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Me senté en el suelo y agarré mi telefono del bolsillo. Necesitaba hablar con  alguien, creí que mi familia me diría algo tan grave como eso. Acaso, ya no puedo contar con ellos? Mis esperanzas de encontrar a alguien fiel a mi, se reducen a nada. Ya ni siquiera sé en quien puedo contar. Marque el número de Clarie, por más que este enojado con ella, necesito hablarle a alguien. Sonó un timbre, luego otro y el último para que salté al contestador. "Hola, soy Clarie, deja tu mensaje que después te devuelvo la llamada", mentira, Jamás devuelve la llamada, un montón de veces la había llamada y no había contestado. 

Segunda opción, Francisco, supongo que puedo contar con él. Marqué el número del papel que me dio. "Este número es inexistente, por favor...", corté la llamada. Esto no me puede estar pasando a mí, porque nadie contesta? Mire mi lista de contactos y una lágrima cayó en la pantalla. La limpié y seguí deslizando. Alison... Se supone que le tengo que dar tutorías y que ella no me tiene que dar un hombro para llorar. Pero... podría intentarlo.

Un timbre, dos....

-¿Hola? -se escuchó una voz ronca, mire el reloj y eran las dos de la madrugada. No debí de haberla llamado-, ¿Shawn?, ¿qué sucede? -negué con sí me estuviera viendo y me tragué un sollozo-, Hey, ¿qué paso? -me encogí de hombros. Soltó un bostezo-¿Quieres venir a mi casa para hablar? Mis papás se fueron a una cena, no molestarías .

-Bueno -mi voz salió ahogada. Tenía que abrazar a alguien y mi familia no esta en la lista.

-No llores, no hasta que no estes acá y puedas empapar mi hombro -solté un risa entrecortada-, te espero, Shawn. La dirección te la mando por mensaje, no tardes, que es peligroso a esta hora.

Cortó la llamada y sequé mis lágrimas. Me paré del suelo, mi espalda dolía. Camine al armario y me puse una zapatillas y sudadera. Camine hacia la puerta, saqué el seguro y salí cerrandola detrás mío. Bajé despacio la escalera, pude notar un bulto en el sillón, mire por encima y era mi mamá. Camine hacia la puerta de salida, la abrí y salí sin mirar atrás.



(...)




Mire a los lados y la calle estaba desolada, no había ni un alma para hacerte compañía. Las luces de las casas estaban apagadas, los postes de la calle te brindaban una luz anaranjada para que no te sientas tan solo a través de las calles. Me cruce a uno que otro perro que dormía en la calle o caminaban en dirección contraria a mi.

Según la dirección que me paso Alison, su casa debería estar, mire el número de las casa y me paré frente a una, acá. Guarde el teléfono y subí la vereda. Seguí el camino de baldosas hasta su puerta y toqué un par de veces. Luego, de mover mis pies un poco, Alison abrió la puerta. Estaba de pijama, con los cabellos revueltos y con baba en la cara. No le tome importancia, al fin y al cabo, ella me esta recibiendo en su casa a las dos de la madrugada para brindarme un hombro.

Pasé a la casa y escuché su bostezo, la puerta se cerró y Alison paso por delante mío para cruzar el comedor y entrar a una puerta. La seguí y pase a la habitación. Era espaciosa, tenía un escritorio, armario y su cama, además de un librero lleno de libros. Caminé en su dirección hasta quedar cara a cara a los libros. Con la poca luz que daba la lampara de noche, ojeé los títulos, eran recientes, todos bestseller, lo que la gente siempre leía, tomé uno en mis manos. Cada vez que iba a comprar un libro, siempre compraba la edición menos reciente. Todo lo contrario a Alison, que, tenía las ediciones recientes de los libros más vendidos.

-Te gusta alguno? -me di vuelta y estaba sentada en su cama, con una mano en su boca, ocultando un bostezo-, porque sí es así, puedo prestarte alguno, sin que mis padres se enteren -descubrió su boca y soltó una sonrisa. Su expresión desapareció y me miro. Palmeó la cama,a un lado de ella.

Dejé el libro en el estante que estaba y caminé donde ella. Me senté a su lado y junté mis manos sobre mi regazo. Mire al suelo, el silencio era raro, jamás me sentí tan bien con una persona que no conocía. Alison, colocó una mano en mi hombros, dejé de mirar la alfombra del suelo y pase a sus ojos.

-Quieres contarme? O, solo quieres el abrazo? -No sonaba molesta, sino comprensiva. La miré no sabiendo que responder, jamás había hecho algo así. De recurrir a una plena desconocida solo porque no me quedaban personas a quien hacerlo, ninguno de quienes conozco me daría una mano, o algunas palabras, a esta hora de la noche. Y me sorprendí cuando ella lo hizo. No me conoce, y yo tampoco a ella. Pero siento que puedo confiar más en ella que en cualquier otro. Salté del susto cuando siento que pasa sus manos por debajo de mis axilas. Me atrae a ella y apoyo mi cabeza en su hombro. Ahí es donde sacó todo lo que me frustra. La apretó tanto hacia mí, que siento que la estoy rompiendo, pero no escuchó ningún quejido. Escondo mi cabeza lo mas que puedo en el hueco entre su hombro y cuello. No sé cuanto tiempo estuvimos así, pero realmente me tranquilice. 


Bienvenidos a otro capítulo, la cosa esta seria.

Me encanta escribirla, no se crean que tengo como mil capítulos escritos,

Los escribo por día.

Trabajo duro, le llaman.

Espero que la disfruten,

Acquaro

Real Friends|S.M|TERMINADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora