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-No pongas esa cara Yuuki...

Era una noche nevada yo estaba a Kaname, siempre venía a visitarme y el era el único con él que me gustaba estar...
De pronto llegó papá con un niño de mi misma edad, parecía que estaba en otro mundo, estaba manchado de sangre, papá me dijo que los padres de él fueron asesinados por una mujer vampiro, mató a toda su familia y el fue el único sobreviviente.

Lo ayude sin dudarlo, le pregunté como se llamaba y el no hablaba, no me miraba, estaba en la nada. Lo llevé al baño y llené la tina, y me dispuse a limpiar la sangre que tenía, pensé que estaba herido, pero gracias al cielo no era así.

Los días pasaban y el cada vez no hablaba, no probaba ningún bocado de comida...

Kaname llegó aquella noche y me tiré en sus brazos, y el me abrazo, de pronto Zero cogió y por primera vez habló y le quiso atacar con un cuchillo, diciéndole que él es un vampiro.

Kaname quitó el cuchillo y le dijo que eso era muy peligroso para un niño, y el sólo se puso a temblar, Kaname se fue pero me prometió que pronto volvería.

Subí a ver a Zero y allí estaba sentado a lado de la chimenea rasgando su cuello, y sacándose sangre como si quisiera borrarse o arrancarse algo de su piel.
Le dije que parará que no lo hiciera pero el me miraba con un odio y allí le expliqué...

-Kaname me salvo, un vampiro me atacó, pero Kaname estuvo allí y salvo mi vida, por eso estoy agradecida con el, él es un vampiro bueno.
Zero solo miraba a la nada y yo le seguía relatando lo sucedido...

-No me salía la voz aquella noche, pasaron los días y no quería comer, ni vestirme y mucho menos bañarme, el director Cross estaba muy preocupado, y llamó a Kaname.

Kaname llegó y corrí a abrazarlo su presencia me tranquilizaba, me encantaba estar con él, hablaba con él, me mimaba, era feliz por su presencia, pero el tenía que irse, se quedaba unos días y se iba por largas semanas.

Y Zero siempre lo miraba con un resentimiento, odiando a todos los vampiros que hay en este planeta.
Y sobre todo a aquella mujer, Mia Sakuza...

Hasta que poco a poco Zero se fue adaptando a convivir, cuando venía Kaname, se encerraba en su habitación pero pensé que era normal que sienta aquello, aunque yo desde mi fondo de mi ser, amaba cuando Kaname llegaba a visitarnos...

Poco a poco Zero se fue familializando, y formó parte de nuestra familia, aunque solo era mi papá y yo, me sentía feliz que Zero haya aparecido, aunque sea tan serio y grosero, que no tuviera sentimientos, en el fondo, pero bien en el fondo, él era alguien que la vida lo había golpeado muy fuerte.
Por eso quería entenderlo, quería comprender lo que Zero siente, pero él se encierra en esa burbuja, que sólo esta él y su odio por los demás...