Capítulo 22

8.4K 325 71
                                    

—Lo siento, no debiste presenciar esto, también tendrás tus asuntos que resolver—Comente ladeando la cabeza a un lado.

No escuche ninguna respuesta de Johan y en su lugar tiro de mi mano tumbándome sobre el sofá.

— ¿Qué haces? —Fruncí el entrecejo.

—Nada—Me sonrió y coloco mi cabeza en su regazo.

—Mmmm bueno—Me encogí de hombros.

Su mano paso acariciar la frente con suavidad—Pensaba que te pondrías mal o quizás deprimida al escuchar a tus padres hablar de esa manera, ahora veo que me equivoque.

—No tengo tiempo para deprimirme eso es todo—La miré a los ojos.

Luego sujeto con suavidad mi mejilla— ¿Te duele?

—Un poco, recibir 3 cachetadas en la misma mejilla—Me reí—Es bastante gracioso ¿No lo crees?

Johan suspiro mirándome con desaprobación— ¿Eres masoquista?

Fingí indignación y evite mirarla unos segundos—No lo soy, ¿Tu lo eres?

—Por supuesto que no—Me pellizco la nariz—Si no te pones triste ahora mismo haré que llores con algunas cebollas.

—Pufff—Me reí y retire su mano—Las cebollas no me afectan.

—Entonces traeré chile en polvo o limón para que se te irriten los ojos—Comenzó hacerme cosquillas.

Me reía con las cosquillas hasta retorcerme— ¡Basta!—Seguía con las risas—Ya para que me voy a morir con tus cosquillas.

Dejo de hacerme cosquillas—Esta bien, sabes cómo sobrellevar esto, cualquiera en tu situación hubiera perdido el control pero tú estás toda tranquila.

—Sí, por eso no hay que preocuparse, me adapte a los reclamos de mis padres y ya no vivo con ellos—Sonreí.

—Lo siento pero es inevitable que no me preocupe por ti tontita—Me dio un pequeño golpecito con sus dedos en mi frente—Ahora lo estoy más con esa sonrisa tuya.

— ¿Qué tiene mi sonrisa? ¿Acaso no te gusta? —Fruncí el ceño mientras conservaba la sonrisa.

—Por supuesto que sí, la adoro pero ahora—Se puso seria—Esa sonrisa es más falsa que las tetas operadas de mi tía.

Su comentario hizo que mis emociones se mezclaran, entre las risas de su comentario y al mismo tiempo la tristeza.

—Solo necesito un tiempo para superar todo lo que paso—Volví a mi habitual preocupación.

—De acuerdo—Acaricio mi frente sonriéndome—No quiero que hagas otra locura como escaparte como lo hiciste hace unos meses.

—No lo haré, aquí estaré viviendo de ahora en adelante—Sonreí.

—Te buscaría si lo hicieras de nuevo, no quiero que cargues con todos los problemas tu sola, también estoy en esto contigo—Sujeto mi mano.

—Tampoco quiero resuelvas tu sola los problemas que tienes con Alex y mi familia, quiero ayudarte.

—Lo harás pero todo a su tiempo—Comenzó a jugar con los dedos de mi mano.

Luego escuchamos que tocaron la puerta, me levante del regazo de Johan y camine a la puerta abriéndola, con mis ojos sorprendida mire la silueta de Melisa en la puerta.

—Meli—Dije aturdida.

—Hola Ana—Dije muy seriamente—Vine tan pronto como mire las noticias.

Odio a la novia de mi hermanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora