Etéreo

06- ¿Diario de un inadaptado social?

Me llamo Jeon Namjoon, tengo 16 años y hoy, el día de mi cumpleaños, he dejado mi ciudad natal de Busan para mudarme a Seúl con toda mi familia. Es un día triste, bastante triste, pero tanto mi hermano, Jungkook, como yo, sabemos que esto es por nuestro bien.

Estos últimos meses han sido complicados en la ciudad, ni si quiera vivimos en la capital, pero Busan se ha hecho bastante peligrosa. El aumento del secuestro de niños ha traído el terror a todas las calles de la localidad, y nuestro barrio no fue una excepción. Aún con el establecimiento de un estricto toque de queda, el número de desaparecidos no disminuía, y ante esta gran amenaza mis padres decidieron dejar la ciudad.

Todo el mundo dice que la causa de los raptos es un complejo construido por el gobierno a las afueras de la metrópoli, nadie tiene certeza de ello; pero la verdad es que todas estas desgracias comenzaron a suceder después de su instalación, y nadie sabe exactamente lo que hay dentro, ni su utilidad.

La mayoría de padres en la situación en la que se encontraban los nuestros, se hubieran quedado quietos, como si nada, pero los nuestros no, nuestros padres son héroes; pues tan solo para protegernos lo han dado todo: sus ahorros, su casa, prácticamente su vida entera. Y aunque no les sobraba el dinero, consiguieron una casa en el centro de Seúl.

Mi padre me regaló este cuaderno, porque escribo casi a diario letras que podrían ser de canciones, o así lo pienso yo.

No sé qué será esto, quizás lo llame: "Diario de un inadaptado social" o algo así, nunca se me han dado bien los títulos.

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Llevamos ya unos días aquí, hay demasiado papeleo que hacer, aún no tenemos un colegio al que ir, y es algo preocupante, ya que perder tantas clases a nuestra edad no es nada bueno.

Jungkook y yo, estamos muy preocupados, nuestros padres no dejan de pelearse y con el único sueldo, proveniente del trabajo de mi madre, entrando en casa el dinero empieza a agotarse.

Yo he sugerido empezar a trabajar en la tienda que hay al final de nuestra calle, pero se han negado en rotundo, argumentando que debo estar centrado en los estudios y que no tengo edad suficiente para tener un puesto de trabajo y cargar con las responsabilidades que este acarrea.

Siento frustración, ¿por qué no dejan que los ayude si es algo que está en mi mano?

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Parece que hay luz al final del túnel, mi padre ha encontrado trabajo como camarero en un restaurante cercano, aun así no nos hemos asentado del todo.

La semana que viene comenzaremos el instituto mi hermano y yo; siento miedo, ser el nuevo siempre es un incordio, pero a la vez también siento emoción, tengo muchas ganas de conocer a mis compañeros nuevos y entablar amistad con ellos.

Las peleas entre mis padres no han cesado, creo que incluso se han hecho más frecuentes, últimamente no paran de hablar de una gran oportunidad para nosotros que nos daría muchos ingresos de forma mensual. Yo le he insistido a mi padre que sea lo que sea nos vendrá bien para salir adelante, y que acepte la oferta sin dudarlo, pero mi madre se niega una y otra vez; ella no es capaz de dormir, el otro día la vi salir al salón a las cinco de la mañana y también la escuché llorar.

Es como si Seúl, la ciudad del progreso, nos estuviera destruyendo poco a poco, hasta dejarnos en ruinas.

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Hoy por fin ha llegado el gran día, hoy he empezado a asistir al instituto de Seúl, mi hermano no ha podido venir debido a que tenía una revisión médica, no estaba enfermo ni nada parecido, pero aun así ha tenido que faltar para asistir a ella, ya que, según mi padre, no tenían cita para otro día.

He conocido a tanta gente hoy que hay un revoltijo de nombres en mi cabeza, he intercambiado números de teléfono por lo menos con doce personas.

Mis compañeros son muy amables, en concreto uno de ellos, llamado Hoseok, él tiene el pelo rojo, está en clase conmigo, y me ha ayudado durante toda la mañana a encontrar las clases a las que debíamos ir. En el recreo había invitado a la reunión de su comité en contra de un laboratorio, o algo así me pareció entender, pero no pude ir, debido a que un chico con el pelo rosa me asaltó por el camino. Dijo que se llamaba Jin y se sentó conmigo en una mesa, donde mantuvimos una larga conversación durante todo el almuerzo, en cualquier otra situación me hubiese parecido algo fuera de lugar, y me habría disgustado; pero aquel chico era muy divertido, sus chistes no eran muy buenos, eso he de admitirlo, pero sentía que conectaba muy bien con él, era un par de años mayor que yo, pero había repetido curso, y por esa razón aún estaba en penúltimo curso. Llevamos hablando desde entonces a través de mensajes y tenemos planeado quedar para ir al cine esta semana.

Todo parecer salir adelante, al fin y al cabo, las peleas entre papá y mamá ya no son tan frecuentes, todo se va normalizando y aunque puedo sentir que algo sigue mal con mi madre, tengo la esperanza de que sea algo temporal y se le pase en unos días.

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¿Serán tan buenos como parecen los padres de la familia Jeon?

¿La suerte habrá estado de su lado al conseguir esta gran oportunidad que traería ingresos a su casa? o.... ¿será lo que lleve a su familia al desastre?