Destrozada por dentro y con un nudo en la garganta logras tranquilizarte, levantándote del suelo lentamente, decides seguir buscando el botiquín y tras levantar unas cuantas cajas encuentras una botella de alcohol, vendas y algodón, entras a un baño y al quitarte la tela de tu pierna te sorprendes bastante al ver que no tienes ninguna herida, te hace dudar nuevamente si todo esto que esta pasando es real, te cortas un poco la palma de la mano para comprobar que no sea un sueño, pero no, efectivamente el dolor es muy real, sales del edificio y caminas alejándote de donde llegaste, exactamente no sabes a donde dirigirte pero no importa siempre y cuando no estés al alcance de aquella bestia. Con forme vas avanzando las estructuras de las casa y edificios van llamando tu atención cada vez más, algunos edificios parecían recién construidos pero tienen una parte que aparenta tener años de antigüedad, puertas, ventanas y paredes en ese estado.
Mientras vas caminando el ambiente se pone tenso, las calles comienzan a llenarse por un niebla espesa frente a ti y tu mente entra en un conflicto, por un lado, no quieres regresar por temor a toparte con la bestia de antes y por el otro tu sentido común te dice que no te adentres en la niebla o podrías terminar en una situación de peligro, el tiempo se congela y escuchas un susurro en tu oído que te dice "regresa", sin pensarlo un segundo das media vuelta y corres en dirección al callejón, diriges tu mirada a lo alto y ahí esta, la torre de tus visiones, muy adentro de la ciudad, al acercarte un poco al callejón desenfundas la daga en una posición defensiva, bajas el ritmo de tu caminar y al llegar donde sucedió la masacre ya no estaban los cuerpos, sin ninguna señal de sangre, lo único que hay en el suelo es un revolver y cinco balas, guardas tu daga y tomas la pistola, recargas como si fueras experta manteniendo el seguro puesto, al adentrarte más a la ciudad se torna sombría, las paredes de la calle se deforman doblándose hacia adentro y el espacio para caminar se hace pequeño, del suelo comienza a salir una niebla espesa que no te deja ver más allá de dos metros, escuchas unos pasos a lo lejos y apuntas el cañón hacia enfrente, caminas lentamente mientras que los pasos se escuchan más cerca.
De la niebla sale un hombre cojeando con un hacha de incendios en sus manos, sus ojos estaban totalmente blancos y de su boca salia una espuma gris. ¿Te encuentras bien? -Preguntas titubeando-. El hombre solo grita de una manera extraña y carga hacia donde estas, quitas el seguro del arma y disparas hacia arriba como advertencia, el hombre no se detiene, disparas nuevamente e impacta en su hombro, pero parece no ser efectivo, cierras los ojos y escuchas el latir de tu corazón se acelerándose, abres nuevamente los ojos mientras todo se vuelve lento,(uno) inhalas lentamente contando,(dos) apuntas con el cañón del revolver a su cabeza, (tres) jalas del gatillo y la bala atraviesa su cabeza cual mantequilla, aquel sujeto cae al suelo frente a tus pies mientras sientes una sensación de adrenalina que invade todo tu cuerpo, comienzas a sentir nauseas, las piernas te tiemblan al igual que los brazos, te recargas en la pared intentando tranquilizarte, el palpitar de tu corazón sigue acelerado y la vista te falla, ya no puedes más con la sensación y vomitas, los ojos te lloran, la garganta te arde y el abdomen te duele, con dificultad das unos pasos atrás pero el equilibrio te falla y caes, miras el cuerpo mientras te secas tus lagrimas y logras percatarte que tiene una pequeña mochila, logras quitársela con un poco de asco y al abrirla encuentras un diario, una botella de agua y un encendedor, tras unos minutos te levantas, tomas la mochila y guardas la pistola en tu bolsa de atrás, tambien tomas el hacha mientras que la niebla se empieza a disipar rápidamente.
El sol se levanta en el horizonte y decides seguir tu camino, sabes que no puedes perder tiempo sin en verdad quieres saber todo acerca de tu pasado, todo parece tranquilo pero al mismo tiempo no te da confianza para andar por ahí explorando como turista. Sigues avanzado por las calles que se asemejan a las paredes de un laberinto, caminas durante unos minutos hasta que te das cuenta que estas caminando en círculos y decides regresar, das media vuelta y alcanzas a ver una sombra que se arrastra encima de ti, tomas el hacha con ambas manos en posición de defensa y miras a los techos para no ser sorprendida, todo se encuentra tan callado que puedes escuchar la brisa del viento pasar por tu cabello, pero la paz no dura mucho, escuchas un susurro muy familias a tu espalda que te dice "detrás de ti", en un instante das un salto hacia adelante mientras la bestia cae de un balcón, volteas a verla y lo que más te llama la atención son sus ojos, grandes y de color rojo carmesí, la bestia ruge rompiendo todos los vidrios de la calle dejándote paralizada, levanta su brazo para atacarte pero tu no te puedes mover y solo te preguntas: ¿Acaso aquí termino? ¿Moriré sin saber nada de mi pasado? Cierras los ojos y logras ver la silueta de una mujer con una daga en mano intentando apuñalarte, en ese momento abres los ojos y reaccionas cubrirte con el hacha pero la fuerza con la que impacta te avienta unos metros para atrás, tu lo haz decidido, hacerle frente a esta bestia de una vez por todas, te sientes excitada y corres hacia ella, la bestia solo se queda parada esperando tu ataque, balanceas el hacha hacia atrás y cual palo de golf usas toda tu fuerza y logras perforar el costado izquierdo de la bestia pero parece que no siente dolor, solo se queda parada, observándote directamente a los ojos, abriendo su boca y mostrándote todos sus dientes como si te estuviera sonriendo, sueltas el hacha mientras te haces para atrás, el hacha cae al suelo y ves como la herida cicatriza en cuestión de segundos dejando su piel intacta, empieza a caminar hacia ti y lo único que puedes hacer es retroceder, sacas la pistola descargando tus dos ultimas balas, pero es inútil, tu ultima opción es la daga así que desenfundas y te preparas para lo sea, la bestia se prepara para atacar, respiras profundo y en un parpadeo todo a tu alrededor los ves más lento, es la única oportunidad que tienes y piensas aprovecharla, desenfundas tu daga con tu mano izquierda, te acercas a la bestia mientras te agachas, su garra logra alcanzarte perforándote el hombro pero tu sigues adelante, hasta que lo logras, la daga aterriza en su abdomen, la bestia ruge por el dolor y con su brazo libre te avienta contra la pared, tus parpados te pesan pero logras ver algo muy extraño, justo en la parte donde pudiste herirla se empieza a a ver más como quemadura que se hace grande poco a poco, ya no puedes mantener mas tus ojos abierto al punto que pierdes el conocimiento.
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El guardian de la torre.
Ficción GeneralUna chica despierta en un callejon sin saber nada de ella ni en donde se encuentra, solo sabe dos cosas, el lugar donde puede encontrar las respuestas a todo y que hay una bestia rondando por toda la ciudad tratando de matarla.