Parte 2

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Ya en el coche, con Paula de piloto, Estefanía de copiloto y yo en el asiento trasero íbamos camino a casa a prepararnos para la fiesta y había un silencio entre nosotras increíble y eso era muy raro.
-Hoy están muy calladitas, vamos a poner música- dice Paula.
-¡NOOOO!- gritamos Estefanía y yo al unísono.
Paula soltó una carcajada mientras introducía su CD de su grupo favorito, no es que no me guste la música el problema es la obsesión que tiene mi amiga hacia ese grupo, desde que teníamos 13 años lleva poniendo siempre el mismo disco y las mismas canciones de Morat.

Cuándo llegamos a mi apartamento cada una se vistió a su manera. Yo opté por un body negro ya que resalta mi piel blanca, una falda corta con unas medias negras y unas botas de tacón. Para la ropa soy bastante sencilla, no soy como ellas. A veces, incluso las he llegado a llamar "Las Kardashians".
Salimos del lugar y nos dirigimos a la fiesta, era una discoteca bastante famosa allí en Nueva York a la que solíamos ir la noche de los sábados.
Al entrar vi como la gente se lo pasaba en grande, aunque algunos daba por hecho que mañana tendrían una resaca de muerte.
Paula y yo fuimos a bailar mientras que Estefanía coqueteaba con un futbolista bastante mono.
Al cabo de un rato Paula estaba bailando con un colombiano y yo sentada en la barra veía como se lo pasaba en grande.
-¿Por qué una preciosidad cómo la que tengo delante anda tan sola por aquí?- me  di cuenta que era a mí a quien le estaba hablando y me di media vuelta a decirle cuatro cositas a ese tío.

Al darme la vuelta me quedé sin habla, era el mismísimo Jaral. No sabía que decir, estaba tan embobada.
Se veía tan guapo vestido de traje con esos dos botones desabrochados que volvería loca a cualquiera. No sé si estaba medio borracho o que se había fumado pero su aliento apestaba y eso fue lo que me trajo de vuelta a la realidad.
Vi como Estefanía me hacia señas para que nos fueramos y dejé a Jaral con la palabra en la boca.

Esa noche me quedé a dormir en la casa de Paula, no pude conciliar el sueño en toda la noche no hacía sino pensar en esos ojazos color café y esa mirada intrigante que tenía......

Más Que MujeriegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora