Durante todos estos años me he esforzado en negar mis sentimientos, pero ya he llegado al punto en el que siento que esto me devorará por dentro.
Ni yo mismo sé en que momento, se me hizo inevitable seguirlo con la mirada, ponerme triste cuando él faltaba a clases y por qué no decirlo, sentir celos de verlo coquetear con las chicas. Él solo era un compañero más, ¿en qué momento comencé a verlo diferente?
He salido con varias chicas, pero con ninguna de ellas he logrado sentir ni la décima parte de lo que siento por él. Mis relaciones siempre terminaban fracasando, hasta que Rebeca, volvió a mi vida.
Ella era una ex compañera de preparatoria, en esa época estuvimos a punto de salir, mas yo aún era terriblemente inmaduro para algo tan serio y le di muchas largas.
Retomamos contacto hace dos años y al parecer lo que en ese tiempo nos atraía seguía presente, después de varios meses platicando logramos tener una especie de relación hasta la fecha. Ella es igual de extraña que yo, nunca le he pedido que sea mi novia, pero salimos y nos comportamos como si lo fuéramos, creo que nuestros amigos y nosotros mismos sobre entendemos nuestra relación.
A su lado he pasado momentos maravillosos, ella es la chica perfecta para mi, su extraña forma de ser me cautiva, compartimos hobbies, gustos y formas de pensar similares, además de que ella es preciosa.
Ella ha hecho mis días más divertidos, a pesar de no ser tan extrovertida, se ha acoplado bien a mi grupo de amigos, sería un tonto si la dejara ir, tengo sentimientos muy fuertes hacia ella, pero a pesar de eso lo que siento por Enrique no logra desaparecer.
Durante un tiempo pensé que eso ya estaba superado, que quizás solo lo seguía viendo por costumbre. Hasta que el seminario de tesis comenzó.
En la mi escuela la tesis se hace en parejas, por lo cual en la segunda semana de vacaciones de semana santa, los alumnos que cursan sexto semestre son obligados a asistir a un seminario, donde se escoge el tema y compañero con el que estarás todo el año que dura el proyecto.
La mayoría de mis amigos ya habían elegido el tema y a su compañero. Creí que lo más seguro era que Beatriz y yo hiciéramos el proyecto juntos, aun así no la miraba muy convencida de querer trabajar conmigo.
Para mi sorpresa "aunque ya la mayoría había elegido", existían muchos que aún no tenían nada en claro. Entre ellos Enrique juro que pensé que se pondría con alguna de sus muchas amigas, pero no estaba solo.
Quizás esa fue una de las razones por las que no me atreví a pedirle a Beatriz que fuera mi compañera, quizás muy inconscientemente esperaba tener una oportunidad de hacer el proyecto con el.
La maestra encargada al vernos tan desorientado, nos sugirió que los que no teníamos pareja, hiciéramos un circulo y entre todos comentábamos que temas teníamos en mente, para así poder elegir con mayor facilidad a nuestro compañero.
Me emocione al tener una oportunidad de hacer equipo con él, pensé que quizás estando a su lado podría con el trato diario, conocerlo mejor y así desechar lo que sentía por él, pero también sabía que podría pasar lo contrario hacer que estos sentimientos crecieran aún más, eras un una alta posibilidad en ambas partes, decidí arriesgarme convencido de que con este proyecto mis sentimientos por el desaparecerían.
Todos comenzaron a hablar, tenía miedo de que él, decidiera hacer equipo con alguien más, pues note que varios de los temas que comentaron captaron fuertemente su atención, cuando toco su turno de exponer lo que el quería hacer, sin pensarlo levante la voz y le dije que su tema me parecía muy interesante, que era relacionado con lo que yo planeaba hacer, después de platicar un rato sobre el tema decidimos hacerlo juntos.
Fue hasta ese momento que di cuenta, del error que había cometido, porque para ser sincero el tema que "elegimos" no era en realidad de mi interés, además Beatriz ya me había contado anteriormente que Enrique siempre tenía problemas trabajando en equipo, que aunque era una persona inteligente no trabajaba.
Así que analizando bien estaba a punto de hacer un tema que no me gusta, junto a una persona que no trabaja, solo para aclarar mis sentimientos, estaba arriesgando titularme. Vaya que soy un estúpido.
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Enamorado de un mujeriego
Novela JuvenilRemy nos cuenta como día a día tiene que lidiar con el amor que siente en secreto hacia su compañero de clases Enrique. Y como ese amor se intensifica hasta el punto de volverlo loco.