Normal

Normal.

Había una vez, un simple humano, que nada especial tenia para ofrecer. Tenia una vida normal, simple, plana, sin sucesos importantes. Iba a trabajar y volvía sin ninguna novedad. Despertaba todos los días temprano, se lavaba los dientes, casi involuntariamente, la rutina lo mantenía en paz, le daba tranquilidad. Un día mientras se ponía sus zapatos normales, noto una pequeña mancha, una mancha en su normal zapato, una mancha la cual apareció sin ningún aviso, una mancha que lo saco de su rutina, una mancha que no se quitaba con productos normales. En ese momento se dio cuenta que no estaba preparado para algo tan inaudito como una mancha rebelde, busco por toda la casa algo para poder quitarla, pero nada...ni siquiera un simple producto para ayudarlo.

Asustado salio de la casa, sin siquiera ponerse su zapato, caminaba un poco cojo, ya que solo tenia un zapato puesto, la gente que pasaba a su lado lo miraba con rareza, él lo notaba...Notaba todas esas miradas, todas esas anormales miradas, inauditas miradas, miradas que no estaban en su rutina, ¿En que momento perdio su dirección? , seguia caminando hacia ningun lugar, nunca lo habia hecho, nunca habia salido de su rutina, ¿Que era esa sensacion? , ¿Que significaba esa sensacion de desesperacion?, siguio caminando como si su vida dependiera de ello. Al final del camino encontro un negocio con un cartel que decia "Se quitan las manchas de sus zapatos" , ¿Pero como podía ser?, ¿Que tanta coincidencia podia haber en el mundo para que eso ocurriera?. Casi sin pensarlo, entró.

-Bienvenido a mi tienda Andrés- Dijo quien atendía la tienda.

-¿Como sabes mi nombre?- dijo Andrés, moviéndose lentamente hacia la salida.

-¿Acaso crees que esa mancha fue una casualidad?- Sonrió quien atendía dicha tienda.

Andrés un poco asustado, puso su mano en el pomo de la puerta a la que había entrado, solo por si esto se salia de control. Tenia miedo.

-Las manchas no son casualidades Andrés, cada mancha en el mundo tiene un significado, y tu estas a punto de descubrir el significado de la tuya.

-No se de que hablas, mejor me ire a casa, esto es demasiado raro para mi.- Trato de abrir la puerta, pero cuando lo hizo ya no estaba en su ciudad...

¿Que era este lugar? Por que todo estaba de colores distintos, ¿Acaso habia entrado a un mundo paralelo? ¿Acaso el pomo estaba envenenado y estaba alucinando? Casi sin respirar, salio a ese mundo, en el cual todo era de colores fuertes, el cielo era verde, el suelo era azul, su respiracion era roja, podia incluso ver el color de sus pisadas, sin soltar su zapato, trato de volver a la tienda, pero esa puerta se cerro para siempre.

-No, no, no, no, no, no, no me puede estar pasando esto, ¿Que es esto?, mi rutina, mi trabajo, mi casa, ¿Donde estoy?- Dijo arrodillandoce.

Este mundo inexplorado y para nada normal, parecía algo sacado de la imaginación de un loco. Los arboles tenían peces como hojas, Los caminos estaban hechos de pétalos, y llovian elefantes de algodón de azúcar.

Andrés se paro del suelo aun sin entender que ocurría y sin más despertó.

Normal Lamron

Había una vez, un simple humano, que nada especial tenia para ofrecer. Tenia una vida normal, simple, plana, sin sucesos importantes. Iba a trabajar y volvía sin ninguna novedad. Despertaba todos los días temprano, se lavaba los dientes, casi involuntariamente, la rutina lo mantenía en paz, le daba tranquilidad. Un día mientras se ponía sus zapatos normales, se quedo mirando uno de ellos, la verdad no se por que lo hizo, el zapato no tenia nada nuevo, era tan solo un zapato normal, al final después de dudar unos cuantos segundos, se puso los zapatos y al fin decidió ir a trabajar. Todo era normal, su jefe le daba trabajos normales, con los cuales normalmente se aburría, luego de una jornada laboral normal, caminaba a su casa, el mismo camino, que siempre tomaba, doblando a la izquierda luego del paradero de color azul, luego bajaba por las escaleras y luego de caminar derecho casi 15 minutos, llegaba a su hogar, en el cual siempre abría primero la cerradura de arriba, y luego la de abajo, todo de la misma forma, como la rutina demandaba, entrando a su casa vio algo que lo hizo estremecer...una simple mancha en su piso, una mancha simple en su simple piso.