DANGER SEX [+18]

Capítulo 8 ["Quiero saber más de _______."]

Yoon Gi cargó con sus pertenencias en mano de regreso al interior de la cabaña, pero desde el momento en que cruzó la puerta vio el terror en su rostro ante su presencia, conocía esa mirada, ese tipo de facciones pueden ser siempre reveladoras, ella parecía pensar en algo, y él estaba curioso por saberlo.

—¿A ti que te pasa?. —arrojó la maleta cerca de sus pies, y a pesar de estar íntimamente expuesta ante él, no dejó que eso le impidiera sacar la verdad de sus labios.— Te noto pérdida, mujer.

—No me pasa nada. —levantó el bulto sobre sus pies y lo lanzó sobre la cama, lo abrió y se entretuvo escogiendo lo mas apropiado y cómodo para vestir.

—¿Estas segura? No quiero mentiras, nena.

—Ya he dicho que no me pasa nada. —cubrió su torso con suéter largo y holgado y se giró a mirarlo.— Solo estoy perturbada por lo que ha pasado.

—¿Estas bien?. —su voz dando un giro mas relajado mientras retrocedía para cerrar la puerta.— ¿Qué te ha pasado?. —dijo al centrar sus ojos en las heridas de sus rodillas.

—Me tropecé.

—¿Cómo ha sido?. —inclinó su cabeza hacia atrás, liberando el estrés fuera de su tenso cuello, haciendo un giro en él antes de volver a fijar la mirada en ella.— Habla.

—Jimin... Intentó meterme a la cabaña en un momento de adrenalina, no pude seguirle el paso en los escalones y tropecé... —mordió sus labios, totalmente preocupada y aun así mantuvo el contacto visual con él, sin flaquear, sin sentirse sofocada con su presencia. Viéndolo desde el lado bueno, Yoon Gi era un hombre que conocía las tácticas perfectas de un fugitivo, era extraño, pero confiaba mas su vida en las manos de Yoon Gi que en las de Jimin, puesto que el primero era demasiado astuto, él podría arreglárselas en caso de que algún pistolero de Ryan o Namjoon los encontrara. Yoon Gi era el compañero perfecto, solo para este tipo de situaciones.— Yoon Gi... ¿Qué pasará conmigo?.

—¿Qué pasará? ¿Qué pasará de que, muñeca?. —se deshizo de sus botas y su chaqueta, dejando el arma en el viejo mueble, yendo luego por ella para tirar de su mano y traerla sobre sus piernas en cuanto se halló sentado en la cama.

—Ellos me buscan... Van a matar-me ¿No?. —juntó sus manos sobre sus piernas, escondiendo su rostro con los rizos de su cabello que caían a los costados de su cabeza, dejando presenciar a Yoon Gi el leve temblor que sacudían sus manos por el miedo.

—No. —apartó los mechones de cabello de su rostro, acomodándolos detrás de su oreja, tomando su mentón y haciéndola girar su rostro para que le diera su atención.— Yo estoy aquí, ¿a que le temes más?.

Ella dio una sonrisa nerviosa, que paso de ser discreta a algo mas notorio, cosa que hizo que la expresión de Yoon Gi endureciera, creía que ella se estaba burlando de él.

—¿He dicho algo que te causara gracia?. —refunfuño cabreado.

—No. Es sólo que es raro... Pero comienzo a perderte miedo... Aun te temo.. —confesó.— Pero no tanto, siento que a pesar de gritarme y amenazarme... No me lastimarás mas que eso.

—¿Qué te hace creer que no puedo hacerlo?. —arqueó las cejas, torciendo sus labios en una línea recta. Él debía ser temido, definitivamente él siempre debía serlo.

—Puedes... Pero aun no me has lastimado mas que solo... Sexo.

—Soy un cabrón enloquecido ___________________, puedo lastimarte cuando se me de la gana. —le advirtió, pero ella no lo tomó en serio y solo sonrió mientras hacía un asentimiento.— ¿Acaso me estas tomando a juego, mujer?.