Cap. 2

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Como destruir una vida en un paso

Katherine

Cuando salí de casa de Max me dirigí directamente al auto de Zac.

- Es increíble como puedes pasar de bella a hermosa en unos cuantos minutos - dijo sonriente Zac mientras me miraba, a lo cual no puede evitar sonrojarme.

Ambos subimos al auto e iniciamos el viaje.

Nuestro primer destino fue la libreria; Zac y yo nos internamos en el local y empezamos a hojear distintos libros, ambos tomamos un libro cada quién y nos sentamos a leer un buen rato juntos.

El libro que tenía en mis manos juntaba perfectamente todo aquello que me gustaba, romance, misterio y un poco de acción. Necesitaba ese libro en mi vida.

-Kattie, te gusta?- Me preguntó Zac refiriéndose al libro que tenía en mis manos, a lo cual asenti. Aparentemente no soy buena disimulando mis expresiones. Se puso de pie y me tomo de la mano -Vamos, te lo compro- Finalizó con una sonrisa mientras nos dirigimos a pagar. Luego de esto nos fuimos.

Saliendo nos dirigimos a la playa donde tuvimos un pequeño picnic, comimos, hablamos, vimos las nubes y jugamos en el mar.

Por último Zac me llevó a una feria cerca del muelle, al lado de la playa. El concurso en varios juegos, yo en otros tantos, después de un rato Zac tenía unas lindas orejitas de conejo y yo un hermoso peluche con forma me llama. Nos estábamos dirigiendo a la rueda de la fortuna para acabar el día, aunque desafortunadamente la lluvia llegó antes que nosotros y cerraron el lugar por el agua.

- Ni siquiera llueve tan fuerte - Exclamó Zac molesto mientras caminábamos por las calles.

Yo reía mientras lo escuchaba quejarse de que hubieran cerrado cuando alze la vista y pude ver con una densa neblina había cubierto todas las calles.

- Zac... No creo que sea seguro que manejes con este clima, vamos caminando y no puedo ver nada... - Al voltear a verlo este solo asintió.

- Recojere el auto mañana - Finalizó y continuamos nuestro camino en silencio.

Mi relación con Zac era algo que a día de hoy no comprendía del todo, hace cuatro años lo conocí, en realidad siempre estudió en el mismo colegio que yo, pero no fue hasta una tarde en clase de historia que intercambiamos palabras.

- Oye, ¿no tendrás un lápiz que me prestes? -

Para aquel entonces estudiabamos en el último año de secundaria. Zac era un chico apagado, lo recuerdo bien, rara vez sonreía y nunca hablaba con nadie, pero por alguna razón, en el momento en el que nuestras manos se rosaron al devolver el lápiz, vi su sonrisa, una sonrisa tan bella que no pude dejar de pensar en ella durante días. Faltaban pocos meses para salir del colegio, a pesar de saber que quizá no lo volvería a ver decidí ser su amiga, pase todo el tiempo que pude con el y cada vez que lo veía mi día se volvía el mejor. Finalmente salimos de la escuela y me mentalizé para no volver a ver a aquel chico.

Max era mi amiga desde mucho antes y juraba que eso no me hacía ningún bien, afirmaba que saldriamos de la escuela y que no volvería a ver a Zac en la vida. Cual no fue nuestra sorpresa cuando el primer día de clases en la preparatoria Zac se presentó en la misma clase que nosotras. No se como ocurrió tal coincidencia pero fue el día más feliz de mi vida.

Zac sonreía cada vez más y muchas chicas de la escuela solían babear por el, pero en el fondo no tenía miedo, pues sabía bien que su sonrisa era gracias a mi, al igual que la mía por él.

El tercer semestre acabó y una tarde antes de volver a casa Zac corrió para alcanzarme, nos quedamos viendo unos minutos para mi infinitos en completo silencio mientras que yo no entendía que ocurría, el abrió la boca como si fuera a decir algo, algo que nunca dijo, bajo su vista a mis labios y sin previo aviso me besó por primera vez.

Nunca formalizamos nada, nunca me dijo el "¿quieres ser mi novia?" que se supondría, pero no lo necesitaba, mucho antes de aquel beso estábamos unidos por algo más que palabras y no nos separariamos por nada.

- ¿En que piensas? - Dijo Zac con sus ojos fijos en mi, haciéndome volver a la realidad.

- Recordaba cuando me besaste por primera vez... - Dije divertida devolviéndole la mirada cuando automáticamente se sonrojo - ¿En que pensabas cuando...? - Me interrumpió antes de acabar.

- No sabía bien lo que hacía, tenía todo un plan en mi mente, te llevaría a tu casa, para eso había pasado el examen de conducir unos días antes, una vez ahí habría dejado una guitarra días antes y te cantaría tu canción favorita para luego confesarme y decirte cuanto te amaba y que quería salir contigo pero... - Hizo una breve pausa para verme y continuó - Todo se fue al carajo cuando te vi, ese día te habías levantado tarde y no te peinaste con tu coleta de siempre, si no que llevabas el cabello suelto, nunca había notado cuán azules son tus ojos hasta que se rodearon con tus rizos y cuando menos lo note estaba parado delante tuya mientras me veías y yo me congelaba como un torpe.. Trate de hablar y no pude así que solo me acerque y... Bueno, ya te sabes el final - concluyó Zac riendo tiernamente.

Sonreí ante sus palabras y me acerque dejando un espacio mínimo entre nosotros.

- No... No recuerdo el final, ¿Qué pasó? - Dije en un susurro mientras acababa lentamente con el espacio que nos separaba.

Zac no pusó resistencia alguna y fue cuando deje un suave beso en sus labios mientras sentía como una sonrisa se dibujaba en su boca.

Tras ello continuamos el camino a casa cuando dislumbre un hermoso gato negro debajo de una farola.

- Mira!! - Señale el gato con emoción mientras soltaba el brazo de Zac y me dirigía a este. Zac solo rió mientras me seguía con pasó tranquilo y ternura en su mirada.

- ¿Es que acaso nunca creceras? - Bromeó al tiempo que seguía al gato a un callejón en el que se ocultaba.

- ¿Para que? Si la gente grande es aburrida como... - Interrumpi mi frase al encontrarme entre la neblina de un callejón solitario únicamente alumbrado por una tenue luz -... Tu - finalice en un susurro.

Una mano rozó mí brazo. El pánico empezaba a inundarme.

-... ¿Zac? - Dije temerosa esperando que fuese el.

- ¿Kattie? Ocurre algo - contestó una voz distante con clara preocupación en su voz.

Nuevamente sentí movimiento y esta vez alguien haló de mi cabello.

- ZAC - grité desperada luchando por zafarme del agarre de aquella persona sin nombre.

- KATTIE - el grito me fue devuelto, y el sonido de los pasos acelerados del chico retumbaron en el callejón.

Trate de gritar nuevamente pero, sin soltar mi cabello, quien me sujetaba tapó mi boca.

- KATHERINE - la voz desesperada del chico al que amaba fue lo último que oí antes de recibir un golpe en la parte trasera de mi cabeza.

Luego de eso todo fue oscuridad.

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⏰ Última actualización: Jan 27, 2018 ⏰

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