The Mystery Girl

Prólogo

Hacía unos días que Perla había conseguido el número de aquella chica de cabello rosa, había pensado en llamarla, pero no se convencía al cien por ciento.

Steven y Amatista le habían animado a que la llamara, inclusive le habían comprado un celular para que mantuviese contacto con la chica, pero Perla se negaba.

Tenía muchos motivos para no llamar a la chica; no quería ser rechazada nuevamente, no quería enamorarse, no quería ilusionarse... No quería repetir la historia que había vivido con Rose.

– Vamos Perla, no desperdicies la oportunidad de salir con una chica cool – Le animaba Amatista – Imagínate lo genial que sería si estuvieses saliendo con ella

– No lo sé Amatista, no quiero entrometerme en la vida de una terrícola – Esa era una simple excusa

– Deberías considerarlo, te hace falta un poco de diversión, seguro esa chica se encarga de eso –

Perla suspiró y tomó el celular que Steven y Amatista le habían comprado. Ingresó a los contactos y se colocó en el número de aquella chica.

Sólo tenía que presionarlo y la llamada sería emitida, pero dudaba en hacerlo.

– ¿Y si no me recuerda? ¿Qué tal si no quiere volver a verme? ¿Y si...? – Amatista había presionado la pantalla, llamando a la chica – ¿Por qué hiciste eso?

– Porque tu no lo hubieses hecho –

La llamada se había emitido y perla colocó el celular en su oreja para escuchar.

– ¿Hola? – Se escuchó al otro lado de la línea

– H-hola, soy Perla, hace unos días me diste tu número en un concierto – Perla estaba nerviosa, no sabía muy bien que decir

– ¿Eres la chica de la cinta celeste en la cintura? –

– Sí, soy ella –

– Que bien, ¿Quieres ir a algún lado a perder el tiempo? –

Perla se puso aún más nerviosa, ella sabía que eso era, prácticamente, una cita y no estaba segura de que hacer

– Un segundo – Se despegó él celular de la oreja y volteó a ver a su amiga – Quiere que salgamos juntas ¿Qué hago?

– Dile que sí – Dijo Amatista, estaba emocionada y feliz por su amiga

– Okey – Volvió a colocar el celular en su oreja – Sería genial ir a "Perder el tiempo"

La chica al otro lado de la línea se río un poco, Perla era extraña y eso le hacía un poco de gracia

– Bien, estaré en Ciudad Playa, ¿Te parece ir al cine?

– Claro, suena genial –

– Bien, nos vemos allá –

La chica colgó y Perla se sintió muy avergonzada ¿Qué acababa de hacer? No tenía ni idea de cómo había podido mantener una conversación tan larga con una humana, mucho menos como había hecho para conseguirse una cita, pero ya no podía hacer nada para cambiarlo.

– Amatista... ¿Qué hago ahora? No sé cómo comportarme frente a los humanos y no me gustan los cines... Estoy pérdida

– Tranquila Perliux, todo saldrá bien, te lo aseguro – Amatista tenía fe en su amiga, ella sería perfectamente capaz de llevarse bien con esa chica

Perla no se tenía la confianza suficiente para afrontar aquello, pero igualmente asistió a esa cita.

Perla y la chica se llevaron muy bien, tenían gustos parecidos y ambas eran muy educadas. Perla se sentía cómoda con esa chica, ella era bastante agradable.

Varias citas se vinieron después de esa, se llevaban tan bien que desarrollaron una amistad bastante grande. Perla salía casi a diario para juntarse con su nueva amiga y así fue durante varios meses.