Chris.
¿Por qué tienes que ir a verlo? Yo sólo te quiero para mí en cada segundo de cada día. Te encerraría en una caja si pudiera, para que más nadie pudiera verte y sacarme de tu lado. Sé que ya una de mis principales metas la cumplí. El hecho de hacerte adicto a mi, pero tengo miedo de que retomes esa obsesión por Jack y me dejes.
"Ya deja los celos y hazme gemir toda la noche", Con eso sólo haces que quiera devorarte completo.
Mis pensamientos se desvanecen y me concentro en mirar ese cuerpo, por el cual daría mi propia alma.
Lo despojé de las prendas restantes y lo senté sobre mi mientras estábamos en el sofá. Sus brazos rodearon mi cuello y unía nuestros labios besándonos con desesperación y lujuria, con mi mano derecha tomaba su miembro y lo masturbaba lentamente, con mi mano izquierda tomaba su rostro para acercarnos más, como si eso fuera posible. Cuando nuestras lenguas bailaban y saboreábamos la esencia del otro, pequeños gemidos escapaban de su boca. Me estaba volviendo loco.
Lo recosté en el sofá con brusquedad y comencé a morder sus pezones mientras seguía moviendo mis manos. Un quejido de molestia soltó seguidos de suspiros ahogados, aferrándose a mi espalda me marcaba la misma, pero ese dolor sólo hacia excitarme más.
—Argh...D-Detente, aquí no...—Protestó soltando quijos, cuando ya estábamos desnudos completamente masturbaba su entrada con mi miembro rosandola.
—Lame—Ignoré sus palabras y ordené mostrando mis dedos.
Frunciendo su ceño tomó mi mano con rudeza y lamió mis dedos mientras me miraba a los ojos aún con una expresión de molestia. Una sonrisa ladina se formó en mi, seguía disfrutando su boca, su lengua contorneando mis dedos y succionandolos hasta que una risillas escapó de sus labios. Me había sacado de mi trance. Rápidamente dirigí mis dedos a su entrada y los introduje lentamente. Se estremeció debajo de mi y se aferró con más fuerza.
—D-Dije que aquí no. I-Idiota—Volvió a quejarse.
—¿Seguro?—Cuestioné moviendo más mis dedos, simulando embestidas en círculos y como respuesta sólo recibía más gemidos de su parte.
Introduje un tercer dedo haciéndolo gemir más alto. De la vergüenza cubrió su boca sonrojándose hasta las orejas. Se veía jodidamente sexy, como su cabello rubio se pegaba a su frente sudada y sus ojos verdes lagrimean. Finalmente saqué mis dedos, y adentré mi miembro lentamente, no podía aguantar más. Se quejó más fuerte y se trató de levantar pero se lo impedí empezándome a mover lentamente en su interior. Cada vez que lo hacemos se siente como la primera vez, sus paredes aferrándose a mi mientras se vuelven más pegajosas y calientes, logrando que se escuchen sonidos sucios y gemidos. A kilómetros de distancia cualquiera sabría que hay sexo en la habitación y eso lo hace más excitante. No puedo permitirme pensar más, las embestidas se vuelven más fuertes y rápidas, desesperadamente busco sus labios y los unimos con brusquedad.
Las embestidas se hacían más rápidas y profundas. Se sentía demasiado bien. De repente me tomó del cuello y mientras seguíamos un beso me tumbo hacia el otro lado del sofá Separándonos unos momentos.
—¿N-No te dije que te detuvieras?—Mencionó limpiándose el labio inferior con su pulgar.
—Sabes que no puedo controlarme cuando se trata de ti—Eché mi cabeza hacia atrás y estire mis brazos. Sentí como se colocó sobre mi y tomando mi miembro lo introdujo a su entrada de una estocada haciendo gruñir y por su parte soltó un fuerte gemido.
Rodee su cintura con mis manos y ayudaba a dar estocadas más fuertes.
(...)
—Te odio—Me regañó saliendo del baño.
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¿Un Chico En Mi Vida? |ChicoxChico||Yaoi|
Fiksi PenggemarJackie Peck, un chico pelinegro de 16 años, al tener una vida un poco agitada debido a sus padres ingresa en un nuevo instituto, con nuevas personas, algunas buenas y otras malas, nuevos problemas, nuevos romances, nuevos sentimientos y nuevas decis...