-Ahí, justo ahí- dijo Carmen apuntando una casa muy pequeña de lámina. Al parecer el techo estaba apunto de caerse.
Carmen quería reírse. Vaya que quería reírse, pero le daba lástima hacerlo.
-¿Qué esperas? ¡Ve!- dijo Jenny con voz temblorosa.
Carmen sabía que ella sólo estaba esperando a que se bajara del auto para reírse hasta llorar.
Carmen se bajó y caminó hasta la puerta de la casa, la cual tocó 3 veces antes de escuchar la voz de su enamorado al otro lado.
-¿Quién es? ¡Estoy armado!- dijo Germy del otro lado, Carmen reprimió una carcajada.
Volteó al auto, donde su amiga estaba recargada en el volante sin dejar de reír.
Carmen rodó los ojos y tocó la puerta de nuevo.
Después de que Carmen escuchara cómo decía algunas palabrotas, German abrió la puerta.
Abrió los ojos como platos al ver quién estaba tocando la puerta de su casita aquella noche.
-Ger, ¿pu..puedo hablar contigo?- dijo Carmen nerviosa.
-Su majestad, no creo que le guste estar debajo de este techo teniendo el suyo que esta hecho de oro- dijo un molesto German e intentó cerrar la puerta.
El claxón del auto de Jennifer hizo que German se sobresaltara y dejara de empujar la puerta.
-Por favor, sólo quiero hablar contigo- rogó Carmen. Después de unos segundos German accedió y la dejó pasar.
•Mientras tanto en el auto lujoso de Jennifer•
El teléfono de la princesa Carmen comenzó a sonar, Jennifer lo tomó, era una llamada de Will.
Ella bufó y contestó el teléfono.
-¿Sí, William?- dijo Jennifer.
-Ehh, disculpa, ¿dónde está la princesa?
-Ella...se comenzó a sentir mal y no podrá ir a cenar contigo, Will
-Oh, que terrible noticia- respondió William- Por favor dígale que mañana pasaré a ver cómo se encuentra.
-Claro, adiós- Jennifer colgó rápidamente y dejó el teléfono de su amiga en el tablero.
•Con Germy y Carmelita•
-Ger, quiero decirte que siento mucho, en verdad, siento mucho haberme comportado como una perra millonaria aquella noche. No es mi usual manera de comportarme, las palabras salieron de mi boca sin que pudiera detenerlas y...te quiero y...- Carmen fué interrumpida.
Pero no fué interrumpida por algún ruido o porque alguien más comenzara a hablar, sino que fué interrumpida por los labios de German.
'Si esto es un sueño, que nadie me despierte nunca' pensaba Carmelita.
Se separaron segundos despues, ambos estaban rojos.
-Aprecio que hayas venido hasta acá para disculparte, princesa- dijo German levantándose, Carmen lo siguió y se levantó también.
-Entonces, ¿aceptas salir conmigo mañana a las 3pm? Sólo iremos al parque, como disculpa- sonrió Carmelita. German también sonrió.
-Por supuesto princesa- dijo German.
-Entonces, hasta mañana- dijo Carmen mientras se despedía y abandonaba la pobre casita de Germy.
-¿Y bien?- dijo Jennifer cuando Carmen se subió a su auto.
-¡Aceptó!- dijo Carmen con emoción. Ambas empezaron a gritar emocionadas.
Carmen no podía dejar de sonreír, por fin, tendría una segunda oportunidad de ser feliz con Germy.
-Esta vez no lo defraudaré- dijo Carmelita seguido de un suspiro.
