Con voz pausada y suave le dije.
-Quedate conmigo esta noche-
hagamos del mundo nuestro; Justo a esas horas donde la gente duerme, los amantes charlan, escuchan música y se comparten, donde se pertenecen aunque sea por un instante, donde comparten un pequeño pedazo de la historia, colorean el gris mundo, mienten y se hacen cómplices uno del otro y con sus pecados
todo con tal de compartir ese momento para después volverse honestos y mostrarse reales, aunque sea solo para ellos, mostrarse tal cual son, mostrarse frágiles, mostrarse humanos.
Después miremonos el uno al otro, descansemos y besemonos una y otra y otra vez mas hasta hartarnos, hasta sentir que somos uno, hasta no necesitar más.
Al dormir juntemos nuestros cuerpos como si no fueramos a separarnos nunca, prometo tener insomnio y observarte mientras duermes para tenerte en mi memoria con esa cara que pones como si en el mundo no pasara nada, como si todo fuese perfecto, te susurrare al oido que te quedes, con la ambiciosa esperanza de que dormida me escuches y por lo dificil que parezca, funcione, como un deseo de esos que le pides a las estrellas con la esperanza de que te escuchen y se cumpla.
Acariciare tu cabello, ese que me encanta y te mirare con cariño, al despertar nos amaremos nuevamente antes de volver a nuestras vidas y lo duras que son, ya que lo nuestro es, lo que es y no mas nada.
La realidad ante todo.
tú tienes que volver a ese lado y aunque sea dificil, volver a engañar a todos, a cruzar miradas y yo como buen mentiroso volveré a la normalidad, buscare tu mirada y fingire que no me parece hermosa, fingire que no deseo besarte en ese momento, fingire que estoy bien, para que el resto no pregunte, para que el resto no sospeche, para que el resto quede fuera de lo nuestro.
Prometo todo eso y prometo que acabaremos mal, prometo que aunque duela al pasar al lado del otro fingiremos ser extraños, prometo tambien velar por ti varias noches y soñarte durante un tiempo, buscarte y finalmente aceptar.
Y aceptar que?
Nadie debería aceptar, la vida no debería arrancarnos las cosas que más amamos, los momentos más preciosos, la sonrisa.
Pero es lo que pasa, cuando no comprendes el funcionamiento de las cosas o cuando simplemente te das cuenta que todo es pasajero, lo escuchas una y otra y otra vez pero es aún más doloroso cuando lo entiendes.
Y aún hay algunos que no queremos entender, por eso yo solo pido que te quedes conmigo hoy por lo menos hasta el alba...