NARCOTRAFICANTE.

C U A T R O

Carnaval era una de las festividades que más me gustaba del año, por lo menos en Colombia se celebra pero aquí en el aburrido Estados Unidos lastimosamente no. Siempre mi papá viajaba a Colombia para ver cómo estaba todo, con la coca y esas boberias de narcos; y me traía Carioca, algo super cool que funciona para jugar y con huevos o harina también.

Hoy Miller estaba de mal humor porque al parecer el negocio estaba mal por su lado, ya que papá le dio un huequito a él para trabajar, y como sabemos mi hermano es inservible ósea, que le sale mal gran parte de todas las cosas.

–Hey Hey, llego el sensei fiesta al cien, every day every night, soy adicta a la seducción me gusta hablarles sucio–canto riéndome y viendo la cara de palo de Miller. –¿Por qué tan amargado Castillo?–pregunté con sorna.

–Oh vete ala mierda Hulk–dice serio y yo solo rodé los ojos.

Esa cosa que me lanzo el pitufo ese, era lubricante con pintura para paredes. Ósea que no salía ni porque yo quisiera, solo debía esperar. Así que desde entonces he faltado al instituto, se que papá iba a retarme cuando llegara hoy, pero por Dios, Soy Mikeyla Castillo yo lo sobornaré con mi sonrisa de niña buena y ya.

Bueno volviendo al tema, hoy papá regresa de mi amado Colombia, y me va a traer unas cajitas con eso, así que ya tengo broma para Miller por el despertador del siglo 10, aunque debo admitir que me ha servido. Pero Miller aveces pone la alarma muy temprano para molestarme, eso es estresante.

–Niña Mike, el almuerzo está listo–habla Martha, mi nana.

Odiaba tanto que me llamara "Niña" era podía tranquilamente decirle Mike, como todos mis amigos ya que es como mi madre. Mi mama estaba bajo tierra en este tiempo y Martha a sabido reemplazarla como nadie, claro que extrañaba ala mujer que me dio a luz, pero no quita lo que Martha a hecho por nosotros.

–Se dice Mike, Marth. Acostúmbrate–le dije sonriendo y ella solo suelta una risita.

–Perdón, ¡Holgazán a que hora tú!-le grita a Miller y el solo la mira con diversión.

Ellos dos se llevan súper bien, Miller tenía siete años cuando yo nací, eso hacía que conozca siete años más que yo a Martha.

Entro al comedor, y veo un delicioso Viche de pescado ecuatoriano. Y si, Martha era de Ecuador, hacía sus comidas exquisitas cada que podía y se podría decir que aveces creo que la comida ecuatoriana está en el top 5 de las más deliciosas en America latina, quizá exageró un poco pero es que deben probar el viche, encebollado o ceviche de pescado. Otro tipo de mundo viajas.

–¡Como siempre luciéndote!–exclamó comiendo y poniéndole arroz.

–Oh shit, that's wonderful–dice Miller sonriendo.

–Niño Miller, quizá yo no sepa muy bien su idioma, pero, eso si entiendo y es mejor que no diga esas cosas en la mesa o se las verá con el palo de mi trapeador–dice seria Martha.

–Oigan a esta, tranquilita se ve más bonita–habla con sorna Miller.

Me reí por el intento de pelea y seguí probando gustosa el viche.

***

Papá había llegado, significaba hora de la broma. La caja estaba repleta de cariocas, la broma iba a salir a la perfección. Miller estaba en su baño arreglándose para una fiesta muy importante según el y al parecer estaba con ropa blanca, no me preocupaba porque yo ya le había comprado otra ropa y según el no quiere ponérsela, entonces hoy se pondrá esa ropa y andará con olor a químicos.

Puse todos los utensilios, entre a su cuarto fingiendo ser una de las empleadas de la casa, agarre todo lo necesario y abrí la puerta del baño. Como este lugar era grande entre sin que se diera cuenta ya que estaba viéndose en el espejo el muy maricon.

Me acerqué y le tiré un balde de agua, emece a rosiarlo con las cariocas para luego tirarle huevo y harina. Mi trabajo estaba hecho.

–¡Ven acá culicagada que de esta no te salvas!–grita mi hermano y me rio.

–Cállese, que ya me salve, el jodido aquí es usted.–reí más fuerte y salí corriendo a mi cuarto.

Solté una risotada inmensa, acababa de firmar mi contrato de admisión a otra guerra, y esta recién va por el Round 1.

Mi celular vibra y yo miro el nombre, salía "Pitufin".

Me reí por el nombre y le contesté.

–Hey avatar–le dije, si era otro apodo.

–Shrek, el maldito tinte no sale, ¿Que hago?–dice con un tono desesperado.

–Oh vamos men, no seas molestoso, estoy en guerra con mi hermano le hice una broma, no tengo tiempo para preocuparme por tu pelo.

–Solo vives haciendo bromas búscate una vida, un novio o algo que te entretenga inservible–habla enojado.

Solté una risotada.

–Para que novio si te tengo a ti que solo vives llamándome y molestando la existencia, vida ya tengo que no la comparta contigo es diferente, y me entretiene molestarte insecto–sonreí cortando su llamada.

En tus huevos Alambre, yo siempre ganaré todas nuestras peleas.

O eso es lo que yo pensaba...

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Holis 🎉