3| Dicha no correspondida

23 4 1
                                    


Avanzamos los cuatro por la moqueta roja que cubre los pasillos en dirección a la torre principal, donde se encuentra el comedor. Las paredes de los pasillos tienen aspecto antiguo, tal vez aun mas por el brillo amarillento de las luces. Lo único que puedo distinguir que aparenta ser de la última década son las puertas de las habitaciones, de una madera oscura y bien barnizada.

La academia esta dividida en tres torres: la principal, en el centro, donde se encuentran los lugares comunes, como el salón o el comedor y todo tipo de recinto escolar, aulas, laboratorio, gimnasio, piscina, biblioteca y mas. En la torre derecha hay habitaciones masculinas y la izquierda es la zona de las habitaciones femeninas.

— Y... ¿De que os conocéis?- nos pregunta Blake interrumpiendo mi pequeña inspección.

— Ella llego a mi vida hace poco de casualidad, y seguramente es para quedarse, es tan bonito el destino- noto un tono sarcástico en su tono que me irrita, me pasa el brazo por los hombros y Blake nos mira con las cejas arqueadas.

— No, no, no, me lo encontré abandonado rondando por la puerta de la academia y ahora lo he adoptado, bueno, se ha autoadoptado en realidad- empujo su brazo y cae por mi espalda como si no tuviese vida para reincorporarse. Aiden finge estar ofendido.

— Pues parece que os conozcáis de hace mas tiempo, es mas, hacéis hasta buena pareja- a Leah se le escapa una pequeña risa, luego sigue Blake con una carcajada.

— ¿Ves? Te lo dije Lyly- el brazo de Aiden vuelve a cobrar vida y busca de nuevo su sitio en mis hombros y salgo de las habitaciones femeninas con ese bicho pegado a mi.

— Lyra.- marco detenidamente cada letra de mi nombre y le doy un leve codazo para que se aleje.

— Aww... Su primera pelea- dicen Leah y Blake a la vez alargando las últimas vocales de pelea.

— Sigamos.- ruedo los ojos y me adelanto por el caminito que  lleva a la plaza. Esa plaza esta conectada con las tres torres y parece ser un punto popular del centro, con su gran fuente en el centro y bancos a su alrededor. Después de unos segundos me giro para comprobar si los demás siguen caminando. Están a unos cuatro pasos así que me giro hacia ellos completamente y sigo caminando de espaldas.

— ¡Lyra vigila!- Aiden da unos pasos rápidos hacía mi advirtiéndome. Algo se interpone en mi camino y me hace tropezar, en realidad mas que tropezar sería caer si no fuese por las fuertes manos que me sostienen a dos palmos del suelo frío por la humedad de la noche.

— ¿Estas bien?- me reincorporo enseguida y logro ver bien la cara de mi salvador, que se encuentra sentado en un banco con un libro abierto a su lado. Perfecto, este hombre es el que me permitió entrar en la academia ¡Seguramente también puede hacer que me vaya!

— Lo siento muchísimo, no volverá a pasar. Quiero seguir en SPPYDD.- no llevo ni un día y ya la he fastidiado, me inclino hacía delante disculpándome y él suelta una pequeña risa ronca haciendo que mi mirada se vuelva a dirigir a él. Debe ser bastante joven, no se puede apreciar ninguna arruga en su rostro. A diferencia de nuestro anterior encuentro ahora lleva ropa informal y el pelo sin repeinar brillando por la luna y los faroles camuflados entre los arboles dandole un tono marrón chocolate.

— Tranquila, no te vas a ir, le puede pasar a cualquiera, solo te has tropezado con mis pies. Pero vigila, puedes hacerte daño.- sonríe. Su personalidad ha cambiado drásticamente a cuando le vi en la inscripción, me sorprende, me pareció un hombre bastante serio y frío, ahora deslumbra con su cálida sonrisa fraternal.

SPPYDD Academy -[PAUSADA]-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora