NamJoon llevaba unos días devastado, agotado, justo hacia apenas unos minutos había acabado su primer concierto presentando "Love Yourself" con una de las coreografías más duras que habían hecho a lo largo de estos años. Nam como uno de los peores bailarines le costo mucho cumplir con todos los pasos correctamente, y eso en especial lo había agotado como física y mentalmente.
-Jin-Hyung...-Murmuró el nombre de su mayor mientras se tiraba a la amplia cama de su cuarto que compartía con el antes nombrado.
-¿Qué pasa, Nam?-Le preguntó Jin mientras ordenaba y planchaba la ropa de los demás integrantes.
-No me encuentro muy bien ¿Sabes dónde están las pastillas para el dolor?- El menor prosiguió a levantarse de la cama para ir dónde la medicina.
-Creo que están en la cocina, al lado del cajón de medicina de YoonGi- Le dijo Jin sin quitar la mirada de una caja que escondía bajo sus piernas.
NamJoon decidió ignorar la mirada de Jin hacía el objeto y solamente pasó su mano sobre el hombro de su compañero en forma de agradecimiento para seguido salir del cuarto. Se dirigió hacía la cocina, que estaba a unos metros de su cuarto, y al entrar se encontró con JiMin.
-Hola, Nam- JiMin se fijó en la mirada de su amigo, buscaba algo.-¿Qué buscas?
-Pastillas para el dolor- Le contesto Nam mientras rebuscaba dónde anteriormente Jin le había indicado.
-Oh, ¡Toma!- JiMin le entregó una pastilla.- Me la iba a comer yo, pero ya no me encuentro tan mal. Si se encuentra mal no debería ir sin camiseta, Nam. Adiós, Hyung- El menor se fue corriendo soltando alguna que otra risa.
El mayor ignoró a JiMin y con una botella de agua que había encontrado tirada por la mesa se tomó la pastilla, dejo la botella de agua dónde la había encontrado anteriormente y con paso lento volvió a su cuarto.
-¿Namie?- Le recibió Jin nada más abrir la puerta.-¿Has encontrado el medicamento?
-Se... Si no te importa dormiré un poco, me siento extrañamente cansado- Suspiró tumbando en la cama mientras se arropaba.
-No te preocupes, si necesitas algo avisame- Le sonrió e instantaneamente NamJoon cerró los ojos.
. . .
No sabía en que momento había comenzado a sentir como su cama se hundía y alguien se posaba sobre él. Calculaba que había dormido aproximadamente media hora por la claridad del sol, pero como estaba de espaldas a penas podía ver algo. Empezó a sentir como agarraban sus manos bajo las sábanas y las ataban al extremo de la cama. NamJoon reacciono e intento forcejear ya qué aún tenía las piernas libres, pero no por mucho, el contrario también reaccionó a su descuido y al igual que las manos ató sus pies al otro extremo. Estaba completamente inmóvil.
-¡JIN! ¡HYUNG! ¡JIMIN!- Empezó a gritar a todo pulmón.
Se escuchó una risa y el contrarió a la fuerza le puso un objeto redondo en la boca que le impedía hablar. Para colmo sintió como las manos de la otra persona pasaban por su pelo hasta llegar a sus ojos y taparlos con una tela negra bastante gruesa. Sintió com la persona se acercaba cada vez más a su cara.
-Nadie te escucha, Namie~- Le susurró.- Tu Daddy te va a cuidar~
Y entonces NamJoon cayó, reconocería esa voz en cualquier lugar. Jin sacó las sábanas de la cama tirandolas donde no estorbaran y empezó a repartir besos por toda la del menor. NamJoon curvó su espalda ante el tacto, se sentía extrañamente necesitado.