ENCUENTROS

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Y aún la piel se les eriza cuando juntan sus manos.
Sensaciones causadas por esos sentimientos que les salen a los dos cuando se encuentran.
Él sujeta su cara mientras la besa apasionadamente, su otra mano está apretándola fuertemente la cintura para que no pueda escaparse.
Sus ojos arden ya de un deseo incontrolable. Donde esa habitación vieja y fría será el único testigo de ese apasionado encuentro.
Una mesa rota y una chimenea es lo único que la decoran.
Con un pequeño salto acierta a dejarla tumbada sobre esa mesa, mesa que se mueve al mismo ritmo que ellos dos, en un baile donde la música la ponen sus bocas jadeando sin parar, en ese desfile sin ropas y cristales empañados que dejan como prueba un amor ya CONSUMADO.

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