¿Alguna vez has sentido el deseo de desaparecer de este mundo? ¿Dejar todo y salir corriendo? ¿Sentir la culpa de las tragedias de los demás? ¿Te has sentido como una basura? ¿Cómo si no merecieras vivir? Yo sé que sí, no te engañes más.
¿Qué quién...
Casi me mato xdd wattpad se puso en mantenimiento cuando estaba escribiendo :'v Ah! Creo que debería decirles que esta historia no está ni cerca de la mitad xddd
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Luke Pov
- ¡¿Pero que mierda estás diciendo, culón?! - gritó Kyle - ¡¿Acaso no recuerdas por qué paramos de jugar a eso?!-
- ¡Por qué no conseguíamos nenas! - exclamó Clyde.
- Tu nunca consigues nenas, Clyde - habló Token, dándole unas palmadas en la espalda.
Después de una larga discusión quedamos de vernos a primera hora ya que era muy tarde y no podíamos ir sin dormir. Me dirigía a casa muy cansado cuando una voz me interrumpió.
- Espera, Luke - se escuchó decir. Volteé a ver, Gregory venía corriendo hacia mí - Yo... - a penas podía respirar - Ni siquiera sé porque estoy tan cansado, no hay tanta distancia de mi casa hasta acá -
- Seh, yo suelo tener ese efecto en las personas. Les quito el aliento... - susurré intentando levantarme el ánimo - ¿necesitabas algo? -
- No, bueno, quiero acompañarte a casa... - dijo, recuperando el aliento.
Le iba a preguntar la razón para querer hacerlo, pero una persona salió de los arbustos que estaban al lado de nosotros.
- ¡Hamburguesas! Yo pensaba hacer lo mismo... - habló Butters, casi grito cuando saltó y se puso a mi lado. Ignoré a ambos y continué caminando. Pero me di cuenta que se escuchaban pasos detrás de mí, suspiré y paré nuevamente.
- No me dejarán de seguir hasta que les diga que si ¿verdad? - pregunté un tanto abatido. Negaron con la cabeza, suspiré nuevamente y esperé para continuar caminando.
A decir verdad había un silencio muy incómodo, ni siquiera sabía como romper el hielo. La mejor idea que tuve fue acelerar el paso, ellos quedaban atrás pero prefería ser descortés a quedarme en una atmósfera molesta nuevamente.
Cuando por fin llegué a casa me despedí de ellos y entré. Directamente me fui a mi habitación, me puse mi pijama, no pude descansar, estaba inquieto, por fin alguien me daba respuestas, alguien me dio fe, alguien me hizo ver que no todo estaba perdido.
En esos pensamiento por fin volvió el sueño, pero antes de dormir mi puerta se abrió, dejando ver al pequeño Shi, llevaba en sus brazos un peluche de Link que era de ______, se había apegado a este para sentir que estaba al lado de su hermana mayor. No hizo falta saber que necesitaba, me hice un poco al lado para que se acostara conmigo, entendió mi acto al instante, se acostó y yo me acomodé para dormir.
- Luke... - murmuró.
- Dime... - mi voz sonaba cansada, estaba ya casi dormido.
- La extraño - me partió el corazón nuevamente, pero no lloraría, no en frente de él, ahora ya sabía que podría recuperarla, pero por seguridad decidí guardarle el secreto a mi familia.
- Yo también, pequeño. Vamos, es hora de dormir, mañana será un nuevo día. Yo sé que pronto vendrá... - le intenté dar ánimos, puso su cabeza en mi pecho y me abrazó. Claramente le devolví el abrazo.
- Luke... - hablo nuevamente.
- ¿Sí? -
- Rubi me preguntó hoy algo que me dejo muy confundido. Dijo que mi nombre no existe... ¿Por qué me llamo Shi? - Ah, diablos. Justo ahora preguntó algo muy importante.
- Bueno, tu nombre proviene de la palabra "shinigami". Papá te lo puso... - respondí, esperando que por fin se durmiera.
Suspiré, la verdad es que yo no recordaba mucho de la historia de nuestros padres biológicos, en cambio _____ se la podía a la perfección. Por reflejo vinieron unos recuerdos de ese día, el día en el que ellos murieron, recordaba que mamá antes de dormir nos cantaba una canción de cuna mientras nos leía Romeo y Julieta - gracias a esto me empezó a gustar los libros-
Reí un poco - Es una larga historia, mañana te la contaré. Pero primero debemos dormir, ya es muy tarde... - ni siquiera pude terminar, el pobre ya estaba dormido, sonreí ante la imagen del pequeño y finalmente caí dormido.
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Normal Pov
Una chica se encontraba atada a una silla en un cuarto vacío y oscuro. Poco a poco fue abriendo los ojos, su vista era borrosa, su respiración era tenue, estaba en muy mal estado. Deshidratada, con hambre, se veía en sus ojos el pánico, cuando por fin recobró la conciencia comenzó a patalear, a gritar.
- Al fin despiertas... - se escuchó una voz, una gran luz se prendió frente a ella, causando que la chica cerrara los ojos tratando de acostumbrarse a la luz.
- ¿Quien eres? - preguntó con una voz quebrada.
- ¿No me reconoces? - la voz comenzó a reírse a carcajadas - Soy yo...- se fue acercando a la luz, hasta dejar ver a un desagradable ser, no parecía humano, con un solo ojo, con una sonrisa con unos grandes dientes y filosas garras - Romeo...-
- ¡¿Romeo?! - exclamó _____ - ¡¿Pero cómo?! -
El ser extraño comenzó a reír nuevamente - No soy el Romeo que conoces, mi nombre es Osore, un demonio clase uno. Solo ocupé la tierna imagen de ese idiota para atraerte y hechizarte, el verdadero Romeo sigue en su casa siendo un enfermizo imbécil -
- Pero yo... - no tenía palabras, en su cabeza rondaban millones de preguntas.
- ¿En serio creíste que alguien se enamoraría de alguien como tú? - su risa no paraba de inundar el lugar - ¿Acaso no sabes que está pasando? Desapareciste por mucho tiempo, obviamente empezaron a buscarte, pero todos se rindieron casi de inmediato- la luz se transformó en imágenes, mostraban a todos en el pueblo siendo felices, a sus amigos y a su familia principalmente - Nadie te extraña, solo eras un estorbo... ¡Eres una basura que merece morir! - gritó.
La chica comenzó a llorar, si tuviera sus manos libres seguramente se cubriría los oídos, no podía creer que nadie la estuviera buscando, tal vez solo no quería creerlo. Le gritaba al demonio que dejara de reír, que dejara de decirle tantas cosas.
Ambos se detuvieron cuando una puerta se abrió, dejando ver una silueta conocida por la chica. Era el demonio que la secuestró por primera vez.
- Vete, yo me encargaré de esto... - le susurró a Osore en uno de sus tantos oídos.
- Pero señor, la señorita A...- fue interrumpido por la mirada fría del chico. Finalmente Osore dejó la habitación, dejando al chico y a Wood solos.
