The Sweetest. (Connor Franta)

Capítulo 25.

Connor se instaló en mi habitación como si también fuera suya y me acompañó a comprar comida a la única tienda de comestibles del pueblo para preparar la cena.

Fue algo incómodo explicarles a mis padres quien era Connor y qué hacía en esa casa aislada de la sociedad, pero Franta supo conquistar a mi familia con una deliciosa cena.

Mi hermano lo miraba con algo de recelo, pero a mis gatos les cayó bien y eso era lo importante para mí.

- Eres muy buen cocinero, Connor. - dijo mi madre saboreando la obra maestra culinaria de Connor.

- Gracias, ayudé a _____ con vuestra pastelería y ella también es muy buena cocinera.

- Ah si? Nunca te he visto por la cocina, y mira que me paso el día ahí trab... - empezó mi padre.

- Rico! - grité. No quería que mis padres supieran que Connor había estado conmigo en la pastelería, no porque me castigaran, simplemente porque eran más cotillas que yo.

- Qué? - me miraron todos.

- Que esta muy rico. - me puse todo lo que quedaba en el plato en la boca y sonreí - he terminado.

Me levanté para salir de esa situación incómoda y Connor no tardó en acompañarme a mi habitación. Se sentó a mi lado en la cama y me sonrió.

- Les he encantado a tus padres.

- Eres todo un caballero. - dije en tono de burla.

Él rió hechando la cabeza hacia atrás y hizo una de sus muecas. No pude contenerme y empecé a reir, y sin darme cuenta me acerqué a él.

- Quedan unos minutos para tu cumpleaños - dijo. Miré el reloj, quedaban tres minutos para las doce en punto.

- Sí... - me quedé pensativa mirándole.

- Qué? Quieres besarme, enana? - dijo con una sonrisa burlona.

- No! - enrojecí y me aparté.

- Pues yo sí. - se acercó con delicadeza y juntó sus labios con los mios. Sentí en ese beso lo mucho que me gustaba y lo mucho que lo había echado de menos.

Al separarnos ví como sonreía.

- Me haces muy feliz, _____.

Yo sonreí y bajé la mirada.

- Escucha -empezó- sé que no hemos tenido una relación perfecta, pero me encantas y quiero intentarlo de nuevo, y esta vez en serio.

- Qué quieres decir?

- Quiero decir que quiero salir contigo.

Levanté la vista de repenté y reí. Le toqué la frente asustada.

- Tienes fiebre? Voy a llamar a una ambulancia.

- Estamos perdidos por el monte, no van a venir.

- Maldita sea, estoy encerrada con un loco. - reí.

- Quieres dejarme hablar?

- Esque eres un lento.

- Cállate.

- Cállate tú.

- No, yo no que tengo que hablar.

- Pues habla.

- Allá voy - respiró profundamente - _____, me harías el honor de ser mi novia?

Me levanté de la cama y lo miré sorprendida.

- Pues... Claro! Sí! Claro que sí, Connor!

Él se levantó con una sonrisa y me besó mientras me acariciaba el pelo.