Hacia algunos días todos los pronósticos climáticos habían advertido sobre la nevada que caerían cerca de las fechas de navidad prologándose hasta unos cuantos días más allá de las fiestas de año nuevo, sin embargo; yo no había puesto atención a ninguna de las advertencias, salí de casa vuelta un energúmeno luego de reñir otra vez con Mon-El. Una estúpida discusión por las horas que invertía como reportera en Catco, además de mi trabajo como supergirl, no podía entender como en su mente aun no entraba del todo que yo como superhéroe no podría descansar nunca. Después de muchos desplantes, acusaciones, reproches y todo lo demás, lo último que deseaba era estar en una misma habitación encerrada con él cuestionándome más de lo necesario acerca de nuestra fallida relación, no comprendí del todo como había terminado enredada con él, apenas y realmente soportaba sus chistes malos y su forma de ser caprichosa y ridícula. Después de todo es un daxamita.
Analizando las cosas nada me ataba a él, amor no era exactamente la palabra que usaría simplemente porque solo tenía un concepto, compañía, me sentía menos alíen pero hasta allí, eso era todo lo que podía sentir acerca de mi relación. Tengo que admitir que al inicio todo me pareció algo mágico pero al cabo de un mes la magia se esfumo.
Tire la puerta de entrada de mi apartamento, utilice el ascensor y tras salir del edificio no tenía idea donde ir solo sabía que quería estar lejos de él, a unas cuantas cuadras en un callejón solitario decidí ponerme el uniforme de supergirl, quizás volar acabaría por relajarme. Emprendí el vuelo a ningún lugar, ya al cabo de unas horas había sobrevolado la ciudad por completo no sé cuántas veces, todo estaba extrañamente tranquilo pero la ventisca empezaba a molestarme un poco, no es que tuviese frio solo que no lograba distinguir las cosas por la cantidad de nieve que estaba cayendo.
Por estas fechas todo lo que llegaba a mis oídos era el mismo estilo de música... villancicos de felicidad, paz, armonía, amor, yo en lo personal no tenía nada de eso en mi corazón no es que fuera un tipo de grinch kriptoniano es solo que me sentía de mal humor y un poco triste, descendí despacio tras unos arbusto en el parque en que Lena había construido la estatua en honor a mí, suspire llenando mis pulmones con ese aire casi congelado, tosí un poco ciertamente debía encontrar un lugar al cual ir, cualquier lugar que me alejara de Mon-él era lo que tenía en mente desde que salí del apartamento y por inercia llegue hasta aquí, en el centro de aquel inmenso parque en National City había un enorme reloj justo a un costado de la imitación a gran escala de mi misma, a su alrededor se encontraba una buena parte de los habitantes de la ciudad felices de recibir el nuevo año, me resultaba de lo más extraño ya que por la nevada nadie debería estar en ese lugar sin embargo veía vehículos limpiadores por todos lados, sin duda alguna Lena tendría que ver con todo esto, el reloj, los adornos en mi estatua, lo limpio que se veía el lugar, era como si ella hubiera estado esperando que yo llegase hasta allí, en mi delirio creí que ella había hecho todo eso solo para mí y sonreí.
Definitivamente no es que ella lo hubiera hecho para llamarme, supongo que lo hizo como un favor a la ciudad Salí de entre los arbustos, claro tratando de no llamar la atención pero de una forma u otra terminaría por hacerlo después de todo estaba vestida como Supergirl, me fui abriendo paso, quería estar un poco más cerca del reloj, entre la gente acorte la distancia, estaba a escasos dos o tres metros del reloj adornado de pequeños focos tiritante mientras escuchaba el murmullo, asombro, admiración, adulaciones y alegría de las personas a mi alrededor. Allí estaba, mirando aquellas luces como si nunca en mi vida hubiera visto la "magia" de la luz eléctrica, con las manos cruzadas a la altura de mi pecho, cansada, molesta, con algo de hambre y para hacer la espera un poco más deprimente para mí, apenas era las once cuarenta de la noche, estudie el panorama a mi alrededor ¡Sorpresa¡ todo lo que veía eran parejas abrazadas, sonriendo, besándose, niños alegres, felices. Sus caras de expectación al observarme - La vida es una putada- solté una frase al aire y fue contestada. –Oh, vaya jamás creí que Supergirl dijera malas palabras-