capitulo unico

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Me encontraba en la entrada de aquella mansión, tenía en la mano la invitación de aquella fiesta de máscaras, en la cual asistían solamente personajes importantes y poderosos, se celebraba cada 6 meses en diferentes ciudades; en esta ocasión le tocaba a la mía y en ninguna fiesta de este tipo faltaba aquella dama flamante, mi amor lejano, su nombre, nadie lo conocía, era más reconocida por usar trajes elegantes rojos, al que por eso mismo le llamaron "el cerezo divino".

Deseaba verla, platicar con ella y si se pudiera... Besarla.

Aquella chica era deseada tanto por hombres y mujeres, y claro, yo no era la excepción.

Accedí por la entrada principal, después de que los guardias revisaran mi invitación para entrar sin problemas.

Me proporcionaron una máscara de lobo, excelente elección, solo cubría la mitad de mi rostro, combinaba perfectamente con mi traje, no suelo usar vestidos y eso, demasiado femenino para mi gusto.

En fin, caminé entre toda la gente para poder llegar a la mesa de bebidas, muchas chicas y chicos bailaban, las parejas, en cambio buscaban privacidad para poder hacer de las suyas.

Eso ya no era problema mío, no soportaba la música del lugar, me ensordecía

Serví en una copa un poco de agua y me dirigí al balcón para luego ver el paisaje, esa mansión era grandísima, tenía un bello lago, ya transcurría parte de la tarde para dar bienvenida a la noche, una gran luna llena se hacía presente en el cielo, acompañada de las estrellas.

Suspiré después de dar un pequeño sorbo de mi agua sin apartar mi mirada del lago a donde ya se reflejaba la luna.

La mansión fue prestada por una persona anónima, hubo rumores de que pertenece a una escritora famosa, pero eso no era lo importante para mí esta noche, pensaba en las posibilidades de poder encontrarme con mi cerezo, pero a causa del uso de las máscaras, tenía menos probabilidad y para mi suerte; la mayoría de chicas que asistieron llevaban vestidos lujosos de color rojo, suspiré decepcionada, aun así, no iba a rendirme en mi tan desea búsqueda.

De momento estaba tan centrada en mis pensamientos, hasta que escuché como una copa cayó al suelo. Eran una pareja de que aparentemente estaba hablando, hasta que vi como la chica cayó al suelo por una cachetada que le dio ese chico, bajo los efectos del alcohol, probablemente.

Dejé de lado mis pensamientos; fui a socorrer a la joven.

Con todas mis fuerzas corrí en dirección del chico, era delgado, pero aparentemente fuerte, tenía la máscara de un oso, que miedo.

Con toda mi fuerza lo taclee mandándolo volando a unas plantas y macetas que había en una esquina

Lo miré con un semblante serio

Mire hacia abajo, donde la chica yacía llorando; me inqué frente a ella, aquella chica tenía una máscara de cisne blanco. Combinaba con su vestido rojo carmesí

-vamos señorita, no llore, tome mi mano, vamos adentro-

Dije con una sonrisa en mi rostro, para darle confianza en mí, le di un pañuelo

Al momento de que ella lo tomó, el chico oso corrió en dirección mía, cayendo los dos al suelo, forcejeando uno al otro, el trataba de asfixiarme, dejarme inconsciente, en cambio, yo solo luchaba por salvar mi pobre pellejo.

Este tipo me miraba con furia, deseos de verme muerta.

-Chico estúpido, ¿acaso tus padres no te enseñaron a no meterte a donde no te es recurrido?, recuerda el nombre del hombre que cambio tu rostro bonito, a una pobre mierda, Alexander de la Villa

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⏰ Última actualización: Jan 09, 2018 ⏰

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