Te quiero. Tanto que duele, tanto que hasta lo niego, tanto que no quiero que sea verdad. El amor es debilidad, abrirse duele y entregarse solo deja fragmentos de lo que una vez fuimos. Pero, ¿crees que eso me importo?, ¿Crees que eso me importo cuando me entregue a ti?, A tus brazos y a tu aroma. ¿Crees que me importo si quiera tener por seguro que ambos vamos a salir lastimados y aún así seguí adelante?, y si aún dudas de la respuesta, es no. Quiero conocerte, aprender a disfrutar los placeres simples de tenerte, el abrazarte y sentirme segura así, aunque nada este escrito ya no hay necesidad de que lo esté. Me haces querer disfrutarte.
El amor nos hace débiles, pero aún así, tu eres mi fortaleza. E increíblemente tienes el horrible poder de destruir mi corazón y también ser el único capaz de repararlo.
Ironía, ¿no?.
Y es que aveces resulta tan difícil poder decir aquellas dos palabras que a todos nos aterra decir. Que destruyen pero al mismo tiempo construyen. Hace tiempo he querido decirtelas a ti, poder ser capaz de terminar de entregarme de lleno y seguir mi corazón pero... Que pasa si es demasiado pronto? Que pasa si tu no lo dices devuelta. Son tantas cosas en mi mente las que me detienen.
Las que nos detienen a todos los que sentimos eso y queremos gritarlo, pero lastimosamente no todo es tan fácil.
Hace tiempo te he venido dando adelantos de lo que viene, de las dos palabras que muero por decirte, porque las siento,lo hago.
Porque el amor es todo menos fácil, y Sí empece diciendo "te quiero" y termine sintiendo un "te amo".
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Holaaaa! Se que les parecerá algo extraño, pero son pequeñas cosas que se me ocurren cuando la inspiración llega y mi musa está cerca.
Gracias por leer. Buen día a todos.
