lena desde su escritorio... Snapper iba matarla porque honestamente no tenía algo decente que escribir, lo último fue aquel hombre que se había creído vidente y hasta tenía una secta que la adoraba, bueno no a ella sino a supergirl... no encontraba una forma racional de hacer un reportaje sobre eso y suspiro... se levantó de su silla en la mesa del comedor, fue directo a su sillón y se tiro...

- Qué demonios voy hacer....

Boca abajo arremolinada en el sofá lloriqueaba como bebe porque no podía escribir, que cosa más extraña esa de la inspiración, hasta para hacer una columna la necesitaba.

Cerro los ojos suavemente y su respiración se hizo lenta, si seguía así terminaría por quedarse dormida y otra noche más seguiría sin escribir, se puso de pie rápidamente y recordó algo importante, si dirigió a su despensa allí estaba una botella con licor alienígena. Se sirvió un poco en un vaso de wiski, después de media botella tenía una página entera completamente escrita sobre los proyectos que llevaba a cabo Morgan Edge, sería sin duda alguna un éxito y su teléfono timbro... apenas distinguió los números

- ¿Hola?

- Hola, Kara disculpa la hora, estaba cerca de tu casa podrías darme paso un momento, estoy en aprietos, mi auto ha tenido un percance en el motor,  el chofer esperara a que llegue los mecánicos pero me muero de frio y ya que estoy aquí pensé que....

La voz que escuchaba era de Lena, de su Lena... Por Rao, estaba ebria como iba recibir a Lena en ese estado pero su mente tenía otros planes.

- Por supuesto Len, pasa; mi casa es tu casa.

- Gracias Kara, voy subiendo.

Lena cerró el teléfono, agradecida de que podría ver un poco más a Kara subió, entro al edificio y un par de minutos después tocaba la puerta del apartamento de su reportera. Pero antes de poder tocar ya Kara había abierto la puerta.

- Hola, Lena que te trae a mi humilde hogar.

El aliento cálido de Kara golpeo su rostro y supo que esa chica habria bebido algo de alcohol. Entro y lentamente se dio media vuelta mientras la rubia cerraba la puerta.

- Te encuentras bien?

- Sí, claro, nunca he estado mejor.

Lena la miro con ojos de duda, Kara no llevaba lentes puestos, y parte de su camisa estaba abierta, le parecía un poco gracioso, estudio todo el perímetro y sobre la mesa encontró la razón del tambaleo en el caminar de Kara y esa sonrisa tan risueña que no se le borraba del rostro. Prefirió no decir nada.

- Lenita...

Kara se había acercado a ella a una velocidad vertiginosa, tan cerca que sus labios estaban a centímetros, la sangre subió a su rostro mientras la sonrisa de su reportera, a quien al parecer hasta respirar le resultaba gracioso; no se le borraba. La rubia titubeo un poco como queriendo recordar que era lo que le iba a decir a la ojiverde, pronto lo recordó...

- Lenita, sabes he estado trabajando en un reportaje que te va encantar...

La pelinegra vio ese caminar pendular en Kara, sin duda alguna la botella sobre la mesa tendría algo que ver en la poca distancia que estaba guardando la rubia, honestamente no le molestaba en lo absoluto, tenerla tan cerca y en ese estado le parecía hasta cierto punto una situación bastante tierna, Kara acerco su laptop y las dejo en las manos de Lena.

- Puedes leerlo y dame tu opinión de experta.

- Veras Kara, no soy reportera, no creo que mi opinión sea del todo idónea para estas cosas, puedes enviárselas por correo a Snapper, seguro su opinión es más realista que la mía y....

Giro su rostro nuevamente a la izquierda por sobre su hombro y allí estaba, los labios de Kara tan cerca de los suyos y esos hermosos ojos azules que la miraban de una forma tan amorosa.

Kara por su parte se encontraba ahogada en un montón de sensaciones que no podía controlar, Lena era una mujer demasiado hermosa, habían pasado semanas desde que compro Catco y era una de las pocas veces en que estaban a solas, su perfume era endemoniadamente delicioso, sus labios tenían ese color carmín que tanto le gustaba, intento hablar nuevamente pero no conseguía armar una frase correcta, claro su mente estaba un poco confundida, iba mencionar que sin importar que fuera o no reportera, su aprobación era lo único que buscaba y de paso que se sintiera orgullosa pero, no fue lo que salió de su boca....

- Me gustas...

Los ojos verdes de Lena se detuvieron en los ojos color cielo de Kara, busco en ellos confusión pero a pesar de saber que la reportera consumió una cantidad considerable de alcohol para llegar a esa confesión, no vio duda ni miedo en ellos, vie añoranza, deseo, algo de liberación pero ningún atisbo de duda...

- Kara, creo que has bebido demasiado y yo debo irme.

- Lena, por favor no te vayas... - la rubia acorralo a la CEO contra la mesa y pego su frente con la de ella...- Sé que crees que estoy loca pero, llevo semanas deseando decirte esto, solo que no soy lo suficientemente valiente nunca... es más fácil salvar la tierra, pelear con Superman, batirme en duelo contra todo un ejército de daxamita pero... tu... tu Lena eres otra cosa... yo quiero que sepas que... me gustas... me gustas demasiado...

Los labios de Kara estaban cerca de los suyos, podía sentir su aliento y la textura, suave delicado, dulce sus manos viajaron por el pecho de la reportera hasta entrelazarse en la nuca de la rubia y la beso, no estaba muy clara de que estaba haciendo pero fuera lo que fuera, se sentía demasiado bien.

Kara, sintió los labios de Lena sobre los suyos y fue como un sueño, fue todo lo que había imaginado y hasta más, puso sus manos sobre la cintura de la CEO, y despacio la llevo en dirección al sofá, la dejo caer sobre el con suma delicadeza y a su vez, acomodo su cuerpo para que encajara a la perfección con el de Lena, el beso seguía y las manos exploraban curiosas cada una del cuerpo de la otra, tal vez Kara no lo sabía pero Lena desde hacía mucho conocía su secreto la fantasía de hacerle el amor a supergirl se estaba cumpliendo de la forma más extraña y menos convencional, que en algún momento pensó podría llegar a suceder, porque si hubiese planeado algo así, jamás habría dado resultado, Kara era demasiado tímida y sus ideas de que debía ocultar su identidad no ayudaban mucho. El beso bajo un poco de intensidad y Kara se separó de Lena.

- Eres tan hermosa- fue lo que le dijo mientras veía el reflejo de ella misma en las pupilas de la Ceo.

Se acercó nuevamente a los labios de Lena tan suave, tranquilo, dulce, sereno que su respiración fue haciéndose más pesada, termino el beso mientras mantenía los ojos cerrados, acomodo su cabeza a un costado del cuello de su jefa, Lena abrió un poco los ojos, quizás era idea suya o Kara estaba acomodándose en su regazo para dormir, su cuerpo estaba con las hormonas a mil pero, no podía negar que lo que había sucedido le aseguraba demasiadas noches futuras con su héroe, sonrió mientras miraba el techo de aquel apartamento, jamás creyó que una noche al salir por una pizza terminaría  llevandola a los brazos de Kara  y con una declaración de amor por parte de ella, lo que son las cosas...sonrio... esas causalidades.

CAUSALIDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora