capitulo 21

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El viernes Lauren se marchó temprano para reunirse con Allyson y no recibió buenas noticias. Zayn y compañía se movían libremente y tenían vínculos con algunas de las organizaciones terroristas más peligrosas del mundo. Para colmo, Lisette estaba en París pasándolo bien con Marina, y Camila no se había puesto en contacto con ella. No recordaba la última vez que había dormido más de dos horas seguidas. Durante el fin de semana resistió la tentación de llamar a Camila y procuró extraer más información del programa que la joven había instalado. El lunes no prometía nada nuevo. Lauren llegó a la oficina antes que nadie, preparó café y encendió los ordenadores. Dos horas después, Yasue asomó la cabeza para darle los buenos días y entregarle el correo matutino. Lauren apenas le prestó atención mientras Yasue ordenaba el correo, hasta que cogió el sobre del viernes anterior, lo puso encima de todo y se aclaró la garganta. Lauren la miró por fin, acusando la fatiga de las semanas anteriores.

-Buenos días, Yasue. ¿En qué puedo ayudarte?

-Yo... me preguntaba si había leído ya el correo. Sé que está muy ocupada, pero tal vez algunas cosas requieran su atención. Tengo el trabajo al día y puedo ayudarla a clasificar la información._ Los ojos de Lauren se apartaron de la pantalla del ordenador. Casi nunca se fijaba en el correo normal.-Hay una tarjeta para usted escrita a mano._ Lauren levantó las manos del teclado y traspasó a Yasue con la mirada.

-¿Qué?

-Una nota escrita a mano. Para usted. -Yasue se la puso delante.

-¿Para mí? Oh. -Lauren cogió la nota. Dirigida a la doctora Lauren Jáuregui, sin dirección. Personal. Tenía que haber algo más. Lauren le dio la vuelta y vio el número de registro. Viernes, una carta de UPS, la segunda de dos partes que contenía el sobre. Reconoció la letra femenina al leerla. Camila. Yasue cogió la taza de Lauren y la dejó sobre un mueble.

-Le traeré su café con leche. ¿Algo más?

-¿Eh? Oh, no. Gracias, Yasue. -Su mirada se posó de nuevo en el sobre cuando Yasue se marchó. Lauren contempló la nota unos segundos antes de abrirla y, luego, la leyó: «Espero que esto sirva de algo. Con cariño, Camila».-¿Qué diablos?

Lauren llamó al departamento del correo y preguntó por el contenido del sobre. Un lápiz de memoria. Lo habían enviado a analizar, el procedimiento normal que seguía la empresa con los ordenadores que no pertenecían a su propia red, para detectar virus o gusanos. Sin excepción. A continuación, llamó a investigación y análisis. Sí, lo habían recibido; no, no lo habían examinado. No estaba previsto que lo hiciesen hasta el miércoles. Sí, inmediatamente, prioridad uno. Prioridad uno significaba que Keana Issartel, la analista jefe con autorización de máxima seguridad, se ocuparía del asunto. Leyó la nota de nuevo:

-Con cariño. -«Mierda.» Lauren estaba nerviosa. Llamó otra vez al departamento y dijo que quería el informe completo a mediodía en su despacho. Luego llamó a Camila y el teléfono sonó cuatro veces antes de que hubiese respuesta.

-¿Diga? -La voz de Camila sonaba ronca, como si estuviese durmiendo. A Lauren le pareció maravillosa. Lauren se aclaró la garganta.

-¿Has enviado tú ese lápiz de memoria? -Sabía que su tono era acusador, pero no pudo evitarlo.

-¿Qué...? Oh, sí, fui yo.

-¿Qué contiene?._ pregunto Lauren.

-Buenos días, Lauren. Estoy bien, gracias por tu interés. Aquí son las cinco de la madrugada, ¿sabes?

-Oh, vaya, buenos días. -Lauren esperó, consumida por los nervios.

-A ver, ¿cuál es el problema? ¿O todavía no lo has abierto? -La voz, aunque velada por el sueño, transmitía una clara expectación. Lauren se puso aún más nerviosa.

Primer Impulso (CAMREN) Adaptación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora