OJOS VIOLETAS

CAP 1...La Chica de Ojos Violetas

Aquella noche Donnie patrullaba con algo de desgano las calles de la ciudad. Parecía un tanto distraído, por lo que aun cuando podría disfrutar de un cielo despejado y hermoso, solo caminaba con desánimo. Las estrellas podrían verse con completa claridad de no ser por las luces de la ciudad y aunque no hacía demasiado frío, el invierno de este año se había diagnosticado como uno de los más helados, tal vez por eso las calles parecían desoladas.

La tortuga estaba por regresar al lugar de reunión designado por el líder, para así regresar todos juntos, cuando unos sonidos llamaron su atención.

 Eran golpes secos, fuertes, enérgicos y aparatosos, que antecedieron a unas brillantes chispas que salieron de un rincón obscuro en un callejón. 

El chico miró expectante, de pronto un Robopie se arrastró presurosamente fuera de las sombras, mientras un montón de tuercas y piezas mecánicas salían despedidas por el aire. El primer autómata aun no lograba incorporarse cuando otro salió proyectado hacia el primero, con lo cual ambos resultaron destrozados. Donnie se apresuró al lugar para descubrir quién le estaba poniendo tal paliza a las chatarras de Destructor.

El joven se escondió en unas escaleras de servicio y aprovechando las sombras observó hacia el fondo de un obscuro callejón, en él, una delicada chica luchaba con fiereza, su cabello negro como la misma noche se agitaba al tiempo que tiraba patadas precisas, uno de los enemigos intentó golpearla por la espalda y ella se escabulló dejándose caer por el piso y rodando por él. La jovencita no perdió tiempo y de un solo salto se puso de pie. Unas palabras salían de su boca al tiempo que tiraba una serie de patadas

-Hana-contó mientras golpeaba a uno de sus contrincantes con una patada hacia el frente-Dul-pronunció con firmeza par después tirar una patada recta-Set-finalizó con una patada voladora perfectamente ejecutada.

Donnie la miró con atención, tal vez con algo de curiosidad y hasta consideró por un momento que la chica no necesitaría de su ayuda, pero al tirar una patada más, uno de los Robopies logró tomarla por el tobillo y la arrojó hacia la pared. La chica dejó escapara un pequeño gemido de dolor y tocó ligeramente su hombro, era obvio que estaba herida, no obstante se puso de nuevo de pie, mantuvo su guardia y gritó-¡Es cierto que no puedo verlos, pero no estoy indefensa!-resonó su voz en el callejón con una mezcla de dulzura y decisión, para después desplomar con una patada al robot que intentó encararla.

Donnie abrió grandes los ojos ¿A qué se refería ella con que no podía verlos? La observó con más detenimiento hasta que al fin lo notó: ella se movía igual que el maestro Splinter cuando tenía vendados los ojos. No se había dado cuenta que reaccionaba cuando los robots estaban muy cerca o cuando hacían ruido para moverse. Tal vez no lo distinguió al principio pero ahora le parecía bastante evidente. Lo pensó un par de minutos pero sabía muy bien que era lo que debía hacer.

Un Robopie logro tomar a la jovencita por el brazo y aunque trató de liberase, el dolor se lo impidió. De pronto una voz detrás de ella le advirtió-Agáchate-ella obedeció y con su bo Donnie le arrancó la cabeza a la creatura, quien al quedar inservible dejó a la chica libre

-Gracias-pronunció ella para después tirar una patada que pasó por un lado de la cabeza de la tortuga, logrando volarle la cabeza a uno de sus atacantes-Soy Cirse, mucho gusto- el delicado pie se colocó de nueva cuenta en el piso, dejando el cuerpo de la chica a escasos centímetros de Donnie, que tragó un poco de saliva al sentir como los colores le venían al rostro y una sonrisita nerviosa asomaba por la comisura de su boca. La chica ignorante de esto solo giró su guardia y con una respiración agitada tiró una patada descendente que sacó de combate a uno de sus enemigos