Ambos estaban juntos.
De nuevo, estaban el uno para el otro, como siempre debió ser en un principio.
El camino de regreso fue largo y gélido. El frío de los alrededores era muy familiar para los dos. Sin embargo, e incluso cuando los vidrios estaban empañados y sus respiraciones podían apreciarse como neblina saliendo de sus bocas, la calidez de sus cuerpos era reconfortante. Allí, dentro del vehículo, no hacía frío. Pero sí había otro problema.
Y _____ no había querido, con todas sus fuerzas había intentado negarse, pero, en el fondo, sabía que no había otra opción. Si Levi no conducía a pesar de su herida mal tratada, iban a quedar varados en el medio de la nada.
Necesitaban ir a un hospital en ese instante.
–No hace falta – sentenció Levi sin despegar la vista del camino.
No lo admitiría, pero se desangraba, él era un humano después de todo. Su abdomen había sido perforado y lo más probable era que la bala siguiera allí dentro, dañando, devorando y desgarrando sin piedad. El que pudiera moverse era en sí increíble.
Ella no pudo evitar que sus ojos se cristalizaran con frustración. No había cambiado, Levi era Levi. Frunciendo el ceño a más no poder, le miraba mientras reordenaba sus pensamientos.
Había sobrevivido a un secuestro, bien podía discutir con él y conseguir que le hiciese caso.
–Levi Ackerman – le llamó por su nombre completo, en un tono autoritario y audaz –, hazme caso por una puñetera vez en tu vida y vamos al maldito hospital.
El aludido giró la cabeza en su dirección, abriendo los ojos con sorpresa a la vez que alzaba las cejas. El tono que había utilizado era totalmente nuevo y aterrador.
–Ahora – terminó de manera contundente.
Levi suavizó su entrecejo y sus labios se curvaron hacia arriba, entreabriéndose. Era gracioso. Después de volver su vista al frente, una pequeña carcajada se escapó de su boca, ligera y divertida. Era fuera de lugar, mas no pudo evitarlo, y, hubiera preferido hacerlo, ya que su herida dolió punzante. La mueca de dolor no se hizo esperar por supuesto, pero la risa suave continuó un poco más.
¿Quién era esta nueva ____ y qué había pasado con la anterior?
Por su parte, ____ sentía que se burlaban de ella. Eran contadas la veces que su pareja había reído tan abiertamente, sin cohibirse o preocuparse por mantener su imagen estoica. No era momento para reír, seguro la sangre no estaba llegando a su cerebro.
–Tú ganas. Iremos al maldito hospital.
Tal vez algo sí había cambiado en ambos y, al final, se descubrió así misma ansiosa por descubrir que era aquello diferente.
Una gran calidez se desbordó en su pequeño pecho, chorreando y regocijando cada parte de su alma, dolida, pero que empezaría a sanar. La herida de Levi no sería la única en tratarse los próximos días, ya que juntos empezarían una nueva página en sus vidas sin darse cuenta.
Durante todo el tiempo que estuvieron en la sala de emergencias Levi se notaba adormilado y apagado, no discutió ni miró mal a absolutamente nadie, dejó que las enfermeras, doctores, esa gente molesta con batas blancas le atendiera según su protocolo. Le daba igual y le faltaban fuerzas para preocuparse. No se mostró interesado en lo que fuesen a hacerle, a diferencia de ____ que casi se desmaya cuando le enumeran la cantidad de cosas por las que atender al mayor. Hubo necesaria una intervención inmediata para retirar la bala y detener el sangrado, la transfusión de sangre se vio retardada debido a la poca cantidad de donantes, y ni hablar de las agobiantes horas de espera. Una enfermera le había atendido también, estaba deshidratada y el agotamiento manaba de su cuerpo, el estrés podría afectar su embarazo si no se atendía en ese momento. No les quedó de otra que aceptar.
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Durante un día de Invierno ~SnK~ LevixReader
Random2000 años han pasado. Nadie recuerda a los héroes que lucharon y dieron sus vidas por el futuro de la humanidad. Después de haberse conocido gracias al hilo rojo del destino, tú y el inconfundible capitán Levi comenzarán una historia juntos, un nue...