Capítulo 25: Búsqueda

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(Cuatro Días después) Ciudad de Leonel

El aumento de temperatura era considerable a comparación del lugar al cual estaban acostumbrados y era de esperarse, después de todo la ciudad en la que se encontraban estaba mucho más al norte y de las frías tierras del sur. Cuatro figuras avanzaban a través de las calles de aquella ciudad.

Dos de los muchachos que avanzaban eran unos jóvenes pelinegros con piel pálida y hermosas facciones a primera vista, aunque uno sobre salía del otro por sus ojos de diferente color cada uno, mientras que el otro joven sus ojos de eran de un color rojo profundo, un carmesí extraño que provocaba tanto admiración como un temor en aquellos que los miraban.

Por otra parte entre las jóvenes estaban una chica rubia y cierta pelinegra, demasiado hermosas que provocaban que los hombres las quedaran embelesados por su belleza.

- ¡Ahhh! – se quejó el ojis-rojos – demasiado calor

- Deja de quejarte Nawa – hablo su compañero – aunque siendo sincero – añadió mientras se limpiaba parte del sudor – yo no sé cómo soportarías esto, con todo tu pelaje

- Sí es un problema en lugares así – exclamo el joven mientras sujetaba en su mano el colgante del collar en su cuello – aun no entiendo cómo funciona esta cosa

Nawa que originalmente debía tener cuerpo cubierto por el pelaje característico de su raza, ahora tenía la forma y aspecto de un muchacho de 17 años, por lo que parecía el más joven del grupo.

- Ni yo lo sé – explico su amigo – eso solo es el colgante que traía el lobo que me intento asesinar hace ya mucho, tienes suerte que Sam lo haya recogido sino tendríamos problemas

- Entendiendo eso, esta gente no está acostumbrada a ver hombres lobos caminando por allí como si nada

- Lamento las molestias por esto

- No hay de que – dijo Nawa mirando su reflejo por las ventanas – solo... se hace raro ver... piel en mi rostro

Los jóvenes seguían avanzando por entre las calles, pero claramente Nawa se sentía incómodo por la forma en que lo miraban, en especial las mujeres que no escondían sus miradas de provocación y/o lujuria.

- ¿Pasa algo? – pregunto Dan – Nawa

- Hombre lobo, humano – volteo a mirarlo molesto – no importa la forma que tome siempre llamare la atención

- Por favor, solo sopórtalo –

Dan estaba nervioso, no sabía si hacia la correcto porque aunque no lo había dicho a nadie durante los días de viaje sentía como si algo muy malo fuera a pasar, caminado a la boca del lobo al mismo aro de fuego o algo así.

- Alice – llamo a su prometida - ¿estás bien?

La joven desde que habían comenzado el viaje, en sus ratos libres se encontraba leyendo el diario que le entrego Vermell que antes había sido propiedad de su cuidadora Rahel.

- ¿Qué? ¿dijiste algo?

- Si, dije que íbamos destruir esta ciudad para ver quién es más fuerte

- ¿Qué? – exclamó sorprendida la rubia – ¿de qué demonios hablas?

- Es broma, ¿es tan interesante lo que lees?

- Pues sí, la abuela siempre evadía decir su pasado pero aquí está su historia, su verdadero nombre de ella era Rahelia, perteneciente a la extinta familia real de los druidas y ella fue la que nació con los ojos del destino, codiciada por eso parece que ella conoció a Vermell mucho antes que él fuera Emperador y que ella lo acompaño por propia voluntad

Dragon's: Poder y FuerzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora