Daniela estaba en el coche con su mamá y su papá, su mamá la despierta tranquilamente con un silencioso -ya llegamos Dany- ella despierta desorientada, ya que jamás había visitado la nueva casa y no tenía idea de en donde se encontraba -¿Dónde estamos?- preguntó verdaderamente desubicada, su papá señaló hacía afuera mientras exclamaba con alegría -¡Éste es nuestro nuevo hogar!-.
Daniela estaba asombrada, esa era una casa enorme, comparada con su vieja casa, ésta era blanca y con ventanas grandes, tenía cuatro árboles en su pequeño jardín y estaba bordeada por una pequeña cerca alrededor, -Puedes ir abriendo- dijo su mamá dándole las llaves a Daniela mientras caminaba hacia la puerta, Daniela con emoción abrió la puerta y entró seguida de su mamá y su papá, una corriente de olor a nuevo y a limpio llenó su nariz y con felicidad subió a ver su nueva habitación, al ver ese gran cuarto color blanco al igual que toda la casa pensó en todas las maneras en las que lo podría decorar.
Daniela bajó rápidamente al coche y sacó todas sus cosas ya que quería tener todo decorado y arreglado lo más pronto posible ya que su cumpleaños número 16 estaba cerca y quería que todo fuera lo más increíble posible.
Daniela se pasó horas y horas arreglando sus cosas y llenando todo ese cuarto blanco con muebles y decoraciones que le encantaban, ya quería todo acomodado para no tener que hacer nada el día siguiente.
Unas muchas horas después Daniela al fin terminó de decorar y acomodar su ropa.
Se recostó en su cama y vio su celular por primera vez en muchas horas, unos minutos después subió su mamá y le preguntó si no quería algo de comer y pues claramente le dijo que si, entonces ambas bajaron felizmente a la cocina y prepararon una cena exquisita.
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La chica de los pantalones rotos
RomanceDaniela se cambió de escuela, debe empezar todo de nuevo, y evitar cometer grandes errores