Young Dumb

Capitulo único

Young Dumb

One-shot

Notas de autora: ¡Gracias por tomarse la molestia de entrar a este fanfic! No se arrepentirán, eso se los aseguro, chicas. –Corazón-

Bueno, este fanfic participa en el evento de ''Es de fanfics'' Una página en Facebook que es en verdad la mejor, la recomiendo. Tuve la idea de usar estas dos canciones porque en verdad son mis favoritas, puse fragmentos de ellas y la traducción más abajo. Si quieren saber el nombre son:

Longan Paul – Help me Help you.

Khalid – Young Dumb Broke

Y supongo que esto es todo, ¡disfruten!

Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, todos y cada uno de ellos son propiedad de Hanjime Isayama.

Advertencias: No mucha, algo de lenguaje vulgar y tan solo que pueden haber unos cuantos errores ortográficos que no pude corregir...

―O―

Rodó los ojos. Otra vez el payaso de la clase comenzó con sus estupideces, tan solo quiere llamar la atención, pensó Levi. Por eso mismo era que no tenía ni un solo amigo en ese salón. Los odiaba a todos, incluyendo a los profesores que trataban a los alumnos como si fueran estudiantes de primaria. Un asco.

Soltó un largo bostezo.

Agradecía a todos los santos que ese era su último año en esa asquerosa escuela... ¿desde cuándo fue que comenzó a odiarla tanto? Ah sí, cuando el ebrio del director lo hizo pasar una vergüenza terrible en clases. Pero ya no le importaba tanto, lo bueno fue que se vengó cambiando su loción para cabellos frondosos por una para que se le cayese el cabello.

Sonrió para sus adentros cuando el timbre sonó, al fin, un descanso para su perturbada mente, ahora mismo iría a ese árbol que tanto le gustaba pasar los treinta minutos de descanso, dibujando lo que sea que viese.

Guardó cada una de sus pertenencias en su bolso con una lentitud magnifica, quería que todas las bestias dejaran el salón vacío para así tener más espacio para caminar. Justo en el momento que terminó y volvió a fijar la vista en la plana superficie de su pupitre, había una hojita de cuaderno doblada a la mitad, con algo escrito en su interior. ¿Acaso algún idiota estaba jodiéndolo? Llevó su mirada a la puerta del salón para notar la última persona que salía...

Eren Yaeger.

El rey de los idiotas en el salón.

El chico que más citas a la oficina del director tenía.

El pelinegro estaba seguro que fue él, porque justo antes de que sus miradas chocaran, el castaño volteó rápidamente y salió con las manos en sus bolsillos.

Estuvo a punto de tomar ese pedazo de papel y romperlo. Pero la curiosidad era poderosa, su mano se movió automáticamente y la abrió para leerla con una cara de molestia.

''Hoy quedarás sin aliento''.

¿De verdad le había escrito esa estupidez?

Volvió una bola el papel y lo lanzó lejos. Ya debía dejar de hacerle caso a los pendejos de su clase.

―O―

Tuvo que pasar por la oficina de la secretaria de la escuela a que le entregaran los exámenes que su profesora olvidó entregarle. Otra vez los profesores con sus irresponsabilidades.

Luego de estar bien cómodo bajo el árbol comiéndose un panqué de chocolate, terminando de dibujar unos garabatos bien feos a su vista, sintió que alguien se sentó a su lado como un simio.