Min Yoonji (jhs ; myg)

7.- I need you.

🚫Contenido sexual 🚫

Los labios de Hoseok y Yoonji se acariciaban entre ellos de forma dulce. Sus caricias eran puras y suaves.

Hoseok bajó a jugar con el cuello de Yoonji, notando lo incómoda que se sentía ahora la chica, y eso le hacía enojar.

- Lo siento... Te mandé a estar con Taehyung y no pensé que podría enamorarse de ti... -Susurró Hoseok, temiendo que el otro fuese mejor opción que él.

Yoonji negó suavemente, sabiendo las millones de ideas que estarían atormentando su cabeza en ese momento. Besó su cabello con cariño y mimó su espalda de forma dulce.

- Tendré que disculparme con Taehyung. Lo quiero, pero como amigo.

- Fue mi culpa haberte puesto en esa posición, yo... Doy asco, mierda. Soy un jodido monstruo.

La menor negó suavemente, sujetando sus mejillas con cariño. Besó su rostro y gruñó. Hoseok era una coraza del pequeño e inocente chico de buen corazón, quien necesitaba protegerse. Y ahora, se estaba rompiendo entre sus brazos.

- Amor ¿te recuerdo cuando recogiste a Jimin de la calle y le ofreciste un hogar? ¿Recuerdas lo que hiciste por él?

Hoseok asintió. Jamás podría olvidar a aquel chico demacrado, sentado en un callejón bajo una lluvia torrencial. Su ropa rota, sus heridas, su miedo al verle... Él sabia que le había dado una nueva vida a Jimin. Tal vez no la mejor, pero al menos tenía una vida nueva.

- No eres un monstruo ni das asco, mi amor... Estoy aquí ¿vale? Siempre lo estaré, Hobi. -Besó sus labios de nuevo, sabiendo que eso era lo que su novio necesitaba para quitarse de encima todo el estrés y el dolor del cuerpo. Las manos de Hoseok se sujetaron a la perfecta cintura de su novia.

El beso tomó un ritmo diferente, cada vez más fuerte y más caliente. Las imágenes de hacerlo en la ducha atacaban su mente con fuerza, haciendo que gimiera en la boca del chico. Este, jadeando, la volteó suavemente para pegarla a la pared, separándose de sus labios otra vez. Esta vez el ataque a su cuello fue brutal. Yoonji sabía que acabaría llena de marcas por los mordiscos que le daba.

- Igualmente... No debiste golpear a Tae...

- Lo sé, pero me celé.

Yoonji sonrió cuando las manos de su novio se pasaron en sus muslos y la alzó suavemente, haciendo que rodeara su cadera con las piernas. El agua seguía cayendo y el calor empañaba los cristales. Los besos del chico bajaron hasta encontrar sus pechos.

Por lo normal, Yoonji sería quien estaría jugando con él, llevándolo al límite de su estado, queriendo que le suplicara correrse. Porque sí, Yoonji después del día que Hoseok la recogió necesitaba sentirse la dominante de la relación. Al menos en la cama. Pero en ese momento, tenía a su amor abrazado a ella con tanta fuerza y ansias como si se aferrase a su salvación. La chica suspiró, sintiéndose algo mal. Había descuidado bastante a su novio, al menos lo suficiente como para que las dudas estuvieran comiendo su cerebro.

- Hobi... Amor... Hoy te dejo hacerlo a tu manera...

Aquel susurro dulce hizo que Hoseok temblara entre sus brazos. No, el chico no estaba bien. Sentía como si todos los demonios volvían a lanzarse sobre su espalda, golpeando su cuerpo.

Yoonji se percató y lo sujetó por las muñecas. Cuando Hoseok perdía los nervios y dejaba que el caos le dominara, solía lesionarse. Le obligó a colocar estos en la pared, bajando la mano por su pecho hasta su miembro, tocando este levemente.

- Vamos, Hobi... -Decía en su oído. - Estoy aquí, amor... Vuelvo a estar aquí...

Hoseok se mordió el labio, quitó la mano de la chica y la penetró. Lo hizo con cuidado, como siempre, sintiendo las caricias de ella por su espalda. Si Jung necesitaba desahogarse, debía hacerlo con ella, como Yoonji lo había hecho con él tiempo atrás.

El rostro del chico subió y sus ojos buscaron los ajenos, uniendo sus labios en un beso necesitado. Cuando sintió a su novia más relajada, empezó a dejar suaves embestidas. Yoonji empezó a jadear por aquello, mordiéndose el labio de forma suave. Hoseok la estaba poseyendo de una forma lenta y exquisita. Se permitió el lujo de bajar sus manos por su espalda y acariciar el firme trasero del mayor, sintiendo como ese toque lo animaba a moverse más rápido. Los suaves gemidos empezaron a subir de frecuencia y escuchaba sus pieles chocar constantemente.

Yoonji dejó caer la cabeza hacia adelante, sujetándose rudo a su cuello. Estaba cerca del orgasmo. Se tensó sobre él y se arqueó suavemente, gimiendo su nombre antes de temblar y venirse, apretando al otro dentro suyo. Abrió los ojos al momento que sintió como Hoseok temblaba y miró el espejo que había delante de la ducha, viendo desde ahí el orgasmo de su novio, quien temblaba entre sus brazos.

- Te adoro, bebé... -Murmuró con cariño en su oído, besando este mientras trataba de recuperar el aire.

Y mientras, Hoseok se rompió entre sus brazos.

Cuando Yoonji consiguió calmar su llanto y evitar que Hoseok se arañase los brazos, lo tumbó en la cama y se acomodó a su lado, acariciando su rostro ahora dormido.

Solo así se apreciaba su cara de ángel herido.

Porque la infancia de Hoseok no había sido para nada fácil, y Yoonji lo sabía de primera mano. Tal vez solo ella lo sabía. Suspiró y llevó más caricias al cabello del mayor.

- Duerme bien, Jefe. -Susurró con ternura para acurrucarse entre sus brazos, sintiéndose de nuevo en casa.